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La fiesta era un rotundo éxito, en el grupo de Sanji, ahora Vivi y Nami coqueteaban dulcemente, efecto producido por el alcohol, y Robin y Franky parecían que iban a bailar un rato.
Sanji no tenía problema con quedarse ahí, y observó a ambas parejas alejarse. Primero las damas que se fueron a una esquina de la casa diciendo que irían por comida, y luego Robin y Franky. La morena le preguntó si no quería ir a bailar con ellos pero Sanji se negó con una sonrisa y mostró su paleta de dulce, misma que comía cuando los espacios no le permitían fumar, luego, explicó que no tenía problema en quedarse un rato solo.
La pareja dudó pero finalmente lo dejó.

El rubió se dejó caer en el sofá mientras ingresaba el dulce a su boca de nuevo y cerraba sus ojos, tenía los brazos extendidos en el respaldo y las piernas cruzadas.
De pronto, alguien se sentó en el sillón contrario colocando una copa en la mesa y un vaso de whisky frente al rubio.

—¿Te molesta si te acompaño, rero? —preguntó haciendo abrir los ojos al rubio, esperaba a una persona que había visto llegar pero que no se acercó a saludar, sin embargo, no era él.

—Adelante — respondió mientras se acomodaba en el sofá de mejor modo. El extraño acercó el vaso de Whisky un poco más a Sanji —. ¡Oh, no ! — respondió con una sonrisa —, lo tomo solo, gracias.

—No tiene agua, descuida, rero.

El rubio sonrió e hizo una leve reverencia con la cabeza tomando el vaso, lo elevó y lo tomó de un trago, sacudiendose un poco por lo fuerte que estaba y sacándole una sonrisa al mayor.

—Me llamo Vito — dijo el pelinegro de gafas mientras alzaba su copa.

—Vinsmoke Sanji — respondió con media sonrisa — ¿nos conocemos?

—Creo que no, rero — respondió Vito con una gran sonrisa — pero conozco a tu padre, era mi héroe cuando era niño — el rubio desvió la mirada incómodo frotando su cabeza, al notar esta acción Vito agregó :—¡Perdona si dije algo malo!

—No te preocupes... No tengo buena relación con mi padre, es todo — le miró a las gafas, puesto que no podía ver sus ojos —, pero entiendo, mi padre escribió novelas impactantes en su juventud, a todos en el norte les gustaban hasta que se volvió empresario —soltó una risa.

—¿qué vueltas da la vida, no, rero?

—¡Tu lo has dicho! — respondió el menor con una sonrisa.

Empezaron a platicar un poco más, Sanji le contó cómo conoció a Luffy y cómo había terminado en un restaurante con su abuelo. Luego le habló de su padre y sus hermanos, actualmente el patriarca de la familia muy ocupado como para ponerles atención, y los jóvenes trabajaban en la empresa pero mayormente se la pasaban divirtiéndose, pues ellos si habían seguido las ordenes y habían tomado el camino fácil.
Vito le contó lo mucho que le gustaban los comics de Judge cuando era niño y luego le habló sobre cómo conoció a Luffy, todo esto mientras le servía más tragos al rubio y se acercaba cada vez más.

Zoro observaba a Sanji a lo lejos sin perderlo de vista. Aunque estaba ocupado con sus propios asuntos en la fiesta, su atención se centraba en el rubio, sobre todo desde que observó a ese extraño sentarse con él. Sentía una mezcla de emoción y deseo al verlo ahí interactuando tan animadamente con ese sujeto, pero también una pizca de celos.
Fue cuando decidió levantarse sorpresivamente dejando a Ace y Yamato con palabras en la boca, y se acercó lentamente, sin interrumpir la conversación de Sanji con el pelinegro, pero acercándose lo suficiente para que Sanji pudiera sentir su presencia sin ser del todo obvio.
Se apoyó en una pared cercana cruzando los brazos sobre el pecho mientras observaba al blondo con una mirada intensa y penetrante, sus ojos revelando su determinación feroz.

Sanji, notó una mirada insistente y al elevar la suya olvidándose de Vito por unos segundos, se topó con el peliverde, sus ojos se cruzaron unos instantes y el corazón del rubio se frenó un segundo por la intensidad de la mirada del peliverde.
Sin decir una palabra, Zoro dejó que sus ojos hablen por él, transmitiendo un mensaje claro: "Eres mío".
El rubio frunció el ceño y sosteniéndole la mirada, pero al final desistió y volvió a posar sus ojos en Vito, prestándome atención a su relato e irritando al peliverde por su descaro de ignorarlo.

Ssnji se sentía confundido, pero definitivamente no era el único, ¿por qué Zoro se le quedaba viendo así? ¿Qué pretendía? Sin embargo, todos esos pensamientos se  esfumaron cuando sintió la mano enorme de Vito en su rodilla, levantó la mirada para encontrarse con sus ojos amarillos, por primera vez.

—He pensado, Sanji, que usted y yo tenemos mucho en común, rero...

El rubio frunció el ceño, no se había dado cuenta de lo que tramaba Vito desde el inicio, debió imaginar que no lo saldaría tan amigablemente por nada, y por lo que había dicho de cómo conoció a Luffy, definitivamente era de esas amistades dudosas.
Sanji le iba a responder pero se encontró con su cuerpo aletargado por el alcohol ¿había tomado tanto? Por la amena charla apenas y lo había notado.
Entró en pánico cuando Vito se sentó junto a él y pasó su brazo por sus hombros, su mano realmente era enorme.
Sintió desesperación pero luego respiró profundo, estaba a punto de estamparle una patada fuerte en la cara cuando...

—Aleja tus manos de él — esa voz profunda y grave...

—¿Y tú quién eres, rero? — preguntó Vito con el ceño bajo mirando al peliverde de los tres pendientes.

—Soy el que te romperá la cara si no lo dejas de tocar —Vito se levantó en ese momento y un poco anonadado Sanji también.

—¿Lo conoces? — preguntó Vito a Sanji quien tenía el ceño fruncido, sentía que de pronto todo el alcohol que había tomado se le había evaporador de la sangre, ahora la sentía hirviendo, tenía ganas de patear a alguien, ya no sabía ni a quien.

—¿Qué no escuchaste? —Zoro habló de nuevo y se irguió totalmente denotando que era más grande que Vito en musculatura y causándole un leve escalofrío.
Vito no lo pensó dos veces, tomó su copa y se retiró con "la cola entre las patas". El peliverde suspiró y miró al rubio, le habló en un tono más suave —¿estás bien?

—¿¡Pero qué mierda pasa por tu cabeza?! —le dijo el rubio alterado, impactando a Zoro por su reacción, si quería verlo con emociones de nuevo, pero no precisamente estas —. ¿Eres idiota ? ¿Cómo te atreves?

—Él te estaba molestando... — dudó Zoro al escuchar el tono con el que le hablaba su ex pareja.

—¡Y eso a ti no te importa! —Sanji cerró los ojos frustrado y puso un dedo en su pecho — Mira, se que ha sido difícil, pero ¡supéralo! ¿Y si yo quería acostarme con él? ¿Pasó por tu estúpida cabecita? —Zoro se quedó callado, sintiéndose herido por todo lo que estaba escuchando, pero sin poder dejar de sentirse atraído por ese escultural cuerpazo que cargaba el rubio y que molesto resaltaba más por alguna razón —. Zoro, tu y yo terminamos... — dijo en un tono más tranquilo, como notando queo lo que había dicho antes fue grosero.

—Yo solo...

—No eres mi novio, no tienes porqué venir a entrometerte, además, sé defenderme perfectamente — Zoro levantó la vista para toparse con los zafiros que alguna vez le dijeron "te amo" —. ¿Y qué crees que no note tu mirada de loco posesivo hace rato? Eres un idiota, ¿quién te crees para decidir quién puede tocarme y quién no?

En eso, apareció un hombre musculoso de cabellera roja, tenía un chaleco negro de cuero y pantalones curiosos de tonos amarillos y café.
—¿Te está molestando? —dijo el pelirrojo de los ojos miel a Sanji.

—Ya no, estaba por irme — respondió mirando a Zoro fijamente qué sentía de pronto como todo su mundo se caía a pedazos, como si esta situación le hubiera dado un golpe realmente fuerte.

El rubio se fue en compañía del pelirrojo quien lo guió a la pista de baile y ahí empezaron a moverse juntos, el rubio soltó un pesado suspiro mientras se movía un poco menos que el más alto.

—Escuché todo — dijo el pelirrojo — y... Tienes razón, no debería meterse si ya terminaron — el rubio alzó la mirada para ver esos ojos miel que lo observaban con una pizca de compasión y apoyo —. Eustass Kid — se presentó unos segundos después de chocar miradas con el ojiazul.

—Sanji — respondió con una sonrisa.

Mientras Zoro, observaba todo esto con un corazón quebrado... Incluso más de lo que ya estaba.

Estúpido Romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora