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Taehyung, con esa sonrisa burlona que tan bien conocían, no perdió ni un segundo en aprovechar la situación. Se acercó a ellos con un aire exageradamente solemne, pero sus ojos brillaban con una malicia juguetona.

—Vaya, vaya, Jimin-ah,—comenzó, inclinándose ligeramente hacia él como si estuviera a punto de revelar un gran secreto—no sabía que te ponías tan nervioso cuando estás a solas con Yoon. ¿Debería preocuparme por ustedes dos?.

Jimin todavía ruborizado se cruzó de brazos y frunció el ceño en un intento de parecer serio, aunque sus labios temblaban ligeramente, conteniendo una sonrisa.

—¡Claro, como tú y Kook son dos conejos imparables crees que todos pensamos en eso! Además, Yoon aún no está en condiciones para... eso.

La risa de Taehyung explotó como una cascada, el sonido se escuchó por todo el estudio, llenando el espacio con su contagiosa alegría. Se dobló ligeramente, llevándose una mano al estómago, mientras con la otra fingía limpiarse lágrimas de los ojos.

—¡Ay, Jiminie!— exclamó entre carcajadas—eres demasiado divertido, de verdad. ¿De verdad crees que me preocuparía por algo así? Aunque, si soy sincero, nunca pensé que tú serías el que pondría los límites. ¡Vaya sorpresa!.

Yoongi, que hasta ese momento había permanecido en silencio, observando la escena con una mezcla de diversión y paciencia, no pudo evitar esbozar una sonrisa, aunque intentó ocultarla tras una expresión más seria. Sabía que cuando Taehyung comenzaba a bromear, era difícil detenerlo.

—Bueno, Yoon,—dijo Taehyung, dirigiéndose a él con un tono más relajado, aunque su mirada seguía siendo traviesa—Ya pasaste la prueba de los seis meses. Creo que ni siquiera cuando recién se conocían aguantaron tanto,— puso su mano sobre su mentón de manera pensativa—¿o me equivoco?, Así que, por favor, trata bien a Jiminie. Lo merece por todas las noches que pasó en vela por ti.

Yoongi asintió lentamente, su expresión volviéndose un poco más suave al escuchar las palabras de Taehyung. Sabía que, aunque estuviera bromeando, había una verdad profunda en lo que decía. Miró a Jimin, quien ahora parecía estar buscando alguna grieta en el suelo donde esconderse, y una oleada de ternura lo invadió.

—Siempre lo trato bien,—respondió Yoongi con un tono calmado, pero sincero—y seguiré haciéndolo, porque sé cuánto ha hecho por mí.

Jimin, sintiendo el peso de las palabras de Yoongi levantó la vista tímidamente y encontró la mirada del pálido. Había algo en los ojos de Yoongi que lo desarmaba, una calidez que lo hacía sentir seguro y amado, antes de que pudiera decir algo, Taehyung decidió que el momento necesitaba un poco más de su chispa.

—Claro, claro,—dijo, agitando una mano en el aire como si estuviera disipando una nube de sentimentalismo—pero aún así, no puedo evitar preocuparme un poquito por ustedes. Después de todo, la última vez que trataste de ser amable con alguien... bueno, digamos que no terminó tan bien.

Jimin soltó una risa nerviosa, sabiendo a lo que se refería Taehyung. A veces, la preocupación de Yoongi podía manifestarse de maneras un tanto torpes, pero eso era parte de su encanto.

—Está bien, Tae,—dijo finalmente, dándole un ligero empujón en el brazo—nos cuidamos mutuamente. Y para que lo sepas, no todos son tan... energéticos como tú y Kook.

Taehyung se echó a reír de nuevo, esta vez con un poco más de moderación.

—¡Ay, Jimin!, nunca cambies, ¿sí?— sonrió ligeramente — además kook y yo somos jóvenes, quemamos el motor seguidamente.

El ambiente, antes tenso por la cercanía, se había relajado completamente, aunque las palabras de Taehyung habían sido en tono de broma, ambos sabían que lo decía en serio. Jimin, ahora con una sonrisa en los labios, volvió a inclinarse hacia Yoongi, dejándose caer ligeramente en su hombro.

HOPE|• Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora