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⊹ con: kaji ren x gn! lector
₊˚⊹ resumen : cuando llevas un gato al apartamento de Kaji y le pides ayuda para hacer un hogar decente para el felino, cada petición debe venir con una recompensa equivalente. para Kaji, él piensa que los besos son compensaciones suficientes a su solicitud.
₊˚⊹ recuento de palabras : 1.5k
₊˚⊹ advertencias : ¡palabras que pudren los dientes y dan vergüenza ajena, errores gramaticales!
₊˚⊹ Nota del autor : ayer me vi Frieren y Himmel y Frieren ocuparon mi mente, viví en eso, ¡sin pagar alquiler las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante los últimos días! También estoy volviendo a ver 86, ¡porque Shinlena son mis ogs! Anw, disfruta de este fic de Kaji con gatos porque me encantan los gatos (este es un fic de autoinserción descarado, si pienso en ello) ;)))
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Kaji Ren considera tolerables a los gatos. Bueno, en realidad, los considera insignificantes en su vida diaria, por lo que no los odia particularmente . Los únicos momentos en los que entra en interacción con esos pequeños felinos son cuando la gente del pueblo le pide un favor, como atraparlos o alimentarlos, o cuando esos gatos se frotan en sus pies y piernas.
Sin embargo, él no los encuentra molestos; en realidad considera a los gatos algo que lo ayuda a calmarse, desviando su atención a los pequeños animales peludos que piden caricias y palmaditas, en lugar del ambiente ruidoso que lo rodea. Pero, también hubo momentos en que los gatos lo mordieron por afecto, y Kaji, sabiendo la persona que es, le gritó al animal. Después, Kaji se estremecía al ver al gato huir de él, sintiéndose culpable mientras miraba las pequeñas hebras de pelo que quedaron en sus pantalones.
Después de un par de interacciones con gatos, probablemente pasaría otro mes o dos hasta que pudiera interactuar o tocar a un gato apropiadamente. Todos estos recuerdos de gatos de Kaji fueron traídos por la situación actual entre ustedes dos.
En el momento en que tocas la puerta de madera de su apartamento, Kaji la abre, sabiendo que lo visitarías. Te extraña, aunque se ven después de clases y durante los fines de semana. Kaji se ha vuelto dependiente de ti, del tipo dependiente que sigue buscando la presencia del otro, del tipo que opta por escuchar tu voz en lugar de mensajes casuales en la superficie plana de su teléfono. Pero ahora, se arrepiente un poco de haberte abierto la puerta. Su mirada viaja alrededor de tu figura, hasta que se detiene en un animal blanco y negro del tamaño de una pinta que abrazas cerca de tu pecho.
