9. Gemelas.

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El camino a la aldea había sido largo, se habían ido de madrugada. Solo traía con él una mochila con unos pares de ropa, ni siquiera había traído todas sus cosas ya que, no le habían dado ni tiempo para eso.

En cuanto salieron de la iglesia, se dirigieron a la casa entre el bosque; Takeshi le ordeno que se apresurara en empacar lo necesario, ya después ellos le conseguirían más ropa.
Sin que ellos se fijaran, Garu había metido entre su chaqueta una foto de Pucca; esa que les habían tomado aquella noche en el yate. Nunca se fijaron cuando la tomaron, pero captaron justo el momento en el que estaban bailando, ambos parecían felices, ya que sus rostros lo mostraban, además de lo bien que se veían juntos, parecían estar cómodos uno con el otro.
Era el único tesoro que pudo traer consigo.

Eran cerca de las 2 de la tarde, justamente cuando habían llegado.

Sara: ya llegamos cariño. [Lo mira]

Sin necesidad de verla, Garu volteo a mirar por la ventana del auto; el lugar parecía ser muy tranquilo, parecido a Sooga. Solo que este, parecía tener mano dura.
La gente que los miraba, parecía saludar a sus padres, después de todo son los patriarcas, pero el problema era cuando lo volteaban a mirar a él, parecían sorprendidos y algunos otros fisgones; sin duda este pueblo era igual de pequeño, eso sería un gran problema.

No falto mucho para que Takeshi estacionara el carro frente a una gran casa, era elegante y muy tradicional; cuando bajo del auto, pudo mirarla con más detalle.
No tenía buenos recuerdos de ese lugar, la última vez que estuvo ahí, fue cuando conoció a Osamu, pero igual fue el día que lo desconoció como su nieto.

Sara: vamos hijo, entremos. [Se acerco a él por detrás]

Takeshi: queremos que conozcas a alguien. [Dijo animándolo a entrar]

Su padre le había dado las llaves del auto a un miembro de la servidumbre para que lo guardara, mientras que él y su esposa guiaban a su hijo al interior de su casa.
En su interior mostraba ser aún más grande de lo que aparentaba, la sala y los pasillos tenían un toque rustico, las ventanas y puertas de madera eran tradicionales, sí que era linda.

Sara: ¿Qué te parece hijo?

Garu: es linda. [Dijo sin mirarla]

Taekshi: ahora es tuya, hijo.

De manera lenta, se acercó hasta donde su hijo, lo abrazo por sobre de los hombros.

Takeshi: yo te voy ayudar con el trabajo, hasta que estes listo para tomar tu lugar. [Hablo ilusionado]

En uno de los pasillos, escucho que alguien se acercaba; todos miraron a la misma dirección, fue ahí cuando los vio.

Takeshi: Garu, te presento a tus hermanos. [Dijo de la misma forma]

Solo se quedó en su mismo lugar impresionado, no creyó que sus hermanos estarían así de grandes.
Él primero era el chico, parecía ser idéntico a él, su cabello es completamente negro, su piel clara, sus ojos eran de un tono obscuro; todo lo contrario a él. Parecía ser de unos 17 años, para su edad, tenía un buen físico, debía estar entrenando.
Por otro lado, la chica parecía ser de su misma edad, o quisa un año más joven, era bastante linda; no creyó tener una hermana así de bonita. Mirandola bien, parecía ser el vivo retrato de su madre; su cabello, piel, ojos, inclusos tenía las mismas pecas.

Sara: chicos, él es su hermano del que les hablamos. [Se acerca a ellos] Salúdenlo.

El par de jóvenes se acercaron a él, al instante Takeshi se alejó de su hijo y se acercó a su esposa, para admirar mejor la escena.

Como Dos Gotas De Agua... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora