Capítulo 15.

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Jungkook

Línea de tiempo después de verse con su mano derecha (Elijah).

Mis hombres abren la puerta de la camioneta una vez se aparca el auto, el ambiente está tenso y me trueno el cuello cuando veo al hombre que espera en uno de los barcos.

—¿Mi señor lo escoltamos? —pregunta Mike y niego.

—¿Está seguro? —pregunta otro.

—Sí.

Paso el puente que divide la naviera del barco, y él aplaude apenas me ve.

—Jeon Jungkook —sonríe petulante— que alegría volver a verte.

—¿Que mierda quieres?

—Venganza —va al grano— robaste mis putas rutas cuando sabías que eran mías y que no podías traicionar a quien te dió la mano.

—Tu no me diste ninguna mano —le clavo la mirada con odio y la aparta— y no me vengas con estupideces a estas alturas, me he ganado el puesto que tengo porque evidentemente soy más inteligente que tú, ya que lo único qué haces es payasear prometiendo cosas que no cumples y sabes que la mafia no perdona, te desvincularon de todas las rutas de cargas por ineficiente y realmente no entiendo para que me pediste reunirnos.

—Devuélveme mis rutas.

Lo taladro con la mirada.

—¿Que no entendiste? Soy uno de los líderes de las tríadas, las rutas son mías y punto. No me da la gana de entregarte nada porque como ya dije, me las gané.

—Es la primera advertencia que te daré —me amenaza— te recuerdo que yo sí sé dónde vive tu hermosa familia, ¿Siena es que se llama tu madre?

Me levanto de golpe tomándolo por la camisa.

—Le tocas un jodido pelo y te voy a terminar de hundir —le grazno— cualquier mierda o venganza absurda que quieras cobrarte es conmigo, ponte los jodidos pantalones y asume la mierda en la que estás.

Forza una sonrisa.

—¿Y a Ana? —me aprieta las muñecas intentando separarme— ¿A ella si la puedo tocar? Digo, como la odiabas.

Siento que tengo lava volcánica en el pecho. No mido las consecuencias y le estampo el puño en la cara reiteradas veces, sus hombres llegan, los míos también pero no me freno, «No la va a tocar» el aire se vuelve pesado y ninguno puede apartar mi cuerpo del suyo, le entierro los dedos en la mandíbula, la ira me toma y vuelvo a estrellarle el puño en el rostro.

Un disparo resuena y todos se paralizan con la mujer que está detrás.

—¿Que demonios pasa? —se acerca con la glock en la mano— ¿Jungkook...?

—A ver cómo se lo explicas... —se ríe el cerdo que tengo abajo. La boca la tiene destruida.

—Vete Leah.

—No me iré —intenta tomarme y le aparto el brazo mirándola mal— ¿Qué haces aquí?

—Tus escoltas estaban preocupados y uno de ellos me avisó.

Miro a mis hombres y contengo las ganas de mandarlos a la mierda, o pegarles un tiro a cada uno.

—Dile porque te pusiste así —Naoko la mira— cuéntaselo... dile que es por ella.

—¡Cállate maldito imbécil! —vuelvo a estampar el puño— te quiero a metros de mi familia porque la próxima vez no serán puños, te meteré tres tubos en el culo si no me dejas en paz.

INEVITABLE ATRACCIÓN | JEON JUNGKOOK +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora