027

258 37 97
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.











Treinta de diciembre, solo dos días apara el nuevo año naciera, todo la semana el castaño había preparado todo. Pero antes, quería disfrutar de un último momento junto a su novio, había decidido irse al día siguiente.



— ¿Recuerdas nuestra primera cita? — Jungwon hablo pasando sus yemas por la hebras rubias del mayor.


— Lo hago, ese día casi me desmayo de lo nervioso que estaba, creí que terminaría orinando encima — Jay acomodo su rostro sobre el pecho del fotógrafo, escuchando sus latidos.




— Tengamos una cita, vayamos a esa cafetería una vez más.



— ¿Ahora? — Su mirada curiosa viajo hasta los ojos del más bajo, no sabía si era el ángulo o la poca iluminación, pero juraba no ver su brillo característico.

— Sí, ahora — Sonrió, masajeando el cuero cabelludo del rubio — Repliquemos nuestra primera cita.


— Me agrada la idea — El mayor giro su cuerpo, abrazando y atrayendo al menor, besando su cuello y logrando que riera por las cosquillas ocasionadas.



Ambos se arreglaron juntos, peinaron su cabello, y Jay coloco una camisa de hombros descubiertos seguido de un gran abrigo.



— olvide la cámara, ya vuelvo. — Jay asintió, observando como el menor se alejaba.



— ¿Debería comprar un auto? Es muy cansado viajar en autobús, me gusta mi motocicleta, pero a él no, sí, debería hacerlo, así podremos pasar más tiempo solos, ¿que opinas? — Maeumi lo observo soltando un pequeño ladrido — Tomaré eso como un si.




— ¿Vamos? — Jay observo a Jungwon antes de asentir.




El mas alto quedó confundido cuando cuando en lugar de salir y caminar a la parada del autobús, Jungwon camino en dirección al estacionamiento, y cuando este paro a lado de la motocicleta del rubio y se coloco el casco, Jay casi se desmaya.




— Se hará tarde, anda. — Jay solo asintió ante las palabras del menor, colocándose el otro casco, la actitud de Jungwon lo había dejado demasiado confundido, sobre todo cuando el menor le atemorizada subir.




No pregunto nada, tal vez, Jungwon había superado aquello, así que manejo a una velocidad moderada, mientras el castaño se aferraba a la cintura del rubio, y cuando la cafetería abarco la mirada de ambos, estacionado frente a ella.




La campanita sonó, anunciando la entrada de ambos.




— ¿Puedes buscar un lugar? Olvide algo — Jungwon asintió ante la pregunta, caminando hasta un mesa, la misma donde se habían sentado aquella tarde calurosa. Había una diferencia entre ambas fechas, aquella vez, su cuerpo se sentía cálido y el sol tardaba más en ocultarse, ese día, sentía que la noche llegaba cada vez más rápido, y el frío se sentía por toda su piel. — Volví



Los versos de un tonto guitarrista - Jaywon -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora