Capítulo 2 [INEVITABLE DESEO]

342 58 139
                                    


Jungkook

Salzburgo, Austria.

La vista me pesa cuando tecleo en la computadora. Levanto la mirada al reloj sobre el escritorio dándome cuenta que son pasadas las dos de la mañana. Cierro la pestaña apagando el aparato, y me levanto por la cerveza que cojo de la nevera portátil.

—Mi Boss —entra Fyodor— ¿Ya se va a descansar? ¿Puedo servirle en algo más?

Niego dándole un sorbo a la cerveza.

—Desea que el regalo de aniversario de la señora Giulia lo dejemos en su habitación, ¿O tiene algo preparado para la noche?

Me siento en el sofá.

—¿Que es eso? —pregunto viendo la carpeta que tiene la mano.

Se acerca extendiéndome el sobre que tomo.

—Se lo iba a enseñar mañana pero ya que pregunta... —se ubica a mi lado— son fotos recientes, llegaron hace una hora.

Naoko Wang y su mafia de mierda. He trabajado en silencio todo este tiempo, ganándome el respeto y la confianza de quién se ha puesto a mis órdenes. Sabe que me fugué de abadía, pero no que me casé con Giulia y esos son mil puntos a mi favor.

La mafia corsa es una organización secreta, o al menos no lo era para mí. Tan inquebrantable que es una de las más antiguas del mundo. Fue dirigida de familia en familia hasta que llegó a las manos de los Venturi, quienes la mantuvieron por décadas como la número uno en crímenes, extorsiones y trata de blancas.

Giulia sigue al mando de la mafia que heredó de su padre, gestionando todo el sistema administrativo: desde el blanqueo de dinero hasta la adquisición de bienes y diversos negocios. No puedo negar que formamos un gran equipo; es una mujer audaz e inteligente, y con el tiempo, he comenzado a sentirme bien a su lado.

Abro el sobre y vacío su contenido sobre la mesa frente a mí. He hecho todo lo posible por obstaculizar cada uno de los negocios que maneja Naoko. Ahora tengo poder, soy reconocido entre las organizaciones secretas, y muchos de aquellos en mi lista negra ya han sido fichados.

Uno de los negocios que manejo actualmente sigue siendo el tráfico de heroína. Naoko no tiene información de quién, por segunda vez, está tomando sus rutas tal y como lo hice la primera.

Me río para mis adentros mientras observo las fotos. Se ve patético, hablando furioso por teléfono. Sus barcos, completamente vacíos, yacen detrás de él, ya que me encargué de incautar toda la droga que pensaba distribuir.

Sigo pasando foto tras foto, disfrutando de la expresión de tortura y preocupación en su rostro, hasta que me detengo en una que hace que todo mi interior arda.

—La vi, pero no sé si es alguna presa con deuda por pagar o...

—Sé quién es —lo interrumpo, mirando a la mujer que llevan tomada del brazo. «Dana Salvatore». El remolino de recuerdos que me trae ver su cara hace que sienta la misma sensación que juré dejar atrás hace un año.

¿Que hace con Naoko?

La cabeza no me da para atar cabos en este momento aunque me esté imaginando mil escenarios posibles. Me levanto tirando su foto a la basura, dejando apartadas las que realmente me interesan.

Salgo del despacho con Fyodor a mi espalda.

—Mi señor... entonces, ¿Qué desea que le compremos a la señora Giulia?

—Cancela la ida —le ordeno encaminándome a mi habitación— yo me encargo del regalo.

—Como ordene mi Boss.

INEVITABLE ATRACCIÓN | JEON JUNGKOOK +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora