Seis мeѕeѕ de eмвarazo.
—Me parece que el pequeño JiMin te estuvo dando comida de más, bebé —YoonGi le comenta a su gata naranja y rechoncha, que tranquila come su desayuno. Él acaricia sus orejitas, agazapado a un lado de ella—. Perdiste la línea y la dieta. Mírate, estás más gordita.
Él niega antes de ponerse de pie. Pensando en que deberá hablar con el pequeño JiMin sobre la alimentación estricta de Mandarina primera, se va a terminar de lavar los pocos trastes que ensució mientras hacía el desayuno. Después tiene planeado llevarle al pequeño JiMin el desayuno a la cama.
—Buenos días, bebé.
¡Plan fallido! Resulta que JiMin ha bajado a la primera planta cuando YoonGi fue claramente directo en decirle que no debe bajar, pues las indicaciones del doctor brillitos se resumen a reposar y no esforzarse. Pero YoonGi no puede culpar mucho a JiMin cuando éste es un Omega bastante independiente.
JiMin ha aparecido en la cocina cargando a su bebé dentro de su pancita de seis mesecitos. Está recién bañado y portando cómodamente la ropa de su Alfa. Eso sí, con un ligerito maquillaje encima. JiMin llega hasta su Alfa y, necesitado de cariños, lo abraza por detrás.
—¿Por qué bajaste? Yo te iba a llevar el desayuno, pequeño JiMin —murmura YoonGi en lo que se dedica a secar los trastes—. El doctor brillitos dijo que debes evitar el esfuerzo.
—Usar las escaleras y caminar no requieren de esfuerzo, Alfita —informa, con la cara enterrada entre la espalda de su Alfa, aspirando arduamente del olor que se carga mientras apachurra a su Alfa—. Lo cierto es que tu olor llegó hasta nuestra habitación, Alfita.
—Oh... El celo me vino en la madrugada, pero ya me tomé algunos inhibidores —relata YoonGi, bastante tranquilo para estar en su celo—. Ya que estás aquí, vamos a desayunar, pequeño JiMin.
—Hueles tan rico, bebé.
—Lo sé.
—Demasiado como para que salgas al exterior, lleno de Omegas y Betas.
YoonGi parpadea sin palabras. El pequeño JiMin parece haber sido afectado por sus feromonas, que no logra controlar ni con los inhibidores. El pequeño JiMin frota con constancia la mejilla contra su espalda y lo apachurra excesivamente entre aquel abrazo.
De pronto JiMin ronronea con las pupilas dilatadas, negándose a soltar a su Alfa y dejarlo ir. Asimismo, de pronto JiMin gruñe guturalmente, como molesto de que su Alfa tenga que salir a la calle y exhibir su exquisito olor a café del negro, siendo que Omegas y Betas solteros abundan allá afuera.
—Yo no quiero que salgas así —protesta en cuanto es tomado de la mano y guiado hacia la mesa.
—Está bien, pequeño JiMin, tomaré unas cuantas pastillas más antes de irme —le promete YoonGi, que aparta su silla de la mesa para que pueda tomar asiento—. No sería la primera vez que saldré estando en celo. No pasará nada, bebé.
—¿No necesitas que te ayude? —pregunta murmurante, llevando su mano al muslo de su Alfa para apretar de él sutilmente.
—No te preocupes, bebé —YoonGi niega. Pasando saliva opta por retirar la mano traviesa que ha tocado su muslo, para evitar incidentes—, me encargué en el baño de ello.
—¿Estás seguro, Alfita?
—Sí. Ahora desayuna todo lo que te he preparado.
—Está bien.
JiMin acepta tomar su desayuno con un movimiento de cabeza, pero hubo un suspiro recargado al mismo tiempo. Con su mohín está demostrando que ansía ayudar a su Alfa con su celo, aun cuando tiene en cuenta que su Alfa sabe perfectamente bien cómo controlar a su Alfa interno.
Lo que sucede es que JiMin pasó más de un mes sin las caricias de su Alfa, por lo que ahora que ha sido afectado por su impresionante y adictivo aroma, ha despertado en él un deseo por intimar. Sin embargo, está al tanto de que no es posible tener ningún tipo de contacto sexual a sus seis meses de embarazo.
Al final, suspira deprimido mientras juguetea con su desayuno. Su Alfa es demasiado ardiente como para no devorarlo.
—Ey, pequeño JiMin, no te me achicopales, ¿sí? —le pide YoonGi, cuando toma su mano y le planta un beso dulce en el dorso—. Te prometo que, luego de que Mandarina segunda nazca, vamos a estar juntos tú y yo.
—¿De verdad? —Su rostro se ilumina de golpe, como el sol apantallando en su punto más cegador.
—Por supuesto, pequeño JiMin. Me amarrarás a la cama, me vas a coger como tu trampolín y yo seré todo tuyo, para que me uses a tu antojo —promete YoonGi, tras tomar un buen trago de su café—. Sólo ten paciencia, ¿quieres? Es por el bien de nuestra bebé. Ahora come tu desayuno.
—Pero... me estás alimentando de más —murmura, observando su comida—. ¿Y si luego engordo?
—¿Y qué con eso? El que te va a comer soy yo. —YoonGi se encoge de hombros—. Habrá más de donde agarrar, ¿eh?
JiMin suelta una risilla, con sus cachetes siendo tan sólo dos rocetas de arrebol. Es un manojo de nervios y timidez cuando su Alfa acerca su silla a la suya para desayunar más juntitos. Él emite un jadeo gustosito apenas su Alfa besa sus labios de un modo acaramelado y tierno, como lo que él tanto había estado necesitando.
Lo mejor de la situación, podría decirse, es el hecho de que YoonGi está acariciando su pancita mientras los dos se hunden en un perfecto beso llevado al compás. Él acaba suspirando una vez más, esta vez, deshaciéndose sobre los labios de YoonGi, que siempre ha sabido cómo besarlo dependiendo de la situación en la que se encuentren.
—Por cierto, papá JoonKi se ofreció a cuidarte durante el día —YoonGi comenta, apenas después de romper el beso lentamente. Ahora acaricia las hebras rubias y onduladas de su novio—. No tarda en venir. ¿Estás de acuerdo?
—Por supuesto que sí —asiente un JiMin sonriente y encantado—. Papá JoonKi es lo máximo.
—Pero creo que vendrá con su todoterreno tres mil —dice pensativo—. Hoy papá MinSun tiene día libre, y es el pegoste personal de Papá JoonKi.
—Ay, papá MinSun es igual de incomprendido que tú, bebé.
—Lo sé.
Porque nada se hurta, todo se hereda.
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Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡<<𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏>>♡
FanficYoonGι eѕ υn Alғa qυe тιene υn ѕevero тraυмa con тodo lo qυe тιene qυe ver con el eмвarazo y JιMιn, ѕυ novιo Oмega y aмor de ѕυ vιda, ¡eѕтá мυy eмвarazado! He aqυí υna peqυeña нιѕтorιa ѕoвre el eмвarazo de Parĸ JιMιn y el cóмo ѕυ novιo тraтa de ѕalι...