Ninjago One-Shots (AU Y UA)

¿El tiempo de verdad cura las heridas?

Ya han pasado demasiados días luego de los sucesos que pasaron en el Templo de las Sombras donde se realizó el ritual de la Luna de Sangre, dicho templo desapareció en un abrir y cerrar de ojos luego de detener a Ras y a sus seguidores.

Luego de que los ninjas ayudaran a Euphrasia y a su gente construir parte de las islas del Reino de las Nubes, volvieron al Monasterio para planear sus nuevas estrategias para poder localizar el Templo de las Sombras y a Ras, que esté aun suelto era una clara amenaza para Ninjago y los demás Reinos. Cuando revisaron que Egalt y Rontu estaban bien, luego de ser convertidos en piedra por la Luna de Sangre, en muestra de agradecimiento los dos Maestros Dragón les ofrecieron a los Ninjas su guía y conocimiento acerca de los Dragones Fuente.

Las cosas no iban bien en el Monasterio para los Ninjas y sus aliados, sobre todo para cierta chica salvaje Maestra del Calor. Puede que los Ninjas consiguieran la victoria sobre Ras esta vez, pero para muchos no fue una victoria dulce, Ras logro arrebatarles a dos personas valiosas para los Ninjas, perdieron a Kai, el Ninja Rojo, y a Bonzle, el hechizo que con el que convivio Cole al estar viviendo junto con Geo y los pequeños Spitz y Fritz en la Tierra de las Cosas Perdidas.

Los verdaderos problemas empezaron luego de que Wyldfyre se frustrara al no recibir nuevas noticias sobre rescatar a Kai.

Se pasa el tiempo enojada, quemando cosas al azar y Lloyd ya no sabía qué hacer con la estudiante salvaje de Kai. Todos de algún modo trataron de brindarle algo de consuelo, pero al tratar de hacer eso terminaban en dos cosas: envueltos en llamas o con el creciente miedo de hacer enojar de nuevo a Wyldfyre, al menos Nya era la única que no terminaba con llamas de fuego alrededor de su cuerpo.

Arin tuvo que ir al Cruce de Caminos varias veces para comprar ropa nueva ya que Wyldfyre quemo parte de su guardarropa en la habitación que compartía con Sora y Riyu. Incluso algunos dragones de los establos debajo del Monasterio tuvieron miedo de acercarse a Wyldfyre, los demás no entendían el idioma de los Dragones pero al oír los gruñidos y rugidos de Wyldfyre supusieron que no eran cosas agradables de escuchar.

Ahora mismo Lloyd se encontraba en el estudio de Wu tratando de restaurar nuevamente los pergaminos quemados gracias al fuego de Wyldfyre.

- No puedo creer que los haya vuelto a quemar... - murmura Lloyd al terminar de reescribir uno de los pergaminos y continuar con el siguiente.

- ¿Todo bien? – la repentina voz de Nya interrumpió los pensamientos de Lloyd cuando comenzaba a restaurar un nuevo pergamino.

- Algo así – admite derrotado Lloyd – Wyldfyre volvió a quemar los pergaminos. Quería encontrar cosas que podrían ayudar a Kai escapar de ese extraño reino, pero...no encontró nada, se enojó y quemo los pergaminos –

- Tratemos de ser paciente con ella, Lloyd. Wydlfyre solo extraña a Kai, como todos, solo que ella demuestra su enojo y tristeza a su manera – responde Nya al acercarse a Lloyd.

- Pero no desearía que la ira fuera su único sentimiento de confrontación ante la ausencia de Kai, ya hemos pasado por esto, con Zane, con mi tío Wu, mi padre y...contigo – obviamente Lloyd se refería a las veces que creyeron haber perdido un miembro de su equipo.

Saben que Kai en realidad no está muerto, solo estaba desaparecido, como Bonzle...

Pero aun así su ausencia afectaba a todos, Lloyd también lo extrañaba pero el aún tenía la esperanza de recuperarlo. Pero él no desataba su ira y frustración como lo hacía Wyldfyre, Lloyd aprendió por experiencia propia que toda esa ira no llevaría a nada bueno, solo traía sufrimiento.

Pero Lloyd sabía que Nya tenía razón, sabía que Wyldfyre era..."diferente". Después de todo, fue criada en un ambiente salvaje con dragones, sabe muy bien que incluso fue todo un reto darle clases de escritura y lectura para que tuviera un intelecto decente.