𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 8

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Chica
La cara de Pablo viéndome escoger prendas de los montones de ropa en la mesas improvisadas con cubetas y madera, no tiene precio jajaja, pensó que solo bromeaba pero cuando me vio escoger prendas de los montones su cara cambio completamente jajaja jamás me hubiera imaginado verlo así, solo negaba con la cabeza una y otra vez con su cara resignada al verme probarme algunas playeras.
Pues que esperaba soy de clase media baja o al menos lo era en mi anterior vida, que extraño se escucha eso, mi anterior vida... Cuando era "alguien" , es curioso no lo extraño, eso es normal? O hay algo mal en mi? Había tantas veces que quería escapar... Estaba cansada de fingir ser alguien fuerte,  alguien diferente, alguien que da a conocer que no tiene problemas, que puede con todo, que siempre tiene una enorme sonrisa cuando por dentro se está muriendo...
Mi semblante se entristece, puedo sentirlo y más al escuchar a Pablo llamándome.
- Chica... Chica, chica...
- Eh?
- Todo bien?
- Si, es solo que... Hay no puede ser! Gritó de la emoción, provocando que Pablo se alarme, mueve su saco ligeramente para tomar su arma, me acerco a él para detenerlo antes de que la saqué por completo.
- Tranquilo, es solo que ya encontré el vestido.
- Maldita sea, creí que algo te amenazaba.
- Que? Quien podría interesarse en una mujer que busca ropa entre las pacas, jajaja. Mira ese es el vestido.
- Que, eso?
- Si, es hermoso.
- Es de manta!
- Si, el color es de manta, no es blanco, no es amarillo, es perfecto!!!
- Sabes que si usas eso te tratarán como una criada?
- Si, por eso es perfecto.
- Estás loca?
- Tal vez. Mira es de mi medida.
- En esa fiesta asistirán personas muy importantes. Mujeres que se creen reinas del mundo. Serás su comidilla.
- No es como si me importará, después de todo, es una fiesta que organiza el Don, las únicas que deben lucirse son las colores, si yo usara algo mejor que ellas en definitiva me harían la vida imposible, te lo imaginas, no gracias, con este vestido estara bien. Además es bonito.
- Sigue siendo manta y que irás a una fiesta medieval?
- Jajaja verdad que parece uno, me encanta, me gusta mucho ese tipo de ropa te teletransporta a otra época o a un mundo de magia, con dragones, princesas, caballeros, hechiceros y elfos.
- Cuantos años tienes?
- Jajaja soy muy infantil cierto, pero es lindo todo esto, además me sirve de inspiración.
- Inspiración?
- !!! "no debí decir eso, no quiero que se burle de mi" Nada olvídalo. Paguemos esto y vayamos.
- Algo más güerita? Me preguntó el vendedor con una sonrisa acosadora lo cual me incómodo sin embargo no le di importancia, en cambio a Pablo le molesto mucho tanto que lo miro con furia y este desvio la mirada
- No gracias, es todo.
Pague pero quería seguir mirando un poco más por lo que le di una excusa para seguir caminado entre los puestos.
- Necesito zapatos para el vestido, más a delante hay.
- Vamos, yo llevaré tus bolsas.
- Gracias, eres muy amable.
Seguimos caminado entre los puestos de ropa, comida, bolsos, zapatos, frutas y verduras, y de repente me tope con un puesto en donde venian cosas de útiles escolares.
- Que sucede?
- Comprare algo.
- Que? Vas a ir a la escuela o que cosa?
- Son solo para tomar notas, dibujar  para perder el tiempo.
Tome al menos tres libretas francesas, varios lapiceros de diferentes colores, lápices, plumones y algunas otras cosas.
Seguimos caminando hasta el final de los puestos.
- Oye, y los zapatos?
- "Maldición!!! Lo olvide" Eh... No ví ninguno que me gustara, creo que me llevará unos del puesto del manteado naranja.
- Ese estaba casi al inicio.
- Si.
- Por qué las mujeres hacen esto en las compras.
- Disculpa, regresemos por esos zapatos.
- Vamos.
Regresamos varios puestos atrás y tome unas lindas sandalias que combinarían con mi vestido de manta, el vestido es corto, llegaba sobre la rodilla, mangas cortas, y un elastico a la altura del pecho para el busto, en el cuello tenia un cordon del mismo color, me fascinó su diseño, ademas era fresco perfecto para una fiesta de jardin y como era sencillo así no tendría problemas con las colores, aunque en realidad no me importaba que ellas me odiaran sin embargo al vivir bajo el mismo techo podría tener problemas en mi "nueva vida pacífica".
Terminamos nuestras compras y ya era tarde nos habíamos perdido la comida otra vez, para nuestra fortuna habían varios puestos de comida.
- Ven vamos a comer.
- Que?
- Que te gustaría, hay tortas, tacos, por allá hay fritanga, ahí más tacos... Ven vamos al puesto de allá quiero unas empanadas.
- En definitiva no eres como las colores.
- Por supuesto que no, de seguro ellas ni siquiera se atreverían a poner un pie en un tianguis.
- Cierto.
- Comamos.
Al regresar coloque todas las bolsas en mi habitación para poder ayudar en la cocina.
La cena estaba lista sin embargo el Don no se presentó, pasada la media noche el llegó, yo estaba terminando de colocar unas ollas en su lugar cuando escuche pasos, voltee observando al Don algo desalineado, por su aspecto diria que se habia peleado.
- Esa usted bien?
- Si, sirveme un poco de agua.
- Claro. -Tome un vaso y lo llene con agua fría para ofrecerselo. - Quiere que llame a un doctor?
- No, son solo raspones, nada sin importancia.
- ...
- Que haces despierta a esta hora?
- Como tarde mucho en las compras no ayude lo suficiente en la cocina por lo que Silvia me puso a lavar los trastes de la cena.
- ...
- Le sirvo algo de cenar?
- Si, súbelo a mi habitación.
- Enseguida.
El Don salió de la cocina, me dirigí al refrigerador y saque su comida, la calenté y coloque todo en una bandeja para subirla de inmediato. Toque la puerta pero nadie respondió, decidí entrar, coloque la bandeja en un mesa y me acerque a la puerta del baño en donde se escuchaba la regadera.
- Traje su cena.
- Si, espera enseguida salgo.
No sabía porque me había pedido que me quedara, me estaba poniendo nerviosa.
Tranquila de seguro solo quiere cenar y que luego te lleves los trastes no quiere tener tiradero en su habitación, eso debe ser.
Mientras acomodaba los platos y servía el agua el Don salió, gire para verlo, llevaba unos pans en color gris sin camisa, con una toalla se estaba secando su cabello. Su torso húmedo estaba perfectamente trabajado, podía distinguir al menos tres pares de sus abdominales, sus pectorales resaltaban aun mas, sus bíceps igual de trabajados, ningun tatuaje en su pecho, pero en su espalda tenia la imagen de un dragón listo para atacar. Trague saliva y el lo notó porque una sonrisa se le dibujo en su rostro de piel canela, sus ojos avellana y su cabello negro no me ayudaban mucho para desviar la mirada.
- Te gusta lo que ves?
- ... Tiene un cuerpo muy bien trabajado. "Diablos! No sé porque dije eso".
- Ja! Es para poder defenderme en caso de ser necesario, no siempre se utilizan las armas.
- Tiene algunos raspones en su costado derecho.
- Si, la rata que atrapamos intento derribarme.
- ... Traje vaselina, ayuda con los raspones, aquí se la dejo, aunque creo que usted tendría pomadas especiales, así que creo que esto no servirá, mejor me la llevo. - Mi voz sonaba nerviosa y más cuando a cada palabra el Don daba un paso hacia mí.
- Aplicamela.
- Que?
- Ponme vaselina.
- S-i. Abrí el bote y tome un poco con mis dedos, le aplique un capa generosa sobre su piel.
- Gracias.
- Su cena está en la mesa, coma antes de que se enfríe. Yo me retiro.
- No, quédate hasta que termine.
- Como usted diga.
Me senté en otra silla junto a el, me gustaba el aroma de su piel, era fresco, relajante... Era olor a hierbabuena, me encanta la hierbabuena.
- Te divertiste en las compras.
- Si.. aunque se que desespero a Pablo, jejeje me dan risa sus caras cuado se fastidia, es muy ex...presivo... - No seguí hablando pues sentía que el Don se había molestado.
- "Porque carajos habla de Pablo si está conmigo?!!! Creo que tendré que cambiarlo, no quiero que ella esté cerca de él".
- Perdón por mis comentarios.
- Cambiaré a Pablo.
- Que, por qué?
- Debe encargarse de algo. Te molesta que ya no lo veas?
- No, no es eso, solo que... "Me costaría relacionarme con alguien nuevo, por qué me preocupo si aquí yo no soy nadie".
- Que? "Solo espero que no diga que lo extrañara porque le meteré una bala a ese puto Pablo y a ella la tomaré hasta que se quede afónica por gritar mi nombre tantas veces le provoque un orgasmo"
- Nada importante, somos sus subordinados, nosotros haremos lo que usted nos ordene.
- "Subordinados?... Así es como ella me ve, como un jefe? Sus ojos son cafés claros, no los había notado, son bonitos" Me alegra que pienses así.
- Después de todo no necesito escolta o chofer, solo soy una sirvienta más, puedo ir y venir sin problema.
- "Y permitir que escapes, eso jamás!"
- Incluso podría salir de compras junto con la señora Silvia, no tiene que darse molestias conmigo.
- ... Termine, llévate esto y ve a dormir.
- Me retiro.
Tomo la charola y salgo de ahí, regreso a la cocina y lavo los platos, luego regreso a mi habitación en dónde me dejó caer en mi cama, cierro los ojos para poder dormir pero la imagen de su torso desnudo viene a mi mente una y otra vez... Sus ojos clavados en los míos...
No puede ser! Creo que me estoy enamorando del Don... No, no, no, y NO. Solo sufro del síndrome de Estocolmo, debe ser eso, maldita sea. Cierro los ojos y me quedo con la imagen del Don saliendo del baño oliendo a hierbabuena fresca, solo así me quedo dormida.

ㅤ➻ 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂...

ꜱɪ ʟᴇꜱ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇʟ ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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               🌸 𝑹𝒖𝒊 🌸
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Chica. Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora