6. Cena De Compromiso.

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Los días y semanas fueron pasando y Pucca cada vez más iba de mal en peor, unas veces se deprimía y otras veces estaba de mal humor, Hanan; como ya se había acordado, se había quedado en Sooga para ayudar a Pucca con lo que le hiciera falta, hasta en lo más íntimo, la pelinegra ya tenía 4 meses de embarazo sus senos y pezones aumentaron su tamaño y cambiaron de color, su cintura había desaparecido y Pucca se sentía fatal por su nuevo aspecto aún no le crecía el vientre, pero cada que ella se veía en el espejo y ya no estaba tan esbelta como antes, se sentía diferente.

Justo ahora, ella, Garu y su "prima", como la hacía llamar ahora, se encontraban en la cabaña del bosque de bambú, pasando la tarde.

Pucca: ¡No porque me tuvo que pasar esto me veo horrible! [Decía Pucca llorando mirándose en el espejo]

Por otro lado, Garu ya estaba harto de estar lidiando con el mal humor y los lloriqueos de su chica, ya quería que su hijo naciera para que Pucca volviera a ser la de antes, ansiaba ese momento.

Garu: por Dios, ya no soporto esto. [Dijo Garu bufando de lo harto que estaba pues los gritos y llantos de Pucca ya no lo dejaban meditar tranquilo]

Hanan: Vamos primo, ya verás que más tarde se le pasara ya le preparé un té de pasiflora, no me digas que la vas a dejar solo porque no soportas sus cambios de humor. [Comentó Hanan quien traía a Mio en su regazo]

Garu: No, claro que no primero me mato antes de hacerle eso, quiero que todos sepan que yo si le cumplo a mi mujer. [Dijo Garu guardando su katana en uno de sus armarios]

Desde que todo esto empezara, ya ni podía entrenar con sus armas ninja, los lamentos de su novia, gritos de llanto o de enojo eran lo que hacían que Garu dejara sus entrenamientos de lado para asegurarse de que Pucca no estuviera haciendo un intento de aborto o quebrando cosas.

Hanan: Mejor ve a ver que necesita. [Sugirió mientras regaba un pequeño árbol de flores de cerezo que habían plantado]

Garu fue hacia donde estaba Pucca, la encontró vistiendo un camisón de seda rosa de tirantes sentada en medio de la cama mirando hacia una de las paredes de la habitación.

Garu: ¿Que le sucede a su alteza? [Preguntó tratando de animar a Pucca]

Pucca: ¿Cuantas veces te he dicho que no me digas así? [Hablo con molestia]

Garu: Entonces ¿Que le sucede a su majestad? [Dijo divertido mientras la abrazaba]

Pucca: Ese término menos ira conmigo, solo mírame estoy horrible. [Dijo casi en llanto]

Garu se extrañó al escuchar como Pucca se menospreciaba así misma, entendía que eso era normal en un embarazo, pero algo lo asustaba.

Garu: Mi vida, para mí siempre serás la mujer más hermosa, no importa cómo te veas. [Dijo limpiándole las lágrimas]

Al parecer había logrado calmarla, y aquello hizo que le prestara atención a las facciones de su novio. Era una de las ventajas que había tenido, su instinto materno comenzaba a mostrarse cada vez más.

Pucca: ¿Qué te pasa? [Lo mira] Según recuerdo, era yo quien estaba llorando.

Garu: [Sonríe] Quiero contarte algo.

Pucca: ¿Qué quieres decirme? [Preguntó más tranquila]

Garu; es sobre el fideicomiso.

Pucca: ¿Qué hay con eso?

Garu: hay una parte que quiero contarte.

Pucca: pero, si ya me hablaste del resentimiento de tu abuelo, el porque los dejo a ti y a tus padres, el cómo llegaste con tus abuelos y tía.

Como Dos Gotas De Agua... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora