Han pasado varios días desde que me enteré de que mis amigos están involucrados en el mundo de las carreras ilegales. A raíz de mi estado de salud, simplemente decidí no tocar el tema. Además, la conversación que tuvieron en el hospital sigue rondando en mi cabeza. Cómo hubiera deseado escuchar cada palabra. Simplemente actuaré como si nada hubiera pasado y no me involucraré en sus asuntos. Si están haciendo esas cosas, debe haber una razón, no seré yo quien les diga que lo dejen.
Ellos podrían ser las personas más problemáticas del mundo, pero para mí siempre serán mis amigos más queridos, a quienes respeto profundamente. Así que no cuestionaré sus decisiones y es mejor no entrometerme después de todo lo que hacen, no es tan malo o eso creo.
Cuando los conocí, estaba pasando por un mal momento, sufría mucho acoso. No importaba que mi padre fuera uno de los principales benefactores de esa escuela los demás se burlaban de mí por ello. Recuerdo la primera vez que los vi, estaba siendo acosado por tres de mis compañeros habituales, los mismos que me quitaban dinero o ensuciaban mis cuadernos antes de salir de clases. En ese momento, aparecieron ellos. Recuerdo que les dieron una paliza a esos tres...
Pensé que me iban a maltratar, pero no fue así. Me ayudaron, me consolaron. Después de eso, siempre se reunían conmigo durante la hora del almuerzo. Con el tiempo, se corrió el rumor de que habían ganado más respeto, y poco después, ya no recibí ningún tipo de acoso. Cada vez me hacían más preguntas: ¿de dónde los conocía? ¿Eran hijos de alguien importante? ¿De dónde habrían salido?
Desde ese día hasta su graduación, siempre estuvieron a mi lado. Aunque eran mayores que yo, dejaron su huella en toda la escuela. A partir de entonces, solo tenía que decirles quién estaba intentando molestarme, y ellos se encargarían. Afortunadamente, nadie se metió conmigo durante el resto de mi tiempo en la escuela. Fue bueno, hice más amigos y finalmente pude despertar y empezar a socializar con los demás.
Cumple años feliz, cumple años feliz, que los cumplas feliz.
—Feliz cumpleaños, hijo mío.
No puedo expresar lo feliz que me siento al ver esta escena. Es muy gratificante para mí tener a mis padres conmigo. Mi madre carga un pastel con una vela encendida y mi padre con una sonrisa aplaude el canto de mi madre, él es muy malo para cantar, su humilde aporte es aplaudir.
—Ohhh, pero qué es esta sorpresa. —susurré conteniendo mis lágrimas.
—Hijo mío, feliz cumpleaños. Sabes que estamos muy orgullosos de tenerte como nuestro hijo. —expresó mi madre.
—Ya son 24 años, Julls. Espero que sigas siendo ese chico feliz y que hagas lo que te gusta. No dejes que nadie te diga lo que debes hacer. Eres tú quien sabe lo que será correcto para tu vida. —replicó mi padre.
—Ah, ah, la vela se va a consumir si no la apago, me pondré a llorar. —dije.
Apagué la vela y solo miré fijamente a mis padres. Les di un abrazo. Este es uno de los mejores momentos de mi vida.
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GRUPO DE 5
Teen FictionSomos un grupo de 5 chicos y siempre estamos juntos. Aunque soy el más tranquilo y calmado de mis amigos, me siento completamente seguro cuando estoy con ellos. Desde que estábamos en la escuela, me han protegido de los demás cuando me intimidaban p...