Jimin, después de intercambiar unas pocas palabras con la enfermera en el pasillo, entró en la habitación de Yoongi con una mezcla de ansiedad y esperanza en su pecho.
El reencuentro entre Jimin y Yoongi se sintió como una escena sacada de un sueño, uno de esos que te dejan una sensación de nostalgia al despertar, donde los rostros familiares parecen extrañamente distantes. Había pasado solo unas pocas horas desde la última vez que lo vio, pero para Jimin, cada minuto de distancia era una eternidad que pesaba sobre su espíritu, aquel día se marchó temprano para darse un baño y buscar algunas cosas que necesitaría más tarde cuando le dieran el alta a Yoongi.
Lo primero que hizo al entrar fue buscar los ojos de Yoongi, esos ojos que tanto conocía, al contrario de otras ocasiones está vez parecían un espejo vacío, reflejando todo y nada al mismo tiempo, se forzó a sonreír, a pesar de que su corazón latía con la fuerza de mil tambores dentro de su pecho.
—¿Ya te han traído algo de comer? —preguntó Jimin, su voz suave, tratando de disimular la preocupación que lo consumía por dentro.
Yoongi, quien estaba recostado en la cama con una expresión que mezclaba aburrimiento y resignación, asintió con un ligero chasquido de su lengua, un gesto que solía hacer cuando estaba impaciente o ligeramente molesto.
—Sí, ya comí—respondió, sin más detalles, como si la comida fuera el menor de sus problemas en ese momento— no regresaste hace un rato.
Jimin asintió lentamente, su alivio mezclado con una tristeza sutil.
—Lo sé, tuve que ir a bañarme y fui a conseguir algunas cosas que necesitaré más tarde— explico suavemente.
Se acomodó en el pequeño sillón al lado de la cama, el mismo en el que había pasado tantas noches en vela, con sus pensamientos como única compañía, el asiento ya había tomado la forma de su cuerpo, como un testimonio silencioso de su constante presencia, suspira profundamente, como si con ese simple gesto intentara liberarse del peso que cargaba.
El silencio entre ellos se extendió por unos minutos, hasta que Yoongi, con una expresión seria en el rostro, rompió la calma con una pregunta que perforó el corazón de Jimin como un cuchillo bien afilado.
— Estuve pensando, ¿qué pasaría si nunca recuerdo quién eres? —La voz de Yoongi era baja, casi un susurro, pero cada palabra llevaba el peso de la incertidumbre—. O lo que teníamos.
Jimin sintió como si el aire se congelara en sus pulmones. La pregunta que tanto temía había sido pronunciada en voz alta, y ahora no había forma de escapar de ella. Dudó en dar una respuesta, su mente navegando por un mar de posibilidades y miedos, después de lo que pareció una eternidad habló, su voz temblando con una mezcla de determinación y dolor.
—Me encargaré de que te enamores de mí —respondió, sus ojos fijos en los de Yoongi—. Puedo enamorarte, otra vez, así como tú lo hiciste la primera vez.
Yoongi lo miró con curiosidad, como si intentara encontrar alguna chispa de verdad en las palabras de Jimin. Entonces, con una leve inclinación de la cabeza, preguntó, casi con incredulidad:
—¿Cómo fue que te enamoré?
Jimin sonrió, un gesto pequeño pero lleno de ternura, mientras los recuerdos de su pasado conjunto se agolpaban en su mente, era extraño contarle a Yoongi su propia historia de amor, como si estuviera narrando un cuento de hadas que alguna vez fue real.
—Me enviabas postres casi todos los días —dijo Jimin, su tono lleno de dulzura—. Y siempre con notas, pequeñas frases que dejabas junto a cada dulce o flor. Aún las guardo todas, en mi preciada caja de los recuerdos. Si quieres, te la mostraré cuando lleguemos a casa— sugirió observando detenidamente al pálido.
Yoongi se quedó en silencio por un momento, procesando esas palabras, el concepto de "casa" y la idea de que compartían un hogar le parecieron sorprendentes, casi irreales, sus ojos se abrieron un poco más al escuchar el comentario de Jimin, y su voz salió como un murmullo incrédulo.
—¿Cuánto tiempo llevamos viviendo juntos?
—Casi cuatro años —respondió Jimin, su voz suave pero cargada de significado—. Casi cuatro años compartiendo cada día, cada noche, construyendo algo juntos.
Yoongi frunció el ceño, como si tratara de encajar las piezas de un rompecabezas que nunca había visto antes.
—Pensé que me llevarías con mis padres —dijo finalmente, sus palabras cargadas de una confusión genuina.
El comentario cayó como una piedra en el estómago de Jimin, que sintió cómo su cuerpo se tensaba ante la mención de los padres de Yoongi, las sombras de esos recuerdos de todo lo que había sucedido con ellos, se cernieron sobre él como una tormenta oscura. No quería pensar en ellos, no quería imaginar lo que pasaría si Yoongi los llegará a recordar.
Con la garganta seca y el corazón latiendo con fuerza, Jimin encontró las palabras, aunque cada una de ellas le costó como si estuviera arrancando pedazos de su alma.
—Deseo que nunca los recuerdes, Yoongi —dijo, su voz apenas un susurro lleno de dolor contenido—. Hay cosas que es mejor dejar en el olvido y ellos son una de esas cosas.
Las palabras quedaron suspendidas en el aire entre ellos, cargadas de un peso que ninguno de los dos estaba listo para soportar, el silencio que siguió fue espeso, como una neblina que los envolvía, igualmente era un refugio, un espacio donde ambos podían procesar lo que se acababa de decir.
Yoongi, todavía sin comprender completamente lo que Jimin quería decir, lo observó con una mezcla de curiosidad y confusión a pesar de todo, había algo en la mirada de Jimin, algo en la forma en que sus palabras habían sido pronunciadas, que le hacía confiar en él, aunque no supiera por qué.
—¿No se llevan bien?...
—Te quiero cuidar es todo...
Ambos se quedaron en silencio, compartiendo un momento que era solo suyo, un fragmento de tiempo donde lo importante no era el pasado ni el futuro, sino el simple hecho de que, en ese instante, estaban juntos.
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HOPE|• Yoonmin
FanfictionEn donde Yoongi pierde la memoria y Jimin tiene que hacerle recordar su pasado, ayudandole a atar los hilos sueltos de aquellas memorias ilusidas. En los días más oscuros siempre se hallará un rayo de luz, una esperanza para seguir, Jimin era consie...