31. Reunión Familiar.

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El tan esperado día había llegado.

Muchos de la aldea estaban ansiosos, sus patriarcas habían organizado la celebración; muchos suponían que se trataría de la relación que existía entre el primogénito de Sara y Takeshi, y de la hija de Kaito Hashiba. Quizá, al fin tendrían a sus nuevos lideres.
Otros simplemente suponían que podría tratarse de la niña que ahora vivía en el patriarcado y de su extraña aparición.

Había muchos tipos de rumores que corrían por la aldea. Pero eso no evito que las calles fueran decoradas de distintas formas y colores. Era obvio que muchos de los vendedores ambulantes y locales aprovecharan para ofrecer sus mercancías.

Ese día, el pueblo estaba de fiesta.

/Sooga/

Habían iniciado su mañana desde temprano, Mirai y Yoana se habían levantado desde temprano para tener listas sus maletas.

Mientras Yoana se encargaba de organizar las maletas, preparar el desayuno y de cuidar del tiempo.

Mirai se había ido a ver a sus tíos en la cabaña del bosque. Después de su extraña desaparición no quería irse sin despedirse.

Hanan: espero que todo les salga bien. [Suspiro]

Tobe: si algo sale mal, o necesitan de algo, solo llámanos. [Dijo preocupado] Con lo que acabas de contarnos, nosotros nos iremos a Takeda para decirle todo a tu abuelo, quisa él pueda serles de más ayuda.

Mirai: si, tal vez les llame.

Después de haberse despedido, Mirai corrió hasta el restaurante, tenían que desayunar antes de irse a la estación del tren.

Pucca, al ver la presión sobre su hermana, bajo a la primera planta para poder enterarse de su estado.
Como era de esperarse, aún no había ningún comensal en las mesas, aún era muy temprano para que el restaurante abriera.

A la única que vio pasar por la puerta fue a su amiga, Ching.

Pucca: Ching... [Saludo]

Ching: Yoana me llamo.

Su hablar mostraba lo agitada que estaba, parecía que llego corriendo desde su casa.

Ching: me imagino que ya se van.

Pucca: algo así me dijo anoche, solo que no espere que fuera tan temprano. [Dijo ansiosa] ¿Y Abyo?

Ching: se fue al trabajo, y los niños están en el dojo con mi padre. [Explico]

Tras el repentino silencio entre ellas, Ching vio en su amiga los nervios que recorrían en su cuerpo.

Ching: ten cuidado con lo que vayas hacer... [Advirtió] Espero que lo hayas pensado bien anoche.

Pucca: ni siquiera sé porque hago esto. [Dijo en un suspiro] Vengo a llevarme a mi hija, pero, igual quiero verlo.

Ching: por tu reacción, me imagino que aún lo quieres. [Dijo en broma]

Pucca: no te voy a mentir, siento que volví a ser una niña, no sé cómo reaccionaría cuando lo tenga enfrente. [Confeso emocionada]

Ching: te deseo buena suerte.

Rato después, Ching tuvo que irse, tenía unos niños a los que cuidar, así había dejado al trio de mujeres a que desayunaran, para salir y retomar su viaje.

/Sanada/

La mañana había sido igual de agitada para todos, la servidumbre se había levantado desde temprano para atender a los señores.

Como Dos Gotas De Agua... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora