Capitulo 61

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Después de comprar los útiles, Ai y Hana regresaron a sus casas respectivas. Al día siguiente, Hana le marcó a Ai y le dijo: "Ey, Ai, ¿quieres acompañarme a comprar ropa? Decidí tirar mi antigua ropa y quiero comprar algo nuevo".

Ai aceptó acompañarla y respondió: "Claro, Hana, me encantaría ayudarte a elegir ropa nueva. ¿Qué tipo de ropa estás buscando?"

Hana pensó por un momento y dijo: "No sé, algo bonito y cómodo. Quiero renovar mi guardarropa completamente".

Ai se rió y dijo: "Bueno, entonces vamos a ir de compras y encontrar algo que te haga lucir hermosa".

Al día siguiente, Ai y Hana se encontraron en el centro comercial y comenzaron a buscar ropa. Hana probó varios vestidos y Ai le dio su opinión honesta. Finalmente, encontraron un vestido azul que le quedaba perfecto a Hana.

"Este es el que quiero", dijo Hana, mirándose en el espejo. "Me encanta cómo me hace lucir".

Ai sonrió y dijo: "Sí, te queda perfecto. Debes comprártelo".

Y así, Hana compró el vestido y varios otros artículos de ropa. Ai la ayudó a cargar las bolsas y la acompañó a casa.

De repente, mientras Hana y Ai estaban caminando hacia la casa de los padres de Hana, escucharon un ruido fuerte y se dieron cuenta de que había ocurrido un accidente. Un tractor de agricultura se había estrellado en la casa, justo como le había pasado a los abuelos de Hana tiempo atrás.

Hana corrió hacia la casa, preocupada por sus padres, y Ai la siguió de cerca. "¿Están bien?", gritó Hana, mientras corría hacia la casa.

Ai llegó detrás de ella y también preguntó: "¿Están bien? ¡Díganos que están bien!"

Los padres de Hana salieron de la casa, un poco magullados pero afortunadamente vivos. "Sí, estamos bien", dijeron al unísono. "Al menos llegaron a tiempo, la ambulancia ya está en camino".

Hana se sintió aliviada al ver que sus padres estaban bien y se abrazó a ellos. Ai también se sintió aliviado y se unió al abrazo.

"Gracias a Dios que están bien", dijo Hana, llorando de emoción.

Ai asintió y dijo: "Sí, gracias a Dios. No puedo imaginar lo que hubiera pasado si...".

Los padres de Hana sonrieron y dijeron: "No pasa nada, hijos. Estamos bien. Y gracias a ustedes por llegar tan rápido".

La ambulancia llegó y los paramédicos atendieron a los padres de Hana. Afortunadamente, no tenían heridas graves y solo necesitaban algunos puntos y descanso.

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