Seis мeѕeѕ de eмвarazo.
La desesperación y agonía con la que YoonGi ha llegado a la recepción del hospital se percibe por los aires. Sus feromonas de Alfa altamente preocupado marean a todo aquel que ha atravesado su camino, incluyendo, a la enfermera recepcionista.
—¿En qué habitación está el pequeño JiMin? —pregunta directamente entre jadeos, apenas frena estrepitosamente frente a la recepción del hospital—. ¡¿El pequeño JiMin en dónde está?!
—Necesito el nombre completo del paciente, joven —la recepcionista beta le comunica con indiferencia, sin despegar los ojos del computador.
—¡Park JiMin! —responde en un grito agitado, gruñendo molesto para sus adentros—. Y más te vale que le dulcifiques tu espantosa voz a un padre de familia alterado ¡o él te lanzará por la ventana!
La recepcionista beta finalmente se digna en darle la mirada. Imperturbable ella le informa que su pequeño JiMin se encuentra en emergencias, en la habitación tres. YoonGi relaja levemente los músculos.
No pierde el tiempo y se va directo al ascensor, aunque, segundos después, se devuelve hacia la recepcionista. La queda viendo un rato y entonces procede a aventar al piso la montaña de archivos que estaban en la barra de la recepción.
—Por maleducada. Rubia oxigenada tenías que ser —chista antes de coger camino hacia el ascensor.
No le lleva mucho tiempo en llegar a emergencias y dar con la habitación en la que está el pequeño JiMin. Pero tiene la mala fortuna de encontrarse con JungKook en la sala de espera. Éste le gruñe en cuanto lo divisa. Él lo ignora de inmediato y se dirige hacia su concuño, TaeHyung.
—¿Han recibido alguna noticia del pequeño JiMin? ¿Cómo está él? ¿Cómo está Mandarinita segunda? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué no me llamaron antes? ¿Por qué el pequeño JiMin no me llamó antes? —llena de preguntas a TaeHyung mientras lo sacude suavemente de los hombros—. Kim TaeHyung, respóndeme ahora o podría morir justo aquí a causa de un infarto. ¿Eso quieres? Pues no te conocía esas mañas, Omega del mal.
—Hyung, tranquilízate, ¿sí? —le pide TaeHyung, que comprensivo le sonríe confortante—. Su médico lo está viendo justo ahora.
—Pero ¿qué fue lo que pasó...?
—¿Y todavía te atreves a preguntar? ¿Es que no lo notas? Está embarazado y cierto intento de Alfa lo abandonó como el cobarde que es. ¿Quién será?
La expresión de YoonGi se ensombrece en cuestión de segundos. Tensa la mandíbula mientras se gira con dirección a JungKook, que había llegado hasta él por detrás. YoonGi lo encara, para nada dispuesto a fingir agrado.
JungKook se cruza de brazos y lo mira con una sonrisa burlona en la cara; sonrisa que YoonGi quisiera borrarle con uno sólo de sus puños. Pero YoonGi no es tan insensato como para generar una pelea en un hospital en el que su novio se encuentra delicado de salud.
Incluso si su Alfa interno rasga su pecho queriendo salir para poner a JungKook en su lugar, el cual le ha puesto duro los testículos durante mucho tiempo, YoonGi se controla.
—Escucha, JungKook; sé que de pequeño no obtuviste la atención que requerías por ser huérfano y que ahora que estás grande te la pasas queriendo llamar la atención por las malas para satisfacer tu podrido ego —le dice a su cuñado, usando el tono de voz más tranquilo y suave que tiene—. Pero estás muy equivocado si crees que vas a hallar en mí esa atención. Mejor pídesela a tu Omega, que resulta ser el único que te soporta a diario.
—Te crees muy chistoso, ¿no es así? —JungKook le gruñe ferozmente.
TaeHyung hace su intento por intervenir, cuando JungKook da unos pasos hacia YoonGi mientras continúa gruñendo como el Alfa pretencioso que es. YoonGi eleva la mano y le da a entender a TaeHyung que no se meta. TaeHyung entonces retrocede un paso y se lo deja todo en manos de YoonGi, confiando ciegamente en otro Alfa que no es el suyo.
En lo que a JungKook respecta, ha llegado finalmente hasta YoonGi. Ha acordado la pequeña distancia que los dividía. Ahora los dos están frente a frente y, aunque JungKook es más grande y más musculoso y sigue gruñendo como perro con rabia, YoonGi no se intimida para nada.
YoonGi no le baja la mirada a nadie —exceptuando por el pequeño JiMin, claro está—; o la baja JungKook o se van a quedar mirando hasta que se arme el mierdero.
—No me creo chistoso, pero sí realista. Vamos, admítelo; estás celoso por el simple hecho de que tu hermano no decidió pasar el resto de su vida viviendo contigo —es su respuesta, la cual da mientras mantiene rígido el contacto visual—. Te da envidia verlo ser feliz con una persona que no eres tú, porque te das cuenta de que no eres tan indispensable en su vida como él lo es en la tuya.
—No te metas en ese ámbito —ladra JungKook, pues su nervio más sensible ha sido tocado por él.
—Tú empezaste metiéndote en donde nadie te ha llamado. El que se lleva se aguanta, ¿no es así? Pues ahora te toca soportar —alega—. No escabullas tu maldita nariz de rata en mi relación con tu hermano o voy a empezar a creer que estás demasiado obsesionado con él.
JungKook vuelve a gruñir por tercera vez consecutiva, porque es lo único que sabe hacer. Pretende tratar de intimidar nuevamente a YoonGi con su estatura y su musculatura, porque tiene el pobre pensar de que YoonGi es inferior por no ser el típico Alfa con buena masa muscular.
Pero a JungKook le cae la ley, cuando aparece un Alfa todavía más grande y musculoso que él.
Es el doctor Park, encargado del embarazo de JiMin, el que hace acto de presencia entre JungKook y YoonGi, tras salir de la habitación de JiMin y notar un enfrentamiento de dos Alfas cavernícolas a medio pasillo de un hospital.
—Aunque yo soy el más interesado en que se revienten el hocico, están en un hospital y yo en horas laborales —argumenta el doctor Park, quien esparce brillitos por los aires para iluminar el ambiente—. Por el momento, tomen asiento y se maldicen en silencio o me los tumbo a los dos.
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Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡<<𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏>>♡
FanfictionYoonGι eѕ υn Alғa qυe тιene υn ѕevero тraυмa con тodo lo qυe тιene qυe ver con el eмвarazo y JιMιn, ѕυ novιo Oмega y aмor de ѕυ vιda, ¡eѕтá мυy eмвarazado! He aqυí υna peqυeña нιѕтorιa ѕoвre el eмвarazo de Parĸ JιMιn y el cóмo ѕυ novιo тraтa de ѕalι...