Un Alғa lιgeraмenтe тraυмado. ♡<<𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏>>♡

Capíтυlo 05. 00: <El parque>.

—¿Para qué te envió Papá JoonKi? —YoonGi le pregunta a su papá Alfa apenas los dos toman asiento en los columpios del parque, con un algodón de azúcar cada uno.

—¿Por qué piensas que tu papá me mandó? Es decir, casualmente yo iba pasando por aquí y me encontré contigo. —Su papá encoge los hombros y después arranca un gran pedazo de su algodón. Es insano cómo parece no haber comido en días—. Llámalo cómo quieras; fuerza, maldición, destino. El parque es libre.

—El parque es libre, lo que no es libre es estarme espiando escondido detrás de un árbol mientras yo pedía mi algodón —alega YoonGi—. Además estacionaste tu auto detrás del mío y lo abollaste. Vas a pagar por eso.

MinSun frunce el ceño ante las acusaciones. Podría tomarse su tiempo para pagarle en efectivo a su hijo, si no es porque acaba de recordar la misión que su Omega le dio.

Voltea a ver a su hijo. Su hijo está degustando de su algodón mientras se mece despacio en el columpio, después de un largo día de trabajo.

—Tú papá cree que estás traumado... Bueno, lo cree todo aquel que te conoce —él dice de pronto—. ¿Estás bien?

—¿Respecto a qué? —YoonGi lo mira, masticando de su algodón de azúcar.

—Al embarazo, embarazo, embarazo, embarazo, embarazo de tu novio.

Como MinSun lo tenía más que previsto, su hijo se termina atragantando con el pedazo de algodón que había estado masticando. Su hijo comienza a toser y él se mece en su columpio, pero dejando en la espalda de su hijo una serie de palmaditas.

YoonGi se recupera tiempo más tarde. Es de vida.

—Vi mi muerte —comenta con la voz ahogada y la mano en el pecho.

—¿Podrías dejar de molestar a la muerte y confirmarme que reviviste tu trauma sobre el embarazo? —le propone su papá—. Es para que mi JoonKi-Ssi deja de martirizarme con ese tema. Responde.

—Yo estoy bien —él asegura, pero miente con tal descaro que su papá lo ve encarnando una ceja.

Es decir, ha dicho que está bien respecto a un evidente miedo al embarazo. Sin embargo, desde que su papá mencionó la palabra prohibida, yace temblando, sudando y moviendo los pies totalmente inquieto. Es visible que quiere huir así como huyó de su novio esta mañana.

Él no quiere hablar del tema. No se siente listo. Está demasiado presionado ahora sabiendo que la pancita de su novio pronto crecerá, como para tratar de buscar ayuda.

—YoonGi, tu papá y yo creímos que ya lo habías superado. Estuviste bien durante todos estos años, pero ahora que está claro que no es así, lo mejor será que busques ayuda —le aconseja su papá, un poco más serio—. Esta vez no es sólo por ti, es por tu novio y por tu hijo. ¿Lo comprendes? JiMin puede pensar que estás rechazando al bebé cuando, en realidad, sólo está traumado y...

MinSun cierra la boca. Demasiado inspirado estuvo en dar consejos que ni él toma y resulta que su hijo no le está prestando atención. MinSun refunfuña.

YoonGi está ido completamente en observar un punto fijo de su algodón de azúcar. Tiene la boca abierta y la mandíbula de aquí al suelo. Hay una expresión de terror en su cara, perpleja.

MinSun quiere preguntarle a YoonGi qué le sucede ahora. No obstante, cuando enfoca bien los ojos sobre el algodón a medio terminar de YoonGi, logra divisar un cabello negro entre el algodón.

MinSun se va para atrás de golpe y, a consecuencia de ello, cae de espaldas al suelo. Para estas alturas, que MinSun bota su propio algodón y YoonGi avienta el suyo muy lejos, no se sabe quién está más traumado.

Algo sí que es seguro, tanto padre como hijo gritan enloquecidos y cada quien sale disparado para su auto. YoonGi no se molesta en ponerse el cinturón de seguridad y MinSun no se da cuenta de que ha arrancado el auto teniendo la puerta abierta, los dos simplemente huyen del parque directo a sus casas.

YoonGi maneja a toda velocidad en busca de refugiarse en los brazos de su bonito Omeguita, que siempre sabe cómo tranquilizarlo y estabilizarlo con sus caricias y su aroma.

MinSun se salta los semáforos deseando llegar pronto a su nidito de amor, en busca de sacar a su hija de su habitación y a su esposo de la sala, para meter a ambos bajo las sábanas y que duerman juntos todos para no caer en traumas.

Excelente plan el de padre e hijo.

¡Hola! Les he traído un pequeñito maratón de esta nueva historia.

He de confesar que mi deseo era traerles unos cinco o seis capítulos aprovechando que son cortitos, pero hoy he estado como un celular con cero pila; tan descargada. Incluso hice una extraña combinación entre Coca Cola y un chocolate para ver si me levantaba las energías, pero simplemente no funcionó.

Espero de corazón que les gusten estos tres capítulos. Perdón si es poco.

Quiero decirles que ayer hice mi entrevista de trabajo y que es, quizá, la próxima semana que empiezo. Sé que ya les hablé sobre esto, pero quiero volver a decirles que pondré todo de mí para traerles un capítulo al día, aunque las actualizaciones serían por la noche.

En fin, ¡disfruten!