Cᴜʀsᴇᴅ ᴅᴇsᴛɪɴʏ┆𝐬𝐞𝐲𝐟𝐞𝐫

La Traición

Ferit hizo su entrada en la sala con su característica confianza, saludando con una sonrisa encantadora: -Buenas noches a todos-. Todos los presentes se volvieron hacia él, pero sus miradas pronto se desviaron hacia la puerta, esperando la llegada de Seyran.

Y ahí estaba ella, entrando con una elegancia nerviosa, su voz temblando ligeramente al preguntar: -Papá, ¿qué pasa?-. Su mirada se clavó en Kazım, buscando respuestas.

La habitación estaba electrificada con anticipación, todos esperando que Kazım revelara el motivo de la reunión. Ifakat, impaciente, rompió el silencio: -Bueno, Kazım, ya están aquí. ¿Qué es tan importante que quieres hablar con nosotros?-

Kazım se aclaró la garganta, su expresión seria y misteriosa. Ferit y Seyran intercambiaron una mirada de curiosidad y preocupación, ambos sabiendo que algo grande estaba a punto de suceder. La tensión era palpable, y todos esperaban con batedores corazones lo que Kazım diría a continuación.

Halis, con una mirada intensa y una voz llena de impaciencia, preguntó de nuevo a Kazım: -¿Qué pasa, Kazım? ¡Habla de una vez! ¿Qué es lo que quieres decirnos?-Su rostro estaba tenso, con las cejas fruncidas y los labios apretados.

Kazım se acercó a Ferit, sosteniendo su rosario en su mano derecha, su mirada furiosa y acusadora. Su voz temblaba de rabia al decir: -Deberías preguntárselo a tu nieto-, su dedo índice apuntando hacia Ferit como si lo acusara de un crimen. -Deberías preguntarle a él qué estoy haciendo aquí. Él sabe perfectamente bien por qué estoy aquí-

Ferit se encogió de hombros, confundido y preocupado, su mirada saltando de Kazım a Halis en busca de respuestas. -¿De qué hablas, papá Kazım? ¿Qué tiene que ver esto conmigo?- Su voz era temblorosa, su rostro pálido.

Kazım apretó su rosario, su knudo en la garganta, su mirada llena de dolor y traición. -Oh, Ferit", susurró, su voz llena de emoción. -Tú siempre has sido tan inocente, tan ciego a la verdad-. Su mirada se llenó de lágrimas, su voz quebrada. -Pero esta vez, no puedes escapar de la verdad. Tú has causado mucho daño, Ferit. Y ahora, es hora de enfrentar las consecuencias- Su cuerpo temblaba, su rostro contorsionado en una mezcla de dolor y rabia.

Kazım continuó, su voz temblorosa y llena de emoción, su rostro contorsionado en una mezcla de dolor y rabia, su ira creciendo con cada palabra. -Tú insististe mucho en casarte con mi hija Seyran, a pesar de que yo no quería porque se supone que mi hija Suna debía casarse primero-. Su mirada se clavó en Ferit, acusadora, con lágrimas de ira en los ojos. -Y aún así, te di a mi hija Seyran, antes de que fuera el turno de Suna, ¡y para qué! ¡Para que la traicionaras! ¡Para que mientras ella estaba aquí, tú estarías con otra, actuando como si aún fueras un hombre libre!-

Kazım se detuvo, su pecho subiendo y bajando con la emoción, su voz quebrada por el dolor y la ira. -¿Cómo pudiste hacerle esto a mi hija? ¿Cómo pudiste ser tan cruel y despiadado? ¡Eres un monstruo! ¡Un ser sin corazón! ¡Un hombre sin honor!-Su voz se elevó, llena de dolor y rabia, su cuerpo temblando de ira. -¡Te odio! ¡Te odio por lo que le has hecho a mi hija! ¡Te odio por tu traición y tu mentira!-

Ferit retrocedió, su rostro pálido, su mirada baja, sin poder enfrentar la verdad que Kazım le estaba diciendo. Sabía que había hecho daño a Seyran, sabía que la había traicionado, y ahora se enfrentaba a las consecuencias de sus acciones. No podía encontrar las palabras para disculparse, no podía encontrar la forma de justificar su comportamiento. Solo podía mirar a Kazım, con una mezcla de miedo y arrepentimiento en su mirada.

Kazım asintió, su rostro contorsionado en una mezcla de amargura, dolor y rabia. -¡Claro que no lo aceptarás, porque no le dices a tu abuelo de una buena vez que estando casado con Seyran, veías a tu amante, Pelín, sin importarte para nada mi hija!-Su voz era un grito de dolor y traición, su cuerpo temblando de ira.