" Y de pronto aparece alguien en tu vida que te protege con las mismas ganas con las que te desea"Calypso
Me gustas y mucho.
Desde que me calentó en los baños de mi empresa durante el evento he querido volver a tener esta sensación que siento cada vez que tengo sus manos sobre mi cuerpo.
Esta forma suya tan particular de acariciarme, de hacer sentir única y especial. La seguridad que me transmiten sus ojos cada vez que se crucen con los míos.
En pleno goce mi corazón me grita que lo amo, que stoy enamorada de él y ya no puedo callarlo más.
Sus beso sobre mi cuerpo no paran mientras sus dedos encienden fuegos artificiales entre mis piernas. Vuelve con su boca entre mis piernas y como puedo, echo la cabeza hacia atrás agarrándome del lavabo del baño.
—No te reprimes y dame todo lo que tienes —la imagen de él de rodillas delante de mí me pone aún más cachonda.
Deja besos en la cara interna de mi pierna que está sobre su hombro mientras el otro está lleno de temblores. Señales de que lo que ha llevado minutos construyendo dentro de mí está a punto de explotar.
—Baja la mano y grita todo lo que quieras. Aquí solo yo voy a tener el placer y el honor de oírte.
Y como si mi cuerpo tuviera vida propia, me dejó ir en un largo gemido dejándome la garganta seca.
—Ahora vamos a relajarnos en la tina —me toma entre sus brazos y lo dejo hacer. Estoy demasiado cansada para negarme—. Súbete encima de mí.
Hago todo como me pida. Me subo y me acomodo sobre sus piernas lista para bajar sobre su miembro cuando me para tomándome de las caderas.
—¡Lykos! —sale más como un jadeo que un reclamo cuando solo su punto me penetre—. Ya deja de jugar así conmigo.
—Tú eres quien está jugando conmigo, Calypso Gangnera —con sus ojos sobre mí, baja entrando otro poco—. No puedo dejar de pensar en ti —da otro empujón—, te has vuelto una necesidad para mí, preciosa.
De un gesto de caderas entra del todo haciéndome brincar con un grito que creo se escuchó en todo el departamento e incluso en todo el edificio.
No sé si han sido sus palabras o las embestidas que me da, pero me siento extasiada.
Con las manos sobre su pecho y los ojos puestos sobre su cara, empiezo a moverme. Lento, rápido y vuelvo a lo lento. Hago los movimientos por varios minutos hasta que se harte y me jale dejándome sobre su pecho comiéndome la boca con embestida profundas y crudas haciéndome soltar suspiros sobre su boca.
—Esto es el efecto que tienes sobre mi. ¿Satisfecha? Te satisface que has logrado lo que te propusiste, seducirme para volverme loco por ti? —no hablo y solo disfruto de sus embestidas—. Pues lo lograste, porque estoy loco, loco por tenerte siempre así y que no te vayas nunca de mi vida. ¿Contenta?
—Sí —suelto extasiada— sí. Estoy contenta y estoy muy satisfecha.
—¡Que bien! Porque yo también estoy satisfecho de haberte hecho caer, Calypso Gangnera —le sostengo la mirada intensa que me da— Porque aunque te niegas a decírmelo, estás tan jodida como yo. Los dos estamos en la misma página, preciosa.
Sale de mi y me toma entre sus brazos para llevarme a la cama.
Me deja debajo de él. Su boca no da tregua a la mía. Seguramente tendré los labios hinchados cuando termine. Pero eso no me importa.

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LA RULETA NEGRA [+21]
RomanceCalypso tenía una vida apacible en España, hasta que la tragedia la obligó a dejarlo todo atrás. Ahora, en las gélidas sombras de Canadá, se ha convertido en una mujer calculadora, guiada solo por la sed de venganza. Su única misión: hacer pagar a l...