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PARTE 2
No me estás apoyando en absoluto. Realmente estás cayendo por la escalera de la adultez, ¿sabes?
Suo te observa. Algo complicado pasa por su mirada antes de apartarse, su expresión ahora vuelve a la normalidad. Es engañoso lo inocente que parece.
—Lo siento —dice—. Tienes razón. Me portaré bien.
—No, no lo harás —respondes, y Suo te sonríe, sin responder. Pero te da un respiro. Terminas de limpiar el corte sin incidentes, aunque te mancha el vestido de noche con manchas de sangre, que esperas que no se noten demasiado contra el satén negro. Lamentas también la causa perdida del changshan de Suo (hecho de seda de Suzhou, un regalo de tu amo) y en silencio anotas que debes comprarle uno de repuesto en algún momento.
Estás a punto de abrocharle los botones de la camisa cuando la puerta hace clic y se abre. Te encuentras cara a cara con tu compañero de trabajo y te quedas paralizado.
Tu nombre artístico sale de su boca en un ladrido furioso. "¿Qué estás haciendo ? Te dije que no se supone que tengas sexo con clientes aquí, deberías estar haciéndolo en algún lugar..." Se detiene, evidentemente viendo la sangre en la camisa de Suo, y luego a los otros dos individuos encerrados aquí contigo, uno de los cuales se está sonrojando violentamente y parece estar al borde de morir de vergüenza. Bajo tus manos, sientes que el cuerpo de Suo también se pone rígido.
—Oh —dice antes de que ninguno de los dos pueda comentar nada—. Son solo tu novio delincuente y sus amigos. —Suo le hace un gesto con la mano y ella asiente con la cabeza antes de mirar el fregadero con los ojos entrecerrados—. ¿Vas a limpiar eso?
—Sí —dices rápidamente—. Por favor, no se lo digas a nuestro jefe.
—¿Te he delatado alguna vez? —pregunta—. Vete de aquí pronto. La gente tiene que orinar, ¿sabes? —Luego se detiene y mira a Suo con expresión dubitativa—. Y asegúrate de que tu novio no muera.
Estás demasiado cansado para corregirla sobre la naturaleza de vuestra relación. "He estado intentándolo", dices, y ella te da una mirada comprensiva antes de retirarse. La escuchas reír con un cliente sobre la gente que hace tonterías en el baño y le dices: "Lamento mucho las molestias, señor, ¿ podría bajar mientras limpio?". Estás tan aliviado que casi caes de rodillas. Una mano callosa toca tu espalda mientras te frotas las sienes.
—Lamento haberte preocupado —dice Suo en voz baja, con sinceridad , y en lugar de decir que no, respondes: —Lo sé. Yo también lo siento.
Suo siempre odió tu trabajo.
Él siempre ha odiado tu trabajo, tus novios, tu apartamento y muchas otras cosas de tu vida en las que Sakura no tiene por qué entrometerse. Y está bien. Sakura también odia tu trabajo de mierda y tus novios de mierda, y considerando que vives en el mismo edificio de mierda que él, tampoco le gusta tu situación de alquiler. Nirei es demasiado educado para decir algo al respecto, pero Sakura se da cuenta de que él también lo desaprueba. Tampoco es que ninguno de ellos viva la vida más cómoda (Sakura personalmente ha estado viviendo de un lugar de mierda a otro, casi siempre solo, desde que sus padres fallecieron), pero tu estilo de vida hace que todos se sientan mal.
