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Amigas no puedo creer que lleve 50 capítulos 😭 nunca había escrito tanto , esta historia la amo

Amigas noc que voy a escribir aquí , trate de complacer a todas , perdónenme si no les gusta el capítulo 😭 las amo ❤️‍🩹 Garcias por comentar 🫦🫦

El cumpleaños de Lucho había llegado y decidió hacer una reunión con todos nosotros, supuestamente algo tranqui, pero todos sabíamos que mientras hubiera licor nada sería "tranqui". Llegué a su casa sola, ya que Mariana se había adelantado a pasar el día con él y yo, jummm, y Lucía había salido a comprar el regalo de él.

Toqué el timbre un par de veces y me abrió Corina. Se hizo a un lado para que pasara y saludé a todos. Como casi siempre, era la última en llegar. Miré a todos lados y no vi a Camila. Sonreí un poco, tal vez la estaba pasando mal ya que ella le dijo a un paparazzi el día del partido que tal vez tenía algo con Richard y luego él lo negó profundamente delante de todas las cámaras.

Qué horror.

Me senté en el sofá y empecé a tomar y a bailar con Daniel y Mojica. A la mitad de la noche ya me sentía un poco tomada y me acerqué a la barra de la cocina donde estaba Carrascal, también tomado, con su cabeza agachada.

—¿Esto que estamos haciendo es jugando, verdad? —preguntó él, levantando la mirada lentamente.

—Tal vez sí, tal vez no —respondí, quedando frente a frente con él.

—Sé que estás enamorada de Richard y él de ti, pero aunque todo esto sea por darle celos, no puedo evitar pensar en ti —dijo, mirando mis labios. Estábamos lo suficientemente cerca como para sentir su susurro en mis labios.

—Entonces no lo evites —respondí, justo antes de que nos besáramos, pero apareció Daniel, interrumpiendo la escena, visiblemente nervioso.

—Hey, ¿todo bien aquí? —dijo Daniel, mirando de un lado a otro, pero su mirada se posó en richard notando la tensión en el aire.

—Sí, solo conversando —respondí, intentando mantener la compostura. Carrascal se apartó, frustrado, y tomó otro trago.

Me levanté para ir al baño, ya descalza porque quién sabe dónde había dejado mis tacones. El piso estaba frío. Caminé rápido hasta allá y, antes de cerrar la puerta, una mano se interpuso. Era Richard y entró rápidamente, cerrando la puerta detrás de él.

—Espera tu turno, "Richi" —dije, imitando la voz chillona de Camila—. Me estoy orinando.

—Orina, no importa —dijo él, cruzando los brazos, sin moverse.

—Richard, sal, me da pena que me escuches orinando.

—No me importa. Orina —respondió, su tono firme y decidido.

Suspiré, resignada, y me giré para hacer lo que debía. Pero antes de que pudiera hacer nada, él me atrajo hacia él, sus manos firmes en mi cintura.

—¿Qué haces con Carrascal? —su voz cambió totalmente a una enojada, desesperada y posesiva.

—¿Qué te importa? Sal —dije, doblando las piernas para no orinarme encima , y intentando alejarme de su agarre.

Él negó con la cabeza, soltándome poco a poco.

—Eres mía y no lo entiendes —susurró, su voz cargada de emoción.

—Tú ya tienes a Camila, no a mí —susurré, mi voz temblando.

—Richard, me estoy orinando en serio.

—Me taparé los oídos y cerraré los ojos, pero no te voy a dejar salir de aquí para que te veas con Carrascal y estés a punto de besarlo de nuevo.

Mi jefe || Richard ríos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora