Capítulo 24.

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Jungkook

Se desmaya. Es lo único que mis ojos captan cuando corro a tomarla antes que su cabeza toque el piso.

—Espera... —Marie jadea intentando hablar.

—¡Inyéctala! —le grito a Taehyung y procede a clavar la jeringa en el cuello. El efecto del líquido verdoso hará que responda si o sí todas las preguntas que le haré.

Llevo a Anastasia hasta la mesa que despojo lamentando el que una vez más se haya burlado de mí cuando tantas veces le he advertido del peligro que corre.

—Tómale el pulso  —aparto a Taehyung de la mujer que mueve los ojos de un lado a otro.

—Espera... —Elijah me sostiene la mano— ¿Por qué dijo el nombre de Anastasia?

—¡No lo sé! —bramo alejándolo. Pego los labios con un nudo en el estómago que me genera de todo. Duda, náuseas, ira.

Le tomo la raíz del cabello encendiendo la linterna que le estampo en los ojos.

—Tiene lentillas.

Estampo el dedo en el ojo, se mueve quejándose y noto que son ultra delgadas, casi invisibles al ojo humano.

Ella cierra los ojos balbuceando cosas «Está haciendo efecto»

—No tenemos tiempo —me apura Elijah y lo mato con la mirada que le dedico.

Vuelvo a colocar la linterna viendo el color real, «Verde, un verde como el de...»

La miro en la mesa donde Taehyung la tiene.

«Cabeza fría Jungkook»

Le palmeo las mejillas incitándole a que me mire.

—¿Dónde está el Polaris?

El par de esmeraldas se me clavan en el pecho.

—¿Qué es el Polaris?

Se me tensan los músculos. ¿No lo sabe?

—¿Dónde está el Polaris? —repito.

—Si me dices que es, tal vez pueda ayudarte.

El efecto del alucinógeno debería ser efectivo y comienzo a dudar de si es muy inteligente, o el puto líquido no funciona.

—¡Entraron a la habitación! —anuncia Elijah y mi mirada se centra en la mujer que tengo en frente. Tengo ojo clínico y detallo el relleno en los pómulos y la nariz operada, no es su rostro... Renzo la transformó a su manera.

—¿Estás secuestrada?

Sus ojos se turnan entre Anastasia y yo.

—¡Me cago en estos putos italianos de mierda! —Elijah se desespera— ¡La están buscando, no tardarán nada en encontrarnos, Jungkook! ¿Me estás oyendo?

—¡¿Estás secuestrada?! —saco el arma.

—No.

—¿Dónde está el Polaris?

Se queda callada y de la nada comienza a reírse como desquiciada.

—La chica lo sabe —vuelve a mirarla— te miente.

La tomo de la raíz del cabello.

—Miente... no es una buena persona, ella miente.

Comienza a convulsionar botando espuma por la boca.

—¡Vámonos! —Taehyung me mueve, pero el cuerpo no me cede.

Cae al piso desmayada, se oye el tumulto de pasos en el pasillo y sólo tomo a la mujer que está sobre la mesa viendo su rostro.

INEVITABLE ATRACCIÓN | JEON JUNGKOOK +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora