Capitulo 14

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Seyran se secó las lágrimas y tomó una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre. Con una determinación que la sorprendió a ella misma, dijo en voz alta: "Es hora de volver a casa y tramitar mi divorcio".

Las palabras resonaron en la habitación vacía, y Seyran sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Sabía que esta decisión podría tener consecuencias devastadoras, pero no podía seguir viviendo en esta mentira, en este juego cruel que Ferit había planeado.

Con una respiración profunda, Seyran se levantó y comenzó a empacar sus cosas. No miró atrás, no se permitió sentir la culpa o el miedo. Simplemente sabía que era hora de tomar el control de su vida, aunque eso significara enfrentar el dolor y la soledad que la esperaban.

Mientras cerraba la puerta detrás de ella, Seyran susurró-Es hora de ser libre, aunque eso termine matándome-.

Seyran tomó su celular y marcó el número de su padre, Kazım. Cuando él respondió, Seyran dijo con voz firme: -Papá, voy a volver a casa. Ben por mí a la mansión, por favor-.

Kazım se sorprendió por un momento, pero luego una sonrisa se extendió por su rostro. -Mi niña, finalmente has decidido dejar atrás esa farsa. Estoy en camino, estaré allí para recogerte-.

Seyran suspiró, aliviada de haber tomado la decisión de alejarse de Ferit y su mundo de mentiras. -Gracias, papá. Estoy lista para irme-.

Kazım gruñó, su voz llena de ira. -Ese muchacho no es digno de ti, Seyran. Te veré pronto, mi niña-.

Seyran miró hacia el suelo, donde yacían los boletos del viaje a París que Ferit le había dado. Una sonrisa triste se formó en sus labios mientras susurraba -Hoy te iba a decir que sí, Ferit. Hoy te iba a decir que aceptaba ir contigo a París-

Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar la emoción y la ilusión que había sentido cuando Ferit le propuso el viaje. Había soñado con explorar la ciudad del amor con él, con compartir momentos inolvidables juntos.

Pero ahora, todo eso parecía una mentira. Ferit la había engañado, la había utilizado para su propio entretenimiento. Y ella había estado a punto de creerle, a punto de seguirlo ciegamente.

Seyran se sintió una tonta por haberse dejado engañar tan fácilmente. Pero también se sintió aliviada de haber descubierto la verdad a tiempo. No iría a París con Ferit, no seguiría adelante con una relación que no era real.

Ferit entró en la oficina de contaduría, donde Efe lo esperaba con una sonrisa. -Es bueno verte bien recuperado después del accidente que tuviste hace unas semanas-, dijo Efe, mientras Ferit se acercaba a su escritorio.

Ferit simplemente asintió con la cabeza, sin decir una palabra. No estaba de humor para charlas pequeñas después de lo que había pasado con Seyran. Se sentó en su silla y comenzó a trabajar en los documentos que tenía frente a él, intentando concentrarse en las cifras y olvidar el dolor que sentía en su corazón.

Efe notó el cambio en el comportamiento de Ferit y decidió no presionarlo. -¿Necesitas algo, Ferit?- preguntó, mientras se volvía a su propio trabajo.

Ferit negó con la cabeza, sin levantar la vista de los papeles. -No, gracias. Solo necesito trabajar-.

Ferit suspiró y respondió el teléfono, viendo el nombre de Pelin en la pantalla. -Hola-, dijo con voz neutra.

Pelin respondió con su voz dulce y alegre, -Hola, Ferit. ¿Cómo estás? Te he extrañado-.

Ferit se sintió un poco consolado al escuchar su voz. Al menos Pelin era real, al menos sabía que ella lo amaba de verdad. No como Seyran, que había resultado ser una farsa, un juego cruel que su tía había armado.

 Cᴜʀsᴇᴅ ᴅᴇsᴛɪɴʏ┆𝐬𝐞𝐲𝐟𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora