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El bonito chico de cabello rizado cubrió sus hombros por el frío de invierno, a pesar de aun faltar solo un par de semanas para que la última y primer estación del año llegara, la fría sensación podía percibirse desde ahora. Las tardes solían duran menos y las mañanas eran más largas, una extraña sensación.

Palpeo la cama buscando el calor ajeno del rubio, habían decidido dormir ese sábado hasta tarde, y al no sentir más que la fría sabana, abrió sus ojos, extrañado mientras buscaba con la mirada al guitarrista, no pudo encontrar más que una nota en la mesita de noche.





"Tuve que ir al bar desde temprano, perdona salir de imprevisto, volveré para la cena, te amo ♡"



Realizo una mueca porque el realmente quería pasar todo el día junto a su novio, últimamente no pasaban mucho tiempo juntos, por el trabajo, o la universidad, era su día. Suspiro derrotado, estiro sus músculos antes de tallar sus ojos para despertar y no volver a caer en la suave almohada, su pijama cubría absolutamente todo su cuerpo, y su vista cansada junto a sus pies que realmente no quería caminar, llegaron hasta el baño, tomando una ducha de agua caliente, aquello ayudó a que su cuerpo estuviera con energía, se vistió con ropa simple, unos pantalones deportivos, una sudadera de Jay, porque vaya que aquel rubio tenía un excelente gusto para la ropa, y Jungwon no podía permanecer dejando que solo él la usará, no debía ser envidioso, así que siempre robaba algo de su armario con la excusa de "luego lo devolvere", pero aquella prenda nunca más regresaba a las manos del mayor, claro, Jay no se quejaba porque amaba ver a su bonito novio con su ropa.



Observo a Maeumi comiendo, al parecer el rubio se encargo de llenar su plato antes de salir, era medio día y el también tenía hambre, abrió las cortinas dejando que el departamento se llenará de luz natural, camino hasta la cocina preparándose un pan con mantequilla y una taza de café, divago en sus redes sociales hasta que un mensaje de un número desconocido llegó, no había una foto de perfil o algo que indicara quien era.

Lo abrió, encontrándose con su contenido.





"Hola Jungwon, esto puede sonar extraño, pero me he enterado que sabes la verdad, ¿podemos vernos?."

"Me llamo Soojin"






El simple contenido logró que su estómago se revolviera y comenzará a arder, ¿De verdad era ella?, ¿Por qué?. Paso tantos meses sin tener una sola pista de su paradero, y ahora que después de tanto tiempo había decidido dejarla ir, llegaba, no sabía como tomarlo, pero no quería ser cobarde, y dejo de serlo en el momento que eligió lo que realmente quería, o mas bien, a quien realmente quería a su lado.







Los versos de un tonto guitarrista - Jaywon -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora