INEFABLE -With Trueno

•Parte 10- Tormenta•

Doy un salto al escuchar un estruendo y me siento en la cama rapidamente. Veo a una sombra acercarse y me apresuro a prender la luz pero no enciende.

—- Soy yo, soy yo, tranquila... -me susurra Mateo, sentandose en mi cama- llegó una tormenta inesperada y se fue la luz.

—- ¿Y los demás? -pregunto, mirando a los lados.

—- Estan abajo prendiendo velas -me explica, quitandome las cobijas para pararme- vamos.
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Bajo las escaleras agarrando la mano de Mateo como guia hasta abajo, donde ya se escuchaban voces.

—- ¿Traes datos, wey? -le pregunta Ari a alguien.

—- ¡La bella durmiente! -me dice Carre- todos nos levantamos y tú seguias dormida ¿te llegó el calor?

—- No... me asustó un-

—- No me digas que un Trueno -completa, sonriendo.

—- Dejala tranquila -le dice Lit, ofreciéndome una lata de refresco- aprovecha que sigue fria.

Él se va para llevar a Nata a la habitación al verla quedarse dormida en unos de los sillones, asi que ahi es cuando cada equipo se reparte una vela para empezar a subir.

—- Nosotras ahora vamos -me dice Molly- le haré a Ari un cereal.

Asiento y subo a la habitación y me acomodo en mi cama, viendo a Mateo hacer lo mismo- buenas noches -me dice él.

—- No creo tener buenas.

—- ¿Por qué les tienes tanto miedo? -me pregunta.

Miles de recuerdos empiezan a llenar mi cabeza y me limito a mentir y sonreír forzosamente- no les tengo miedo.

Un estruendo se escucha de nuevo y doy un salto- joder... -susurro, viendo a Mateo hacerme una seña de que vaya a él.

—- No es necesario-

—- Callate y dejame cuidarte.

Me paro de la cama y él abre sus piernas para sentarme en medio, recargándome sobre su pecho, cobijandonos a ambos.

Él pasa sus manos sobre mi estomago para abrazarme y sonrio por lo bajo, poniendo las mias sobre las de él, haciendo que casi pueda ver su sonrisa.

Y por un momento solo siento su pecho subir y bajar con una calma en mi espalda. Su respiración en mi oido y sus manos frias acariciandome, empezandolas a meter por debajo de mi blusa, sin subir más allá de mi abdomen.

Y por primera vez siento emoción tenerlo tan cerca, tenerlo tocandome.

Y eso no era bueno. No me podia enamorar, pero esto era tan irreal.

—- A mi también me daban miedo los Truenos -me susurra él- cuando era niño. Supere ese miedo hasta los once años y como burla, de nombre artistico me puse...

—- Trueno -completo, sonriendo- enrealidad a mi también me dan miedo.

—- Decime algo que no sepa.

Le doy un pequeño golpe en el brazo y él se rie, hasta que nos quedamos en silencio y comienzo a hablar- de niña mi mamá nos castigaba horrible, tenia uno para cada una... cuando me portaba mal ella me castigaba pero no lo olvidaba. Las noches de tormenta me encerraba en un armario cerca de las ventanas y me ponía a escucharlos, hasta el amanecer. Eso cambió hasta que mi hermana Lizzie creció y nos fuimos a vivir lejos de ella, pero seguimos teniendo contacto de vez en cuando y ella sabe lo que somos. Pero no es interesada, no se acerca ni para pedir dinero, su orgullo es muy grande.

—- Desapareceré cada uno de tus miedos -me asegura él, depositando un beso en mi frente- hasta que tu unico miedo sea perderme.

—- Eso se escucha muy manipulador... -susurro, burlona.

—- ¿No te gusta? -pregunta.

No respondo y él me toma del cuello obligandome a verlo a los ojos- decime que no te gusta, entonces.

Él sonrie al no escucharme hablar y me besa, pero no era un beso simple, era un beso lleno de necesidad.

Un beso lleno de desesperación. Como si no fuera suficiente estarme besando y apretándome contra él cada vez más.

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