Capíтυlo 47. 00: <El Alfa del vecino expanzón>.

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Siete мeѕeѕ de eмвarazo

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Siete мeѕeѕ de eмвarazo.

—Buenos días —SooBin, Alfa del vecino expanzón, dice desde el último peldaño de las escaleras.

Entonces a YoonGi, que había querido escupir todo su veneno en contra del inexistente Alfa de su vecino el expanzón, se le cae la quijada hasta el piso. Más que todo, porque todo este tiempo se la pasó pensando en que el Alfa de su vecino era tan sólo parte de la imaginación de éste y que éste era realmente un esquizofrénico prófugo del psiquiátrico.

Pero resulta que el Alfa de su vecino expanzón sí existe, salvo que YoonGi le tiene demasiado coraje por el simple hecho de abandonar a su vecino expanzón durante todo el embarazo. Por tanto, si YoonGi no ha escupido todo su veneno todavía —porque se sabe que cordura y miedo son dos cosas que no tiene—, es porque el pequeño JiMin lo está pellizcando en la espalda para que mantenga el hocico cerrado.

—Bueno, mantengo lo que dije —es todo lo que se limita a decir mientras encoge los hombros como el Alfa traumado y despreocupado que es.

A continuación, el mentado Alfa del tierno BeomGyu se digna en cruzar la sala para llegar hasta BeomGyu; con una sonrisa demasiado estúpida para no ser borrada de esa cara por el puño de YoonGi. Sin embargo, YoonGi ha cogido, no un vaso como las personas comúnmente hacen, sino toda la jarra de jugo de mandarina. Todo esto con el fin de pasarse tantos corajes.

—Usted debe ser JiMin-Hyung, ¿no es así? —SooBin se muestra muy respetuoso al momento de dirigirse a JiMin, cuando se le pone en frente y le hace una reverencia como el mayor que es—. BeomGyu-Ssi me ha hablado mucho de usted.

—Él también me ha hablado mucho sobre ti —responde JiMin, sonriente.

JiMin muestra las claras intenciones de saludar a SooBin con un apretón de manos. YoonGi, no obstante, se para inmediatamente de la silla y como perro rabioso evita tal acción a toda costa. YoonGi, incluso, se escabulle entre los dos para que el pequeño JiMin permanezca detrás suyo mientras él es quien le hace frente al mentado Alfa de su vecino expanzón.

Para concluir, gruñe con ferocidad.

—Así que este es el Alfa abandonahogares del que BeomGyu se la ha pasado hablando —dice, escaneando a SooBin de arriba hacia abajo, con un perceptible desagrado—. Por un momento pensé que tú no existías, porque has brillado por tu ausencia desde tiempos inmemorables.

—Oh... Usted debe ser YoonGi-Hyung —SooBin ignora sus gruñidos feroces para dedicarse a hacerle una reverencia también, dirigiéndose con el mismo respeto con el que antes de dirigió a JiMin—. BeomGyu-Ssi también me ha hablado mucho sobre usted.

—Dirígete a mí con respeto y dulcifícame tu voz —él exige, amenazando a SooBin con su dedo índice—. Me vuelves a gritar y vas a conocer las garras de mi hija gatuna.

—Pero... —SooBin desea aclarar que jamás le faltaría el respeto a una persona que es mayor que él o que tiene más conocimiento que él. Pero, de manera sorpresiva, una mano ha logrado agarrar su trompa y hacerlo callar.

—Los animales no hablan, lombriz de agua puerca —gruñe una vez más, zarandeando la trompa que tiene entre sus dedos.

Y aunque la situación podría fácilmente ser considerada severa, por cuestiones de que un Alfa está tratando con otro Alfa, lo cierto es que la actitud de YoonGi ha generado que un cansado BeomGyu interrumpa el enfrentamiento con su risita tierna de mejillas enduraznadas, a la que pronto se le suma el pequeño JiMin.

—YoonGi-Hyung está algo resentido contigo por no estar aquí conmigo, SooBin-Ssi —comenta BeomGyu, quien se acerca a su Alfa una vez le confía su cachorrita a JiMin-Hyung—. Pero él es completamente inofensivo, Alfa... Está un poco traumadito, pero es una buena persona.

—Oh —ríe SooBin acogiendo a su Omega en su pecho, para brindarle todo su calor corporal y tramistir todo el amor que le siente por medio de sus feromonas—... Gracias, Hyung.

—¡Tsk! Como si lo hubiese hecho por ti, sanguijuela de río —espeta YoonGi, antes de darle la espalda a SooBin y cruzarse de brazos bastante molesto—. Lo hice solamente porque le cogí cariño al expanzón ese.

—Vamos, Alfita, no seas tan rencoroso. Lo importante es que él está aquí para cuidar tanto de su novio como de su hija —JiMin intenta hacerlo entrar en razón alegando, mirándolo con esos ojitos de palometa que él tanto adora—. Además, tú mejor que nadie sabes que un Alfa puede cometer errores en su relación y eso no significa que no ame a su pareja.

—Entendí tu indirecta, JiMin sin pequeño agregado.

YoonGi chasquea su lengua venenosa por segunda vez consecutiva, refunfuñante gracias a la pedrada que su novio le acaba de lanzar en la mera cara sólo por ponerse de lado de otro Alfa.

YoonGi quisiese mandar al carajo al dichoso SooBin o decirle en la cara que es el peor Alfa con el que él ha tenido la mala fortuna de toparse. Pero entonces se percata de la manera en que SooBin abraza a BeomGyu y cae en la cuenta de que, tal vez, el pequeño JiMin tiene razón. SooBin, ahora, quizá, está tratando de reparar aquello que rompió con su ausencia y sólo por ello merece ser perdonado.

—Supongo que el cáncer en el gusto sí existe y que le hiciste una clase de amarre a BeomGyu, porque sólo así podría entender por qué te quiere tanto —dice, cuando su semblante se relaja y se descruza de brazos—... Pero también supongo que vas a comenzar a estar más presente en la vida de tu familia. De ser así, espero que no se te ocurra hacerle algún daño a BeomGyu..., porque le cogí un tanto de cariño.

—Aaaaaw, Hyungie. —Los ojos de BeomGyu se humedecen, claramente conmovido por sus palabras—. Yo también te he cogido cariño.

YoonGi tuerce sus bonitos ojos de Alfa ligeramente traumado y, como ha entrado en pánico por la confesión de su vecino expanzón, su respuesta es una pedorreta hecha con la boca.









Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡&lt;&lt;𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏&gt;&gt;♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora