Capitulo 12

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Kaito se desplomó en el suelo, exhausto y sin fuerzas. Los padres de Akane se detuvieron y se dieron vuelta para mirarlo. En ese momento, escucharon a unas enfermeras que pasaban por el pasillo.

"Es un milagro que esté vivo", dijo una de las enfermeras. "Se quería suicidar hace unos días. Estuvo tres meses sin comer ni dormir, y luego intentó ahorcarse".

Los padres de Akane se miraron entre sí, sorprendidos y preocupados. No sabían que Kaito había intentado suicidarse. Se acercaron a él y lo miraron con lástima.

"Pobre chico", dijo la madre de Akane. "No sabía que estaba pasando por tanto dolor".

El padre de Akane asintió. "Creo que debemos reconsiderar nuestra decisión. No podemos dejar que Kaito sufra más".

La madre de Akane asintió. "Sí, debemos dejar que Kaito vea a Akane. Al menos, podemos permitir que se despidan".

Los padres de Akane se acercaron a Kaito y lo ayudaron a levantarse. "Vamos, Kaito", le dijeron. "Puedes ver a Akane. Pero solo por un momento".

Kaito se levantó, con lágrimas en los ojos. "Gracias", dijo. "Gracias por permitirme verla".

Kaito se acercó a Akane, que estaba sentada en su silla de ruedas, con una mirada vacía en sus ojos. Se arrodilló frente a ella y le tomó la mano.

"Akane, mi amor", le dijo. "Me voy, pero te prometo que un día vendré a buscarte. Te voy a cuidar y a ayudarte a recuperarte, no importa qué tan difícil sea".

Akane lo miró, sin reconocerlo. Kaito sabía que había perdido la memoria, pero eso no lo detuvo.

"Te amo, Akane", le dijo. "Y siempre te amaré".

Los padres de Akane se acercaron y le dijeron a Kaito: "Bueno, ya se terminó tu tiempo. Nos vemos, muchacho. Mejórate y ya no hagas esas tonterías de suicidarte. Sé fuerte y haz lo que prometiste".

Kaito asintió, con lágrimas en los ojos. "Lo haré", dijo. "Voy a ser fuerte por Akane y por mí mismo".

Con eso, Kaito se levantó y se fue, decidido a cumplir su promesa. Sabía que el camino sería difícil, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por Akane.

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