Capítulo 18

655 42 11
                                    


Julls

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Julls

Debo confesar que estaba enojado con Marina, llegué a pensar que nos había traicionado después de todo lo que hemos vivido juntos, somos como hermanos, no la creía capaz. Trataba de convencerme de que todo lo que estaba imaginando era una mentira.

—¿En qué estás pensando, Julls? ¿Aún estás sorprendido por todo esto? —dijo Marina, haciendo que saliera del trance en el que estaba al escuchar toda esa locura por la que había pasado.

—Es solo que pensé que me habías traicionado. Mira la situación en la que me encuentro. —respondí.

—Lo entiendo bien, y sabes que por mucho que me guste Danna... —hizo una mueca, sentándose de golpe en uno de los sillones en medio de la habitación—. Lo siento, Raiza, por mucho que me guste, jamás te traicionaría, y menos a tus amigos. Créeme, Julls, cuando digo que te considero como mi hermano.

La miré tan desesperada que no pude contenerme y abrazarla. No sé qué pasó conmigo, cómo llegué a pensar que mi hermana me podría traicionar. Hubo un momento de silencio, solo la miré, y me lancé a abrazarla. Ambos lloramos por todo lo que nos estaba ocurriendo, y al final, solo nos reímos.

—Me hubiera encantado estar contigo en el momento en que despertaste. Me arrepiento demasiado, mi querido Julls. —susurró, aún con sus ojos llenos de lágrimas—. Pero bueno, cuéntame cómo estás. ¿Aún sigues en tratamiento de recuperación? ¿Cómo te están tratando esos idiotas?

Solté una carcajada. ¿Cómo podía estar triste pero de un momento a otro cambiar de tema?, Marina siendo Marina. —Estoy en proceso de recuperación. Aún debo tomar cierta cantidad de medicamentos, pero estoy bien. Ahora me estoy ocupando de los negocios de mi padre.

—¿Cómo siguen ellos? —preguntó preocupada.

—Pues aún no hay mejoría. Estoy muy preocupado. Han sido las peores semanas de mi vida. Si no fuera por los chicos, no sabría qué hacer con mi vida.

—Crees que ellos han sido capaz de hacer cosas desagradables, tal como lo dijo Raiza —Inquirió.

—Puede ser, pueden ser capaces de hacer cosas aún peores, pero de lo que sí estoy seguro es que nunca me harían daño, y jamás tocarían a personas inocentes, los conozco desde hace muchos años, sé cómo piensan. —respondí.

—Aunque no los conozco tan bien como tú, sé que no serían capaces, pero aún así Julls, debemos tener cuidado, sus enemigos también son los tuyos y la prueba está en cómo terminaron tus padres. —alegó preocupada ante toda la situación por la que estamos pasando.

—Entiendo eso muy bien. Tranquila, mi querida Marina, ahora estamos todos juntos y podremos superar esta crisis.

—Puedo quedarme contigo, mi madre quiere que me quede en casa, pero sin compañía me aburriré infinitamente. —preguntó, haciendo pucheros para que la dejara quedarse. Sabe que diría que sí, sin importar nada.

GRUPO DE 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora