Capitulo 27

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Akane y Kaito regañaron a Hana, "Hana, debes decirnos que vas a salir. ¿Qué tal si te pasa algo?"

Hana perdió la risa y se disculpó, "Lo siento, Mamá, Papá. No lo haré de nuevo".

Taro intervino, "No la regañen, aún es una niña de 3 años. Además, estamos a lado de ustedes y ella está a salvo".

Yui se apartó de Taro y Hana y dijo, "Yui me estuvo preguntando por el anime de ustedes, Love Tsundere. Me hizo preguntas sobre su pasado, pero yo no dije nada".

Kaito y Akane se miraron preocupados, "Es verdad, también nos preguntó anoche, pero no queríamos decirle nada por la escena del accidente que viene en la segunda temporada".

Kaito agregó, "Voy con mi editorial el lunes y les diré que cambien el horario de ese anime a la hora de adultos. No quiero que Hana vea esa escena".

Akane asintió, "Sí, es mejor que no vea eso aún. Es demasiado para ella".

Yui asintió, "Entiendo. Es mejor protegerla de eso por ahora".

Taro se acercó a ellos, "No se preocupen, nosotros estamos aquí para ayudar. Y Hana está a salvo con nosotros".

Akane y Kaito, junto con Hana, se regresaron a la casa para desayunar. Después de un delicioso desayuno, se prepararon para salir.

"Hoy es el cumpleaños de mi papá", dijo Akane. "Vamos a ir a la casa de mis padres para celebrar".

Hana se emocionó, "¡Yay! Me encanta ir a la casa de los abuelos".

Kaito sonrió, "Sí, será un día divertido. Vamos a llevarle un regalo a tu abuelo".

Después de un corto viaje en coche, llegaron a la casa de los abuelos. Hana corrió hacia la puerta y la abrió, gritando "¡Abuelos!".

Los abuelos de Hana, los padres de Akane, salieron a recibirlos con sonrisas. "¡Feliz cumpleaños, Papá!", dijo Akane, abrazando a su padre.

La familia se reunió en la sala para celebrar el cumpleaños. Hana se sentó en el regazo de su abuelo y le dio un abrazo, "Feliz cumpleaños, Abuelo".

El día continuó con juegos, comida deliciosa y risas. Hana se divirtió mucho con sus abuelos y primos. Akane y Kaito se relajaron y disfrutaron de la compañía de la familia.

Al final del día, Akane y Kaito se despidieron de los abuelos y se llevaron a Hana a casa, cansada pero feliz. "Fue un día perfecto", dijo Akane, sonriendo.

Kaito asintió, "Sí, lo fue. Hana se divirtió mucho".

Hana, ya dormida en el asiento trasero, sonreía en sueños, recordando el divertido día con su familia.

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