Somos un grupo de 5 chicos y siempre estamos juntos. Aunque soy el más tranquilo y calmado de mis amigos, me siento completamente seguro cuando estoy con ellos. Desde que estábamos en la escuela, me han protegido de los demás cuando me intimidaban p...
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Después de todo lo que ha sucedido en los últimos meses, finalmente una buena noticia parece asomarse: resulta que nos podremos deshacer de todos aquellos que nos están haciendo daño. Sé que todo lo que están planeando es muy peligroso, pero tengo plena confianza en que mis chicos podrán resolverlo, como siempre lo han hecho.
La mañana está sospechosamente tranquila, y eso me abruma. He tenido que hacerme cargo de todos los negocios de mi papá, cuando sé poco sobre el manejo de grandes compañías de construcción. Gracias a que tengo un equipo muy competente, la empresa sigue en pie y mejora con el paso de los días. No podía permitir que mi padre se levantara y viera cómo todo lo que había construido se echara a la basura.
—Julls —llamaron a la puerta de mi oficina. Me percaté de que era Marina, así que la hice pasar.
—¿A qué debo tu visita? —pregunté, un poco curioso.
—Solo venía porque me he enterado de algunos rumores. Después de la muerte del diputado, su hijo, es decir, tu exnovio, se está casando y está dispuesto a hacer lo posible para que ustedes no sean felices. Sabemos que lo de ustedes no terminó en buenos términos —explicó, muy preocupada por la situación.
—Eso no es nuevo para mí, era un idiota desde hace mucho tiempo, lo único que deseaba era mi dinero y saber de los chicos. Seguro que lo mandaba su padre, algo sabía acerca de los negocios de los chicos y por eso actuaba así conmigo —respondí, enfadado.
—Las personas son muy crueles, demasiado crueles, diría. Aunque no todos son así, siempre hay alguien que te perturbará y hará tu vida miserable. Aquí no vale si eres lindo, si eres rico, si tienes conexiones. Lo más importante es saber usar esos atributos —mencionó.
—El ejemplo soy yo. Mis padres son dueños de media ciudad, sin embargo, no fue suficiente para que me respetaran, si no hubiese conocido a esos chicos ese día, probablemente no estaríamos teniendo esta conversación —suspiré hondo, mientras me acomodaba un cojín encima de mis piernas.
—Probablemente tengas razón —respondió.
—Pero hace tiempo dejé de tenerle miedo a los demás, me di cuenta de que tenía todo para hacer que me respetaran, pero a pesar de ello, siempre me engañaban. Claros ejemplos son Víctor y Samuel —reproché.
—Entiendo bien eso, y sabes que siempre te he apoyado. Por eso estoy aquí, para ofrecerte mi ayuda como siempre. Sabes que no te traicionaría —dijo.
—Desde que te conocí, supe que podrías ser esa hermana que nunca tuve, y no me equivoqué, ahora, más que nunca, necesito tu apoyo para poder ayudar a los chicos en la noche de la carrera, no podemos dejar que esos idiotas piensen que pueden ganar en nuestro territorio —advertí.
—Eres un chico muy dulce, y al mismo tiempo muy temperamental, pero me gusta. De esa manera te conocí, así que no me sorprende, estoy de acuerdo, simplemente aprendiste a defenderte y a cuidar lo que es tuyo —alegó Marina, dándome un abrazo reconfortante.