Capíтυlo 26. 00: <YoonGi se va de casa>.

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Cιnco мeѕeѕ de eмвarazo

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Cιnco мeѕeѕ de eмвarazo.

Compartir la mesa nunca había sido tan incómodo, al menos para JiMin.

Es la hora del desayuno; comer antes de subir al auto y cada quien irse a sus respectivos trabajos para iniciar una jornada laboral. Es lo habitual entre YoonGi y JiMin, siempre compartiendo la mesa para comer como la pareja que son.

Pero hoy algo se siente diferente. No hay risas, no hay una conversación trivial, no hay ánimos y no hay un amor expuesto como tal por los aires. En su lugar, hay un ambiente tenso, un silencio sepulcral y un cielo nublado debajo de esa mesa. Todo está apagado completamente.

JiMin juega con su desayuno más de lo que se mete a la boca, siempre mantiene la mirada puesta en su plato y suspira cada dos minutos. Luego está YoonGi, que prueba bocado cada vez que le echa un vistazo a JiMin sin siquiera disimular.

Es tan obvio que YoonGi desea iniciar una conversación o hablar sobre aquello que los despertó tan distanciados. Sin embargo, YoonGi no está seguro de abrir la boca e intentarlo, pues, al parecer, su sola presencia molesta a JiMin.

Aunque, ¿por qué no intentarlo? YoonGi no pierde nada, exceptuando su estabilidad emocional, su equilibrio mental y su alergia por un nuevo llanto.

—Hoy saldré más temprano del trabajo, pequeño JiMin —comenta al azar con un tremendo miedo a ser rechazado—. ¿Quieres ir a tomar café conmigo hoy, a tu cafetería favorita?

—Hoy tengo la agenda apretada —JiMin se limita a decirle totalmente inexpresivo y lejano, pese a tenerlo en frente.

—¿Por qué no quieres hablar conmigo, pequeño JiMin? —se le escapa preguntar, pero ya no hay marcha atrás.

—Aquí el único que no ha querido hablar conmigo eres tú. Te recuerdo que todo este tiempo me has estado mintiendo cínicamente en la cara, para huir de tus responsabilidades con la excusa de tu problema —aclara JiMin mientras se pone de pie para recoger sus platos, pues ya está siendo hora de ir a su trabajo—. Nuestra relación se ha deteriorado considerablemente, pero tú no lo has notado porque siempre estás metido en tu mundo. Nunca te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor.

—Pero nos amamos, pequeño JiMin. ¿Cómo nuestra relación pudo haberse deteriorado si yo te amo? —Él no lo entiende.

—Es simple; porque el pilar de una relación no es sólo el amor. De ser así, por falta de equilibrio, la relación se desplomaría irremediablemente —argumenta JiMin, que le da la espalda por estar lavando sus platos—. Una relación necesita muchos pilares para que sea estable: comunicación, fidelidad, confianza, respeto, respondabilidad, valor, etcétera.

—Pero... creí que lo teníamos —susurra para sí mismo.

JiMin alcanza a escuchar lo que YoonGi dice y niega ciertamente divertido por ello. JiMin se contornea para darle la cara a YoonGi y hacerle frente. Se seca las manos con una toalla y se apoya contra el filo del lavaplatos.

—Desde el momento en que decidiste mentirme para huir de tus responsabilidades como Alfa y padre, nuestra relación comenzó a desmoronarse —se toma el tiempo de explicarle a YoonGi—. ¿No te das cuenta? Yo no quiero para mi bebé a un padre que entre en pánico al verla. Necesito un Alfa valiente y decidido, que se arme de valor por su familia.

Al final, JiMin niega no muy cómodo de la manera tan hostil y sincera con la que le está hablando al Alfa que ama. Pero él está tan cansado de que todo siempre sea lo mismo. JiMin necesita cambios ahora que su bebé pronto va a llegar a este mundo.

Él necesita a su Alfa, para que le dé apoyo y para que le dé ayuda, para que todo sea mutuo. Él no necesita un Alfa sólo por título, sólo para presumir que tiene uno en casa. ¿Eso de qué le sirve?

—Yo te amo, YoonGi, pero ahora que soy padre, mis prioridades han cambiado. No puedo ponerte a ti por encima de mi bebé —comunica con un timbre suave, de modo en que no hiera tanto a su tonto Alfa—. Te seré sincero; no estás cumpliendo con tus responsabilidades como Alfa y padre. Entonces, por favor, hazte a un lado.

—¿Qué quieres decirme, JiMin? —YoonGi frunce el ceño e inmediatamente se levanta de la mesa.

JiMin aparta la cara en cuanto YoonGi se desplaza hasta él y se le pone en frente, aún con el ceño marcado y una expresión de incredulidad en la cara. La diferencia de estaturas hace que, de cierto modo, el Omega de JiMin se intimide.

Esta vez YoonGi se está mostrando bastante disgustado, lo que genera que su aura de Alfa se imponga ante cualquiera que no sea Alfa. JiMin es un Omega y, para variar, un Omega embarazado. Es evidente que va a sentirse un poco intimidado, aunque se trate de su Alfa.

—Me parece que lo mejor que podemos hacer es... tomarnos un tiempo separados —lo dice finalmente, después de lo mucho que le costó tragarse aquel nudo en su garganta—. Yo quiero enfocarme en mi bebé ahora. No estoy para resolver tus problemas o ayudarte con ellos cuando tú no tienes el interés de solucionarlos.

—¿Y te parece que la mejor solución es separarnos? —lo cuestiona YoonGi, totalmente desconcertado.

—Abre los ojos, ¿quieres? Hace mucho tiempo que estamos separados, simplemente viviendo bajo el mismo techo —espeta, dándole la cara a YoonGi—. Nuestra relación se desplomó y, la única razón por la que seguíamos juntos, es porque yo decidí pasar por alto tu actitud..., porque te amo.

—Yo también te amo, pequeño JiMin —le asegura YoonGi murmurante.

—No necesito palabras bonitas, necesito acciones que así lo demuestren —confiesa, alejando de su mejilla esa mano que intentó acariciarla—. Lo siento, YoonGi, pero ya no estoy pensando como Omega. Mi prioridad ahora es mi hija.

—Pequeño JiMin —YoonGi lo llama cuando lo ve caminar hacia la salida de la cocina—. Pequeño JiMin, espera...

—¿Te vas tú o me voy yo? —da a elegir estando en la puerta de la cocina, a punto de marcharse.

Por un momento, la cocina es invadida por un silencio que sólo empeora el ambiente entre los dos. Todo se vuelve tan cortante que fácilmente se podría utilizar unas tijeras para acabar con ello.

JiMin se detiene a esperar una respuesta por parte de YoonGi, que no es más ese Alfa asustado y llorón. Es ahora un Alfa solamente, como así es su naturaleza.

—Yo me iré de casa —YoonGi se limita a decir antes de pasar por su lado e irse sin más.

Él se cubre la boca. Aunque ha quedado solo, siente que debe llorar en silencio.












Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡&lt;&lt;𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏&gt;&gt;♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora