23. Tras el Legado.

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Ya había pasado la noche; ambas debían descansar lo mejor que pudieran, lo bueno para ellas, era que las contiendas iniciaban después del mediodía.

Se habían tratado sus heridas, se dieron un baño y se encaminaron al estadio.

Ari: ¿Y ahora?

Mirai: [Suspira] Son dos vueltas. Quedamos en tercero, pelearemos primero contra el segundo lugar, quien gane, ira contra el primer lugar.

Ari: ¿Y la segunda?

Mirai: los dos perdedores se enfrentarán, el que gane, ira contra el ganador de la primera vuelta. Esta vez solo tendremos dos puntos para ganar.

Ari: me preocupan esas chicas hamada.

Mirai: si, a mí también. Hasta donde sé, son buenas en peleas cuerpo a cuerpo.

Ari: ¿Alguna idea?

Mirai: no, necesito ver su estilo de pelea, y eso no será hasta la segunda vuelta. [Mira preocupada a su hermana] Solo debemos tener cuidado, no sé qué tan sólido sea su estilo.

Por ahora solo tenían que prepararse, irían contra el segundo lugar, ya tenían su estrategia hecha; gracias a Mirai; pero aun así no se confiarían con ellos, aquel par suelen ser buenos en la fuerza y agilidad en las piernas. La primera en participar fue Mirai, pelearía contra un clan especializado con la fuerza bruta, sería difícil al principio, pero si se mantenía apegada a su plan, podría sacarlo de quicio, ocasionando su desasosiego y así ganarle más fácil.
Según las palabras de su abuelo, son muy pocos los que se dedican en pelear con su cerebro, la mayoría utilizaban sus músculos y siempre era más fácil ganarles en una pelea si les demostrabas que su fuerza no era lo suficiente para vencerte, eso les hacía desbocarse y no serían capaces de notar el dolor que te causan y pelearían solo por pelear.

Debía mantenerse serena, controlar todas sus reacciones y el dolor que le causaría pelear, con tal de sacarlo de quicio.

Al principio, la pelea mostraba quien ganaría; Mirai llego a empatar con su contrincante, estaban a solo un punto de ganar, le costó mucho obtener su objetivo, y solo fue hasta el último minuto que consiguió confundir a su contrario. Ahora era cuando solo lanzaba sus golpes al aire, a pesar de llevar mucha fuerza, su velocidad comenzaba a disminuir, le costo algunos golpes a las costillas, pero al fin consiguió ganarle; lo derribo al golpear sus piernas para terminar golpearle en la cara.

Ari: bien Miri. [Festejo a su gemela] ¿Estas bien?

Se preocupo al verla tumbarse en una de las bancas.

Mirai: si, solo me duelen las costillas.

Ari: ¿Quieres que llame a alguien?

Mirai: no, estoy bien. No es nada fuera de lo común. [La mira] Mejor, preocúpate por ti.

Ari: a si... deséame suerte... [Camina a la lona]

Mirai: ¡Oye!

Ari: [La mira]

Mirai: ten cuidado con ella.

Le había relajado la forma en la que le hablo, solo debía de cuidarse, al menos hasta el primer punto.

Según el rol de los combates, Ari pelearía contra Nahori, la mayor de las mellizas, y de acuerdo a su plan, debía mantener una pelea contra ella y si era necesario, dejaría que anotaran un punto, al menos para que Mirai lograra reconocer su estilo de pelea. Si de verdad formaban parte de algún clan, debían poseer algo de ellos.

Como siempre, ambas participantes se presentaron en el centro de la lona, se inclinaron en forma de respeto, y una vez inicio, ninguna se contuvo en atacar.
Ambas habían atacado al mismo tiempo; la velocidad en la que atacaron y la fuerza con la que se impulsaban, demostró que no solo querían ganar los puntos, ambas querían demostrar quien era la más fuerte.

Como Dos Gotas De Agua... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora