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Si existía algo que Yoongi y Jimin descubrieron juntos fue el significado de amar libremente, unidos paso a paso, supieron que amar en libertad es un acto sublime, un vuelo sin fin en un cielo despejado donde las alas no se desgastan ni el viento se convierte en un enemigo, supieron que es la sensación de volar sin peso, de surcar el horizonte sin miedo a caer, porque sabían que, aunque se desplomaran, habría un par de brazos dispuestos a sostenerles.

Yoongi sabía que amar a la persona correcta era como encontrar un refugio en medio del caos, un lugar donde todas las heridas pueden sanar y todas las cicatrices se vuelven historias compartidas, narradas con la misma devoción con la que se miran las estrellas en una noche clara.

Jimin y Yoongi entendieron el significado de amor verdadero, ese que crece en libertad, el que no es una cadena que ata ni una jaula que encierra, ese que es como un viento suave que empuja hacia adelante, que inspira a ser mejor, a superar los propios límites sin sentir que se está sacrificando algo esencial. En este tipo de amor, la dulzura no es un acto forzado ni una estrategia para ganar afecto; es una respuesta natural, un reflejo de la paz que se encuentra al lado de la persona que no solo acepta tus grietas, sino que las acaricia con ternura, sabiendo que son parte de lo que te hace único.

Las grietas en el alma, esas que la vida ha dejado en su paso implacable, no son defectos que deban ocultarse. Son las marcas de la batalla, los testimonios de una lucha constante por sobrevivir, por ser auténtico en un mundo que a menudo demanda máscaras y disfraces. Justo cuando Jimin creyó que nadie lo amaría con tantas heridas que cargaba y esas cadenas que lo mantenían reprimido por el pasado arduo que cruzó encontró a Yoongi quién se encargó de mostrarle que siempre existiría un paraguas donde podría refugiarse tras cada lluvia o tormenta.

Jimin sabía amar con dulzura, a pesar de esas grietas, cada que compartía un pequeño momento con Yoongi quién también había sufrido la sensación que le recorría era alegría genuina, porque era como regar una flor marchita con el agua más pura, sabiendo que, con el tiempo y el cuidado necesario, volveria a florecer. Ambos continuaron juntos apesar de las sucias jugadas de la vida porque tenían amor y la paciencia de esperar, de comprender que la sanación no es instantánea, que el proceso de crecimiento es continuo, lleno de retrocesos y avances, pero siempre hacia adelante.

Cuando amas a la persona correcta, ambos se convierten en jardineros del alma del otro, cuidando con esmero cada planta que crece en ese jardín compartido, se ayudan a arrancar las malas hierbas, a podar las ramas que se extienden demasiado lejos, a nutrir las raíces que sostienen el árbol del amor, juntos crean un espacio donde cada uno puede florecer, donde los sueños individuales se entrelazan sin sofocarse, donde las ambiciones personales encuentran un terreno fértil para crecer sin temor a ser pisoteadas.

Este amor es un diálogo constante, una conversación silenciosa que se lleva a cabo a través de miradas, caricias y gestos cotidianos, es un compromiso de ayudar al otro a ser la mejor versión de sí mismo, no porque sea una obligación, sino porque es un deseo profundo que surge del corazón. Amar en libertad significa aceptar al otro con todas sus imperfecciones, pero también significa empujarse mutuamente a superar esas imperfecciones, a crecer juntos, a desafiarse con amor y paciencia.

Es la libertad de ser uno mismo sin temor al rechazo, la certeza de que, pase lo que pase, siempre habrá alguien que te vea con ojos llenos de amor y aceptación, y en esa libertad, ambos encuentran la fuerza para enfrentar sus demonios internos, para superar las pruebas que la vida les presenta, sabiendo que no están solos en esta lucha.

Amar a la persona correcta te da la libertad de ser vulnerable, de mostrar tus debilidades sin miedo a ser juzgado, te permite abrir tu corazón y compartir tus miedos más profundos, sabiendo que, al hacerlo, no serás menos amado, sino más comprendido. Y en esa comprensión mutua, ambos encuentran la paz que tanto habían anhelado, la tranquilidad de saber que, aunque el camino sea difícil, lo recorrerán juntos, apoyándose el uno en el otro, creciendo juntos en cada paso.

HOPE|• Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora