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¿Seguimos siendo amigos? + (togame jo, sugista kyotaro, choji tomiyama, kota sako)
cws. | gn!reader, formato headcanon + escenarios, una especie de estudio de personajes, superficialidad, angustia, comodidad. | .
Sin. | ¿Cómo reaccionan ante la confesión cuando los sentimientos son mutuos?
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☆ Togame Jo : "¿Choji te hizo hacer esto?", pregunta Togame con un tono agudo, sus cejas se acercan ligeramente una a la otra y desaparecen cuando parpadeas. La pregunta te golpea como una piedra en la cabeza. ¿ Por qué haría eso? A menos que... ya lo haya hecho, ¿qué tiene que ver con él? ¿Choji hizo una broma como esta antes? Y puede que le hayan gustado... y puede que no... dejando de lado los pensamientos, preguntas manteniendo tu voz lo más tranquila posible.
—¿Sería diferente tu respuesta si no fuera así? Por supuesto, tiene su muro en lo alto. No sólo eso, la superficie del muro está llena de púas afiladas para que nadie pueda trepar, ni siquiera tú. No es de extrañar que sea tan grosero cuando una ola de afecto lo invade. Fuerzas una sonrisa en tu rostro y miras hacia abajo. La botella vacía de la bebida fría que contiene una bola de canica que estaba dando vueltas hace un rato se detiene ahora. Así es. No debería haber dicho eso en voz alta. Es sorprendente en primer lugar que alguien como tú, tan lejos de su mundo, esté enamorado de él y es aún más sorprendente cuando tienes el corazón para confesarlo. No quiso sonar grosero... Es sólo que...
—Lo siento, no debería haberte preguntado eso —dice, intentando contenerse. Te mira rápidamente por el rabillo del ojo. Aunque sea por una fracción de segundo, ve que te tiemblan los labios. Se maldice a sí mismo por dejar la botella a un lado en el banco—. Bueno, no —su voz es tan baja, tan mansa que tiene que aclararse la garganta y enderezarse antes de hablar—. No. Absolutamente no. Mi respuesta no cambiaría. ¿Tenía miedo? Espera, ¿tiene miedo? Nunca ha sido de los que rezan a Dios, pero ahora, en este momento, con todo su corazón le pide a los cielos que no te dejen llorar. No quiere ser testigo de eso, ya que no sabe cómo manejarlo. Solo se le conoce por manejar las cosas con violencia y dominio, no con palabras y amabilidad. Se quita las gafas y se pone de pie para mirarte a la cara, que sigues sentada en el banco con la cabeza gacha, como si la gravedad fuera cada vez más fuerte a cada segundo. Sientes que pasa el viento antes de que una tela descanse sobre tu espalda, abrazando tus hombros. Miras hacia arriba con los ojos llenos de agua hasta el borde. "Esa es... esa es mi manera de decirlo".
