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PARTE 3
"A juzgar por lo rápido que recogieron nuestra basura esta mañana... ¡ahora están en el basurero de la ciudad!" Sonríes tímidamente, inclinándote para besarle la mejilla mientras él suspira.
S = Resistencia (¿cuántas rondas pueden aguantar? ¿cuánto duran?)
-Estoy aquí por un Hiragi que no puede durar mucho, pero el hombre se recupera más rápido que una bala veloz. Es solo una ronda tras otra de placer constante para ambos y al final estás lleno y mucho más. Puede conseguir unas sólidas 4 o 5 rondas en una noche promedio, pero la leyenda dice que un día lo molestaste tanto que te hizo sufrir durante 7 y la única razón por la que se detuvo fue el repartidor de pizzas que llamó a la puerta.
—¿Otra vez? —Gimes mientras Hiragi te coloca perezosamente encima de él, los dos apenas han recuperado el aliento desde la última ronda—. ¿No estás cansada? ¡Hemos estado en esto durante horas! —Suspiras, pero mientras hablas, te abres y lo tomas fácilmente. No estabas segura de si era por necesidad o por costumbre, pero no podías quejarte de lo perfectamente que encajaban los dos juntos.
—¿Cansada? Sí. ¿Terminaste con esto? Esa es otra historia. —Hiragi sonríe, tirándote hacia abajo para que quedes acostada contra él mientras mueve lentamente tus caderas juntas—. Acuéstate, nena, puedo encargarme de nosotros. —Gruñe en tu oído justo antes de que dejes escapar otro hermoso gemido fuerte para él.
T = Juguetes (¿Tienen juguetes? ¿Los usan? ¿En una pareja o en ellos mismos?)
-Hiragi tiene cierta ansiedad al principio por usar juguetes. No estaba seguro de si era una sensación de sentirse inadecuado, o tal vez simplemente por no tener experiencia con todos los diferentes tipos. No va a usar nada más que los típicos vibradores variados (para usar con su pareja) y esposas para divertirse. Pero cuando le presentas y lo convences de que pruebe el anillo vibrador para el pene, casi muere en el acto por lo rápido que te corriste en su pene, apretándolo con fuerza junto con su nuevo juguete favorito para los dos. Por supuesto, es posible que te arrepientas de haber comprado el vibrador portátil. Hizo que salir en público con él fuera una completa pesadilla de la mejor manera posible. Innumerables bragas arruinadas, y todo lo que puedes hacer es intentar sentarte estoica y tranquila en una cabina en Pothos mientras él sonríe con suficiencia al otro lado de la mesa frente a ti mientras se sienta en su teléfono, ignorando las conversaciones de tus amigos a tu alrededor mientras presiona tus botones sin cesar (literal y figurativamente)
Kotoha te mira con el ceño fruncido mientras se acerca y te sirve a ti y a tu rata de novio otra taza de café. "¿Todo bien?", pregunta, mirándote a ti y a Hiragi, quien lucía una leve sonrisa mientras te miraba desde el otro lado de la mesa. Tenía el teléfono en la mano mientras sus dedos se movían nerviosamente por la pantalla.
—Bien —respondes, apretando los dientes. Casi dejas escapar un gemido, pero lo reprimes y lo haces pasar por una tos—. Solo... estamos teniendo una competencia intensa —respondes, sin romper el contacto visual con el hombre que está sentado frente a ti en la mesa.
