Capitulo 75

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Yui continuó explicando, con lágrimas en los ojos. "Después de lo que pasó, me fui de Japón y me escondí. Me sentía culpable y asustada. Pero cuando me enteré de que Akane había perdido la memoria y no podía caminar, me sentí aún peor. Quería pedir perdón, pero tu padre no quería verme".

Hana escuchaba, conmocionada. "¿Y por qué no te arrestaron por lo que hiciste?", preguntó.

Yui se encogió de hombros. "No sé. Supongo que porque no había pruebas suficientes. Pero lo que sí sé es que me he arrepentido todos los días de mi vida por lo que hice".

Kaito, el padre de Hana, se levantó de su silla, con una mirada de tristeza y dolor. "Yui, ¿por qué me sedujiste? ¿Por qué quisiste destruir mi felicidad con Akane?"

Yui se cubrió el rostro con las manos. "Lo siento, Kaito. Lo siento mucho. Me dejé llevar por los celos y la venganza. No pensé en las consecuencias".

Hana se puso de pie, con una mirada de desprecio hacia Yui. "No te perdono", dijo. "Nunca te perdonaré por lo que le hiciste a mi madre".

Akane se acercó a Hana y la abrazó. "Hija, eso fue tiempo pasado, hace mucho tiempo. Yui es nuestra amiga, verdad Kaito?"

Kaito asintió con la cabeza. "Sí, Akane. Yui se ha arrepentido y ha sido una buena amiga para nosotros".

Akane continuó. "Y después de que tú naciste, Yui quiso ser tu madrina, junto con su esposo Taro, tu padrino. Debes perdonarla, Hana. Eso ya fue historia".

Hana se sintió confundida. No sabía qué hacer. Por un lado, quería odiar a Yui por lo que había hecho, pero por otro lado, veía cómo su madre y padre habían perdonado a Yui y la habían aceptado como amiga.

Yui se acercó a Hana y se arrodilló frente a ella. "Hana, por favor, perdóname. No quiero que me odies. Quiero ser tu amiga y tu madrina".

Hana miró a su madre y padre, y después miró a Yui. Finalmente, asintió con la cabeza. "Está bien... te perdono".

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