Treѕ мeѕeѕ de eмвarazo.
Al llegar a su nidito de amor tras un día entero encerrado en su consultorio, con lo primero con lo que JiMin se topa, es a Mandarina; una adorable y rechoncha gata naranja que es más dulce que un pastel de chocolate con cubierta de chocolate y chispas de chocolate por encima.
JiMin deja sus cosas sobre el mueble de la entrada, se desaloja los zapatos y, posteriormente, se agazapa para cargar a Mandarina. Le hace caricias entre las orejas mientras se encamina hacia la cocina, lugar en el que deduce su Alfa debe de estar debido al olor a arroz frito.
—Hola, Alfita —dice mientras regresa a Mandarina al piso una vez cruzado la puerta de la cocina—. He llegado.
—¡Hola! Estoy preparando la cena aprovechando que salí más temprano de lo normal. Normal, ¿no? —un YoonGi sonriente relata, terminando de preparar sushi de huevo y lechuga—. Fui despedido y luego recontratado. Mi jefe se acordó que es mi tío, ¡já!
—¿Y por qué fuiste despedido, Alfita? —él quiere saber, ansioso por escuchar una nueva anécdota sobre el día a día de su novio tratando de sobrevivir al mundo exterior.
JiMin llega hasta su bello Alfa, de intenso olor a tierra mojada y café del negro. JiMin enrolla los brazos alrededor de la cintura de su Alfa para formar un abrazo por detrás. JiMin se deshace en un largo suspiro cuando entierra su nariz entre la espalda de su Alfa e inhala su olor con todo.
Gracias a las hormonas del embarazo, su mente le hace creer que su Alfa es una almohada rellena de las plumas más suaves nunca antes creadas. Aprieta a su Alfa entre sus brazos y restriega su mejilla contra la fornida espalda de su Alfa. Resulta ser el mejor de los paraísos.
—No tengo idea. De pronto el anciano me vio y me dijo: ❝Vete al diablo❞. Se dio la vuelta y a medio caminar recordó que papá JoonKi es su hermano mayor y entonces se devolvió a mí —YoonGi relata sumido en su mundo de traumas e histeria—. Me reconstrató el descendiente de los faraones. Hasta me subió el sueldo... ¿Privilegios o condenas?
YoonGi se lo piensa un poco, pero al no hallar una respuesta satisfactoria a su dilema, encoge los hombros y prontamente se distrae en comerse una rebanada del sushi que acaba de terminar de hacer.
Tras darse la vuelta para saludar debidamente a su novio, comete la mala pata de mirar hacia abajo y enfocar aquella pancita del Big Bang que, por su tamaño de la talla del mundo, ya sobresale de la vestimenta de su novio.
Una terrible corriente eléctrica se pasea por toda su espina dorsal, logrando que sufra de un escalofrío. Pasa saliva con suma dificultad. Rápidamente huye de su novio, no sin antes sembrarle el beso en la frente. Entonces huye hacia la mesa.
—Ha-hay que cenar, sí —decreta totalmente agitado, comenzando a transpirar.
JiMin entonces abre los ojos y deshace el pico que había formado con sus labios esperando un beso de bienvenida. JiMin se da un largo suspiro antes de animarse a girar sobre su eje y desplazarse hacia la mesa.
Toma asiento y, mientras su novio se ha levantado para servir la cena, él lo observa fijamente. Espera a que su novio termine todo y tome asiente frente a él, para tomar el valor de hablar sobre un tema que lo ha tenido inquieto todo el día.
—Mañana está programada mi cita con el médico, para ver cómo está nuestro bebé... Yo quería saber si vas a acompañarme —le comenta a su novio mientras juguetea con los anillos en sus dedos, visiblemente nervioso—. La primera vez fui solo y en la última me acompañó JungKook. El médico sugiere que vaya con mi Alfa.
—Eso... si-significaría ver tu... tu pancita desnuda, ¿no? —le pregunta YoonGi, que de pronto en pronto se está echando aire adentro de su camisa.
—Es claro, bebé. Digo..., mi pancita no tiene nada de malo —él explica y se echa una risita, pero lo cierto es que está incómodo—. Se están formando estrías, lo cual es muuuuy norma...
—Mañana tengo que llegar más temprano, ¿sabes? Y saldré muuuuuy tarde —YoonGi le informa al mismo tiempo en que trata de salir de la silla. Termina cayendo al piso y riendo aparentemente hecho un manojo de nervios y traumas—. Lo siento, pequeño JiMin. Pero, ¡hey!, tú puedes.
Los ojos de JiMin centellean en lágrimas acumuladas, cuando debe presenciar cómo su novio huye del tema yendo a lavar unos platos que ya están lavados, dándole la espalda y poniéndole fin a una conversación realmente importante para él. Después de todo, se trata de su bebé.
A JiMin se le apachurra tanto el corazón y una soga en su garganta se ata tan fuerte que se ve a sí mismo sin palabras. No logra reunir la frese correcta para explicarle a su Alfa lo mucho que anhela que vayan juntos al médico sin que su Alfa se sienta presionado.
JiMin no quiere ser un egoísta. Es decir, conoce la situación en la que su Alfa se encuentra. Todas las citas con especialistas han resultado un fracaso desde hace un mes. Sabe que su Alfa está estresado y frustrado. JiMin desea ser su apoyo, no su carga.
Al final, JiMin se deshace en un nuevo suspiro. Se rinde. No va a insistir con algo que le está afectando severamente a su Alfa..., aunque también lo esté afectando a él y a su bebé.
—Por supuesto —dice apenas audible, haciendo un intento por sonreír, mas sólo crea una mueca—. Yo... estoy exhausto, así que... me iré a dormir —miente con un gran peso de culpa por ello, luego se pone de pie—. Buenas noches, Alfa.
Va a encerrarse al baño a llorar un rato, pero está bien, ¡todo es debido a las hormonas del embarazo!
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Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡<<𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏>>♡
FanfictionYoonGι eѕ υn Alғa qυe тιene υn ѕevero тraυмa con тodo lo qυe тιene qυe ver con el eмвarazo y JιMιn, ѕυ novιo Oмega y aмor de ѕυ vιda, ¡eѕтá мυy eмвarazado! He aqυí υna peqυeña нιѕтorιa ѕoвre el eмвarazo de Parĸ JιMιn y el cóмo ѕυ novιo тraтa de ѕalι...