INEVITABLE ATRACCIÓN | JEON JUNGKOOK +21

Capítulo 14.

Anastasia

Se lo dije. ¡Maldita sea mi bocota!

—¿De qué hablas?

—De nada... —intento subir al auto.

—Anastasia —se molesta— ¿Que pasa? ¿Que ocultas? Todo es un puto misterio contigo.

—Vete a tu casa. O ve con Ivana.

Medio abre los labios con sorpresa.

Ríe.

—¿Qué? ¿Por eso estás así? Leah te lo dijo ¿No?

—Sí.

Me lleva a él besándome la nariz.

—Ivana es parte de mí pasado. Un polvo rápido sin importancia que tuve.

—No me tienes que dar los detalles.

—¿Celosa la arpía? —me sonríe y su rostro borra cualquier preocupación que tenga en este momento pese a que él está dentro de esas preocupaciones.

—Sólo en tus más profundos sueños me verás celosa.

—Fingiré que te creo... ¿Donde estabas? —me huele el cuello— hueles a alcohol.

—Por ahí...

—Anastasia...

—Jungkook... —sello los labios para no reír. Me eriza su faceta de tóxico manipulador.

—¿Estabas con un tipo?

—Sí —para que mentirle.

Me hala el nacimiento del cabello.

—¿Quién? —su respiración se eleva.

—Un amigo. Solo fuimos por unas copas y ya.

—¿Que amigo? Tú no tienes amigos.

Lo miro de arriba abajo.

—Eso es lo que tú piensas.

—Cuidadito con dejarte tocar por otro que no sea yo —me dice al oído— ¿Me oyes?

—¿Te seguirás follando a Leah? Porque si es así no tienes nada de lo que prohibirme.

—Ya hablamos de eso —me aprieta la cintura— no me la follaré. Te dije que sólo necesito algo de tiempo y ya luego vemos tú y yo.

—¿Y como harás? Porque si no la tocas su sospecha será peor. Es un karma que no podrás quitarte de encima.

—Yo resuelvo.

—¿Resuelves cómo? Cuéntame.

—Luego dices que no estás celosa —se excusa burlándose.

—Jodete.

—Ven acá —me toma a la fuerza— vamos a ver si vas controlando esa jodida boca.

Me muerde el labio y volteo a ver hacia todos lados temerosa de que mi abuela llegue y me agarre infraganti.

—Sube —le digo en un arranque de locura. Abre la puerta de atrás y subo tomando el volante. Me aparco en mi puesto y de un brinco me posiciono en sus piernas.

Se quita la camisa sin prestar mucha atención a si nos pillan o no.

—¿Quieres? —me saco la copa del vestido ofreciéndole mis pechos.

Captura mi boca asientiendo. Muerdo su labio inferior mientras se desabrocha el pantalón tomándome de las piernas y subiéndome el vestido.

—No quiero que salgas con nadie —me advierte con la mandíbula apretada— ¿Sí lo estás entendiendo verdad? Átate a las consecuencias si lo haces.