Chapter 14

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⚜️Cartas sobre la Mesa⚜️


Con pasos de fuertes y firmes, nuestro pelinegro se acercaba cada ves más a la habitación donde un rubio recientemente despierto, se encontraba en un ataque histérico.

Yoongi iba a su lado, como era de esperarse, ambos con una aura dominante en el largo pasillo, las empleadas y algunos guardas que estaban a los lados de cada puerta por la cual pasaban de largo, les reverenciaban, si bien no eran desendencia Asiática por completo, algunos tenían la obligación de hacerlo al ver a el Amo pasar.

Pronto la conocida habitación a la cual había asignado al rubio recién llegó, estaba frente a sus ojos, dos guardias saludaron antes de que uno de ellos abriera la puerta permitiéndoles la entrada.

Sonaría exagerado tener tanta seguridad para un mocoso, pero al mismo tiempo no era de fiarse, el rubio era astuto, ágil y silencioso, no dudaba que tratara de escapar, aunque lo veía difícil y poco probable que este tratara de salir con lo ocurrido hace más de dos semanas, prácticamente se debería encontrar inofensivo.

—¡¡Déjenme salir malditos hijos de su puta madre!!— seguido una lámpara de noche  se estrelló  a un lado se su cabeza, junto al marco de la puerta por la cual entró apenas se abrió.

Súper inofensivo.

Taehuyng al ver quienes entraron se paralizó, estaba en una de las esquinas de la habitación, había intentado empujar la ventana o romperla, pero era casi imposible, se había despertado en la misma habitación por la cual había intentado escapar, junto con unas mujeres que trataban de revisarlo.

Lo cual causó un estado de nervios y furia en el ojos azules.

—¿Q-que?

Taehyung estaba sin habla, si bien la mirada pesada y penetrante de el pelinegro mas alto le causaba miedo, ver a su lado una mirada filosa y casi gatuna, que parecía analizarlo y al mismo tiempo no mostraba nada, de ambos, no sabía quién le daba más miedo.

La habitación se sumió en una largo silencio, dos hombres con armas estaban tras los de traje, y estos parecían estatuas o robots cibertronico, sin siquiera pestañear, lo cual lo puso más nervioso de lo que se encontraba cuando despertó.

Jungkook dirigió su vista hacia su lado izquierdo de manera desinteresada, notando la bonita lámpara de estilo Victoriano con tela y campanillas que este poseía dándole un estilo agraciado, tirado en el suelo y hecho trizas. Regreso su mirada al joven pelo rubio que parecía que estaba por colapsar de tanto que temblaba y trataba de aferrarse a las paredes de la esquina en la que se encontraba.

Levantó una ceja y con tono desinteresado dijo:

—Esa lámpara era mi favorita — mintió, pero no tuvo duda que la reacción de el menor, le provocó risa por el gesto que hizo.

Se empezó a acercar con las manos en los bolsillos de el pantalón, un paso, otro paso, ladeó la cabeza cuando noto que el contrario trató de apegarse más a la pared, como si fuese posible.

—Es descortés no decir buenos días— giró su cabeza hacia el otro lado, acercándose un poco más.

—¡No se acerque!— Taehyung prácticamente rogo y grito, levantando las manos, estas temblaban, pues tenía frente a el, el mismo sujeto que lo dejó inconsciente y lo había arrastrado por la nieve el día que intento salir de aquí, agregando que era el dueño de aquel lugar infernal, y que le veía como un cazador a su presa, y no quería admitirlo, pero así se sentía.

Una presa apunto de ser cazada.

—Min— hablo sin voltearse, Yoongi subió su mirada desinteresada de su tableta y prestó atención— Déjanos solos.

Wonka //KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora