Capíтυlo 06. 00: <Un baño con patitos>.

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Un мeѕ de eмвarazo

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Un мeѕ de eмвarazo.

Si hay algo que JiMin ama a la hora de ducharse, además de compartir con su Alfa ese momento pleno en su día a día, es cuando se mete a la bañera preparada por su Alfa. JiMin adora cuando su Alfa se toma el tiempo, sin importar qué esté haciendo, de preparar la bañera para los dos.

Su Alfa de verdad que se esmera en llenar la bañera de agua a temperatura ambiente, colocar diversas sales, añadir unas luces sumergibles con ventosas y patitos de colores, esparcir un suave aroma por el aire. Es como si su Alfa lo conoce tan bien que sabe que le gusta tomar la bañera de la forma más de ensueño posible.

Su Alfa es todo un amor. No importa qué tan traumado esté o qué tan histérico sea, para JiMin, es el Alfa perfecto.

—La bañera está lista para su merced, pequeño JiMin —informa YoonGi mientras agrega unos cuantos pétalos de rosa dentro de la bañera—. Ahora sí, a disfrutar.

Una sonrisa nace de los labios gruesesitos de JiMin, que yace sentado sobre el lavabo. Se ha mantenido ahí desde que su Alfa comenzó a preparar la bañera. JiMin ha estado observando a su Alfa todo este tiempo, meciendo los pies ansioso por meterse a la bañera.

Su Alfa se dirige hacia él. Le planta un beso en la frente y más tarde lo ayuda a bajarse del lavabo. Su Alfa lo ha cogido de la cintura con sus perfectas manos venosas y esqueléticas. ¿Hace calor o es simplemente el ambiente romántico que YoonGi ha creado? Pueden ser ambas.

—¿Quieres una copita de vino, bebé? —YoonGi le ofrece a su Omega, yendo por la botella de vino y un par de copas—. Hay que celebrar que ese camión no me pasó encima... Otro trauma —susurra para sí mismo con la botella y las copas en mano.

—Bebé, te recuerdo que no puedo tomar alcohol —menciona JiMin tras quitarse la bata de seda color rosa francés, y observar sonriente su estómago todavía plano—. Un pedacito tuyo se está formando aquí adentro.

JiMin suspira felizmente. Se adentra a la bañera emitiendo un gemido gustoso al tener contacto con el agua tibia, simplemente perfecta después de un largo día encerrado en un consultorio con una docena de pacientes.

JiMin se sienta en la bañera y se acomoda de modo en que sólo sobresale de él sus hombros hacia arriba. JiMin se sume tanto en disfrutar de las aguas con sales que no se da cuenta de que YoonGi se está empinando toda la botella de vino en un rincón, aparentemente psicoseado.

Es decir, ¡vamos!, su propia mente le hace olvidar que su novio está gestando, lo que significa que hay una cría dentro de él que con el tiempo va a ir creciendo considerablemente. ¡La pancita de su novio se va a expandir como el Big Bang!

—Bebé, ¿no vas a entrar conmigo? —le pregunta JiMin abultando los labios—. Quiero cariñitos.

—Sí...

YoonGi deja vacía completamente la botella de vino, lo que no resultó buena idea. Ahora YoonGi ha sido cogido por un súbito mareo, que lo obliga a sujetarse del botellero en donde guarda los vinos a tomar en la bañera.

YoonGi acaba de recordar que no es un bebedor profesional por cuestiones de herencia.

—¿Estás bien, Hyung? —JiMin se preocupa al notarlo algo desorientado.

—Estoy bien —él asegura, antes de desalojarse la toalla y entrar a la bañera para hacerle compañía a su novio.

—Estos últimos días no te he visto bien —le comenta JiMin, que prontamente se acomoda en su regazo y palpa su frente con la mano—. ¿Estás seguro de que no quieres ir al médico, bebé?

—He estado haciendo horas extras, pequeño JiMin, debe ser por eso —es lo que dice para tranquilizar a su novio, pues se le ve angustiado—. Estaré bien.

—No quiero que te pase nada malo, Alfita —confiesa JiMin junto a sus ojos brillosos—. Debes estar bien por ti, por mí y por nuestro bebé.

YoonGi asiente con la cabeza, pero no dice nada al respecto. Se deja hacer cuando su Omega con aroma a mandarinas y leche lo abraza. Su Omega envuelve sus hombros con los brazos y entierra la cara entre su cuello, el cual considera su lugarcito seguro.

—Todavía no da pataditas porque está muuuuy pequeñito, pero ¿no quieres tocar mi pancita? —un JiMin radiante propone, apenas se incorpora en el regazo de su Alfa—. Hazle cariñitos a mi pancita, Alfita. Anda, anda.

YoonGi acepta casi de inmediato, únicamente, porque el estómago de su novio está planito. YoonGi hace como que su novio no está en estado de gestación, para poder poner la mano sobre su estómago. YoonGi le comienza a hacer cariñitos a su novio; como palmaditas demasiado suave y rascar con sus uñas cortas el vientre, también, demasiado suave.

JiMin es feliz, por tanto, YoonGi también lo es.

—Por cierto, ¿cómo es eso de que casi te masacra un camión, bebé?

—El camionero tenía un problema muy serio de actitud, así que le hice gestos obscenos con las manos... Me quiso echar el camión encima.

—Ay, bebé, es que tú también.





















Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡&lt;&lt;𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏&gt;&gt;♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora