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La conversación en la habitación continuaba entre risas y anécdotas, el ambiente ligero y lleno de esa complicidad que solo los buenos amigos pueden compartir. Taehyung, con su habitual entusiasmo, comenzó a relatar una historia que trajo consigo la nostalgia de días pasados.

—Recuerdo que una vez salimos en una cita doble, ¿Lo recuerdas amor ?—preguntó Taehyung, su voz llena de una mezcla de diversión y ternura—. Fue un caos total, ninguno de nosotros podía decidir a dónde ir, así que terminamos yendo a todos lados.

Jungkook, quien había estado recostado en su silla con una sonrisa de satisfacción, asintió con un brillo en los ojos.

—Sí, empezamos en el cine, pero como no podíamos ponernos de acuerdo sobre qué película ver, acabamos saliendo a mitad de la función —añadió Jungkook con una risa, recordando la indecisión que había marcado esa salida—. Luego fuimos al parque, como si estuviéramos buscando algo que ni siquiera sabíamos qué era.

Yoongi los escuchaba, su mirada oscurecida por una leve niebla de confusión, aunque también con una chispa de curiosidad que parecía intentar abrirse paso entre los recuerdos enterrados. Taehyung, percibiendo el cambio en su amigo, decidió aprovechar la oportunidad.

—Espera, creo que tengo algo aquí —dijo Taehyung, sacando su celular del bolsillo y navegando rápidamente por su galería de fotos y videos—. Aquí está. Mira esto, hyung.

Taehyung sostuvo el teléfono frente a Yoongi, mostrando un video de aquel día, la pantalla cobró vida con imágenes de ellos en el parque, riendo como niños mientras jugaban en los columpios. La cámara temblaba un poco, claramente grabada por alguien mientras corría o trataba de no caerse del columpio, y la risa de Jimin resonaba fuerte, clara, llena de una alegría desbordante.

Yoongi, observando la escena, se quedó en silencio, sus ojos se centraron en la figura de Jimin en la pantalla, en su sonrisa tan genuina, tan libre. Algo en esa imagen le provocó una punzada en el pecho, una sensación que no lograba identificar del todo, pero que lo conectaba con un rincón de su mente que no había visitado en mucho tiempo.

—Aquella vez… —empezó Yoongi, su voz baja y casi temblorosa—, Jimin me insistió todo el camino al parque para subirme con él a los columpios… y Jungkook estaba de su lado.

Sus palabras salieron como un susurro, una revelación que parecía desconcertarlo tanto como a los otros dos. Taehyung y Jungkook se quedaron paralizados, con los ojos muy abiertos, intercambiando una mirada de asombro. No necesitaban decir nada para saber que ambos recordaban esa escena a la perfección, el momento en que Jimin había bromeado y tirado de la mano de Yoongi hasta que finalmente accedió a subir al columpio, con Jungkook apoyando la broma y riendo junto a ellos.

La habitación se llenó de un silencio cargado de expectativas, como si el aire mismo contuviera la respiración, esperando a ver qué pasaría después. Yoongi, al darse cuenta de lo que había dicho, levantó la mirada y vio la sorpresa reflejada en los rostros de sus amigos. Por un momento, sus ojos buscaron alguna señal, alguna confirmación de lo que había sucedido.

Jungkook fue el primero en romper el silencio, su voz suave pero llena de una esperanza contenida.

—¿Recuerdas algo más, hyung?

Yoongi se quedó quieto, como si estuviera tratando de alcanzar un recuerdo que se le escapaba entre los dedos, podía sentir algo, una sombra de una emoción pasada, un eco de lo que había sido… pero no lograba darle forma. Aun así, la mención de aquel momento y la reacción de sus amigos despertaron algo en su interior, un anhelo, una chispa que podría ser el principio de algo más.

—No estoy seguro… —respondió Yoongi lentamente, luchando por encontrar las palabras adecuadas—. Es como si pudiera sentirlo, sin embargo… es como un sueño que no logro recordar del todo.

HOPE|• Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora