Capitulo 28

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Después de llegar a casa, Akane y Kaito vieron a Yui en la terraza. "Ya métete a tu casa, te vas a resfriar", le dijo Akane.

Yui bajó de la terraza y se acercó a ellos. "Esperen, tengo algo que decirles. Vimos unas personas que vinieron a buscarlos", dijo con una expresión seria.

Kaito y Akane se miraron preocupados. "¿Qué pasó?", preguntó Kaito.

Yui tomó una respiración profunda. "Es por tus padres Kaito. Tuvieron un accidente en su casa. Un tractor de agricultura se estrelló en su casa y están graves de salud".

Kaito se quedó sin palabras. Akane lo abrazó. "Lo siento, Kaito. Vamos al hospital ahora mismo".

Kaito asintió. "Sí, vamos. Dejaremos a Hana con Yui y Taro".

Yui asintió. "Sí, no se preocupen por Hana. Estará segura con nosotros".

Kaito y Akane se subieron al carro y se fueron al hospital de Tokyo, donde los padres de Kaito habían sido internados. El viaje fue tenso, con Kaito preocupado por su familia.

Al llegar al hospital, Kaito y Akane se dirigieron a la habitación de los padres de Kaito. El médico los recibió con una expresión seria. "Lo siento, Kaito. Tus padres están en condición crítica. El accidente fue grave".

Kaito se sintió como si hubiera recibido un golpe. Akane lo abrazó fuerte. "Estoy aquí contigo, Kaito. No estás solo".

¡Claro! Aquí continua la historia:

El doctor le pidió a Kaito que firmara un formulario para autorizar la operación de emergencia en quirófano. "Es su única oportunidad de salvarles la vida", dijo el doctor.

Kaito firmó el formulario sin dudarlo. "Hagan todo lo posible por salvarlos", le pidió al doctor.

El doctor asintió y se dirigió al quirófano. Kaito y Akane se quedaron en la sala de espera, esperando ansiosamente noticias sobre el estado de los padres de Kaito.

Horas de espera parecieron eternas. Finalmente, el doctor salió del quirófano con una expresión sombría. "Lo siento, Kaito. Hicimos todo lo posible, pero... no resistieron a la operación".

Kaito se sintió como si hubiera recibido un golpe mortal. Akane lo abrazó fuerte, tratando de consolarlo. "Lo siento, Kaito. Estoy aquí contigo".

Kaito se derrumbó en el suelo, llorando desconsoladamente. "No... no puede ser. Mi mamá, mi papá...".

Akane lo abrazó fuerte, llorando también. "Estoy aquí contigo, Kaito. No estás solo".

El doctor se acercó a ellos y puso una mano en el hombro de Kaito. "Lo siento, Kaito. Perder a un ser querido es nunca fácil".

Kaito se levantó, secándose las lágrimas. "Gracias, doctor. Quiero verlos".

El doctor asintió. "Claro, Kaito. Puedes verlos en la morgue del hospital".

AMOR TSUNDERE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora