Capitulo 34

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Ferit abrió los ojos y se encontró con Pelín acostada junto a él. La luz del sol entraba por la ventana, iluminando su rostro sereno. Ferit se sorprendió, no recordaba que Pelín se hubiera metido en su habitación la noche anterior.

– ¡Fuera de aquí! – exclamó Ferit, su voz firme y autoritaria.

Pelín se despertó bruscamente, sorprendida por el tono de Ferit.

– ¿Qué pasa, Ferit? – preguntó, confundida.

Ferit se levantó de la cama y agarró a Pelín del brazo, sacándola de la habitación.

– ¡Vete! ¡No quiero verte aquí ahora! – dijo, su voz elevada.

Pelín se resistió un poco, pero Ferit la sacó de la habitación y cerró la puerta detrás de ella. Pelín se quedó en el pasillo, confundida y un poco asustada por el comportamiento de Ferit.

Pelín miró la puerta de la habitación de Ferit, aún sorprendida por su brusquedad. De repente, escuchó una voz firme y autoritaria detrás de ella.

– ¿Qué haces aquí, Pelín? – preguntó Ifakat, la tía de Ferit, con una mirada severa.

Pelín se dio la vuelta, nerviosa, y se encontró con Ifakat, que la miraba con desaprobación.

– Lo siento, tía Ifakat... solo quería hablar con Ferit – tartamudeó Pelín.

Ifakat cruzó los brazos, su expresión inquebrantable.

– Ferit necesita espacio, Pelín. Déjalo solo por ahora – ordenó.

Pelín asintió, sabiendo que no podía discutir con Ifakat. Bajó la cabeza y se alejó, sintiendo la mirada de Ifakat sobre ella.

Ferit se acercó sigilosamente a la cuna de Ümit Hacı, su corazón aún latiendo con fuerza después del encuentro con Pelín. Miró con cuidado al pequeño, asegurándose de que siguiera durmiendo tranquilamente.

Ümit Hacı, ajeno al drama que acababa de ocurrir, dormía plácidamente, su pequeño pecho subiendo y bajando con cada respiración. Ferit sonrió levemente, sintiendo una oleada de amor y protección hacia su hijo.

Con cuidado, Ferit acarició la cabeza de Ümit Hacı, asegurándose de no despertarlo. Luego, se sentó en la silla junto a la cuna, sumido en sus pensamientos. La imagen de Seyran y el bebé que esperaba aún lo atormentaba. ¿Qué futuro les deparaba?

Ferit sonrió suavemente mientras miraba a Ümit Hacı, y comenzó a hablar en un tono suave:

– Ümit Hacı, mi pequeño, pronto tendrás un nuevo compañero de juegos. Un primo, un hermano… alguien que te hará reír y con quien compartirás tus aventuras.

Ferit hizo una pausa, recordando la noticia que Seyran le había dado.

– Será un bebé, Ümit. Un bebé que llevará la sangre de nuestra familia. Y tú serás un gran hermano mayor, protegiéndolo y enseñándole todo lo que sabes.

Ferit suspiró, pensando en la situación.

– Aunque mamá Seyran y yo ya no estaremos juntos, haré todo lo posible para que tú y tu hermanito puedan conocerse, jugar juntos y crecer como hermanos. Prometo que encontraré la manera de que eso suceda.

Ümit Hacı siguió durmiendo, pero Ferit sabía que algún día entendería. Y se comprometió a hacer todo lo posible para que sus hijos pudieran tener una relación cercana, a pesar de las circunstancias.

 Cᴜʀsᴇᴅ ᴅᴇsᴛɪɴʏ┆𝐬𝐞𝐲𝐟𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora