Capitulo 63

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Después de que Hana se instaló en la casa de Ai, comenzó a explorar su nuevo entorno. Mientras miraba alrededor, vio varias fotos de Ai en las paredes y en los estantes. De repente, una foto en particular llamó su atención. Era una foto de Ai cuando era más joven, con un corte de pelo diferente y una sonrisa inocente.

Hana se acercó más a la foto y recordó cosas del tiempo en primaria, cuando Ai todavía se llamaba Ren. Se acordó de cómo Ai siempre había sido un poco tímido y reservado, pero también muy amable y leal.

Mientras miraba la foto, Hana se sintió un poco nostálgica. Recordó los buenos momentos que habían compartido en la primaria, las risas y las aventuras. Se dio cuenta de que, aunque Ai había cambiado mucho desde entonces, su esencia seguía siendo la misma.

Hana sonrió para sí misma, sintiendo una conexión más profunda con Ai. Se sintió agradecida por la oportunidad de estar en su casa y de poder revivir esos recuerdos felices.

Justo en ese momento, Ai entró en la habitación y la encontró mirando la foto. "¿Qué pasa?", preguntó con curiosidad.

Hana se volvió hacia él y sonrió. "Solo recordaba los buenos momentos en la primaria", dijo. "Eras muy diferente entonces".

Ai se rió y se acercó a ella. "Sí, he cambiado mucho", dijo. "Pero me alegra que todavía puedas ver algo de mí en esa foto".

Hana siguió riendo y comenzó a imitar a Ren, el egocéntrico narcisista que Ai había sido en primaria. "¡Oh, mira quién está aquí! ¡Soy el gran Ren, el más inteligente y guapo de la clase!", dijo Hana, exagerando el tono y la actitud de Ai en ese entonces.

Ai se sonrojó ligeramente y sacó su lado tsundere. "Tonta", dijo, tratando de parecer indiferente. "No era tan malo como crees".

Hana siguió imitándolo, disfrutando del momento. "¡Oh, sí! ¡Eras el rey del mundo y todos debíamos adorarte!", dijo, riendo.

Ai se rió también, aunque trató de mantener su actitud tsundere. "Bueno, alguien tenía que mantener el orden en esa clase de caos", dijo.

Hana se detuvo y miró a Ai con una sonrisa. "Pero a pesar de todo, siempre fuiste amable conmigo", dijo. "Y eso es lo que importa".

Ai se sonrojó aún más y desvió la mirada, tratando de ocultar su sonrojo. "Bueno, alguien tenía que cuidar de ti", dijo, tratando de parecer indiferente.

Hana se acercó a él y lo abrazó. "Gracias, Ai. Eres un verdadero amigo".

AMOR TSUNDERE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora