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PARTE 2
K = Kink (uno o más de sus kinks)
-Juego de Cera- completamente autocomplaciente, solo imaginándolo acostado en la cama, atado libremente y rodeado de velas con cera secándose en su pecho mientras gime de placer cuando lo montas simplemente goteando más sobre él me hace algo y no me arrepiento.
-Tamaño pervertido- ver las pequeñas manos de tu pareja envueltas alrededor de él, o tu pequeña figura descansando en sus brazos mientras te enjaula en la cama, definitivamente pondrá a Hiragi a tu merced.
- Atarlo suavemente, dejar que te ate, al hombre no le importa. Su única petición es que le pongas las esposas mullidas porque prácticamente va a suplicar estar a tu merced durante horas. Él es el que está atado al marco de la cama, así que ¿por qué te sientes como la que está atada mientras él prácticamente te ruega que sigas?
-No estoy seguro de si esto es necesariamente un fetiche de ropa, pero verte con una de sus camisetas y nada más le provoca a Hiragi algunas cosas que no puede discutir con nadie más que con su voz interior. Hay algo sexy en la forma en que su camiseta enmarca tu cuerpo mientras caminas por su apartamento como si fueras el dueño del lugar después de haber pasado la noche con él que puede garantizarte al menos 3 rondas más en varias superficies.
—Aún no hemos terminado —gruñe Hiragi profundamente, levantando sus caderas contra ti mientras intentas levantarte de él por lo que parece la millonésima vez esa noche—. Por favor, nena... Te necesito —añade, con la voz un poco más desesperada mientras las esposas tintinean en los postes de la cama.
—Hiragi, hemos estado en esto durante horas. —Gimes, apoyando la mano en su pecho para estabilizarte mientras continúas montándolo lentamente para evitar sus embestidas profundas—. Al menos déjame quitarte las esposas para que puedas tomar el control. Estoy muy cansada. —Empiezas a estirarte para desbloquear las esposas, pero otro rápido empujón de sus caderas te detiene—. Maldita sea, Hiragi, haz eso otra vez y... —Te detienes cuando lo miras de nuevo, sus ojos patéticos y abiertos mientras te suplica en silencio que pares.
—Está bien, pero mañana me debes un masaje —refunfuñas, incapaz de decirle que no cuando te mira con esa mirada triste de cachorrito. Y tienes que admitir que hay algo excitante en tenerlo debajo de ti de esta manera, incluso si actúa como un niño mimado.
L = Ubicación (lugares favoritos para realizar la actividad)
-Amante del sofá de día y de la cama de noche. Hiragi es un hombre sencillo y, sinceramente, cualquier lugar le parece bien siempre que te monte la polla. Pero hay algo especial en las tardes perezosas en las que te llenas el coño de semen en el sofá que no puede explicar del todo. Pero dale a Hiragi un colchón y tu cuerpo, y estará feliz de follarte a fondo durante el resto de la noche.
