AMOR TSUNDERE

capitulo 26

De repente, salió el esposo de Yui, Taro, y vio a la pequeña Hana parada en el jardín. Yui, que estaba incómoda con la pregunta de Hana, no lo había notado. Taro se acercó sigilosamente por detrás de Hana y le hizo señas con los ojos a Yui para distraerla.

Yui entendió y sonrió. Taro tomó a Hana por detrás y le dio un ataque de cosquillas. Hana se rió y se retorció, olvidándose completamente de la pregunta que le había hecho a Yui.

"¡Tío Taro, para! ¡Me estás haciendo cosquillas!", gritó Hana, riendo.

Taro se rió y la soltó. "Lo siento, pequeña. No podía resistirme".

Yui se unió a la risa. "Gracias, Taro. Creo que has salvado el día".

Hana se secó las lágrimas de risa y miró a Yui. "Madrina Yui, ¿qué pasaba? ¿Me estabas contando algo?"

Yui sonrió. "Oh, no, pequeña. No era nada importante. Solo estábamos charlando".

Hana parecía confundida, pero Taro intervino. "Vamos, Hana. ¿Quieres venir conmigo a ver los peces en el estanque? Te mostraré los nuevos que compré".

Hana asintió y se fue con Taro, olvidándose de la pregunta que le había hecho a Yui. Yui suspiró aliviada, agradecida con Taro por haber distraído a Hana.

Akane y Kaito despertaron y se fueron al baño para lavarse los dientes. Luego, bajaron a la cocina para preparar el desayuno. Pero al pasar por el cuarto de Hana, notaron que no estaba.

"¿Dónde está Hana?", preguntó Akane, preocupada.

Kaito se encogió de hombros. "No lo sé. Pensé que estaría durmiendo".

Akane y Kaito se miraron asustados y salieron corriendo de la casa para buscar a Hana. Escucharon la risa de Hana en la casa de al lado y se dirigieron hacia allá.

Al llegar, vieron a Taro y Yui jugando con Hana en el jardín. Hana se reía y se divertía con sus juegos.

Akane y Kaito se detuvieron en la puerta, aliviados de haber encontrado a Hana. Yui los vio y les hizo una señal para que se acercaran.

"¡Buenos días! Hana vino a visitarnos temprano", dijo Yui, sonriendo.

Taro se acercó a ellos. "Sí, y nos ha estado contando sobre su amor por los animes".

Akane y Kaito se miraron, aún un poco preocupados. "Gracias por cuidarla", dijo Akane.

Yui sonrió. "No hay de qué. Siempre es un placer tener a Hana aquí".

Hana se acercó a sus padres, todavía riendo. "Mamá, Papá, ¿ven? Estoy jugando con Tío Taro y Tía Yui".