𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 22

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Una vez que llegaron a su casa Chica se disponía a ir a su habitación pero Jonathan se lo impidió.
- Vamos arriba. - La tomo de la mano para llevarla a su habitación.
Al entrar noto que había algunos otros muebles, por alguna extraña razón la habitación se sentía más acogedora.
- Remodelaste en lo que estábamos en la fiesta?
- Si. Quieres ver el clóset? Preguntó con una sonrisa, chica ladeó la cabeza y pudo notar una mesa que tenía sus libretas y lapiceros.
- Eso es mío?
- Si.
- No se porque están mis cosas aquí las llevaré a mi habitación enseguida. "Tal vez fue otra de sus bromitas de las colores, solo quieren que Jonathan se enoje conmigo".
- Están dónde deben estar.
- Que?
- Está es ahora tu habitación.
- Como dices?
- Quieres ver el clóset?
La curiosidad de chica crecía a cada segundo; se acercó a la puerta del closet y lo abrió. Ahora estaba dividido en dos, del lado derecho estaba la ropa de Jonathan y del lado izquierdo la ropa de chica.
- Que significa esto?
- Chica, a caso no entiendes que voy enserio contigo. - Recargó su frente en la de ella y caricio suavemente su mejilla.
- Jonathan, esto significa mucho para mí. - Recibió un cálido beso que poco a poco se fue incrementando hasta convertirse en uno intenso, uno deseoso de más, mucho más.
Chica tenía su bolsa en la mano, Jonathan la tomo y la arrojo hacia la mesa en donde estaban sus libretas provocando que los lapiceros cayeran, a ella no le importó, enredó sus dedos en el cabello de Jonathan haciendo su cabeza hacia atrás para darle acceso a su cuello el cual tomó salvajemente.
La levanto por las piernas haciendo que las cruzara en su cadera, provocando que el vestido no aguantara, se abrió permitiendo el libre movimiento.
- Rayos.
- No importa te compraré otro. - La coloco en la cama y terminó por desgarrar el vestido haciendolo añicos.
Nuevamente tomó a Chica, la hizo gemir su nombre una y otra vez, el no se saciaba de ella, la deseaba totalmente.
- Me encanta verte así de excitada. Me facina ver cómo te sonrojas, adoro tu sabor, joder! Amo todo de ti. Di que eres mía. Dilo. Le exigió mientras la embestía.
- Soy solo tuya Jonathan, te pertenezco. Respondió jadeando, deseando cada embestida hasta el fondo.
- Así es.
Una vez que ambos quedaron agotados chica fue la primera en dormirse, despertando unas horas después de escuchar a Jonathan hablar por teléfono.
- Si, solo que todo va a ser más discreto... utilizaremos las rutas que son seguras.... Se que el pedido se retrasará pero será lo mejor a perder toda la mercancía por los agentes.... Si, Armando está a cargo... Me informas al respecto.
- Todo bien? Preguntó chica sentándose en la cama y tapándose con la sábana mientras se frotaba los ojos. Jonathan sonrió, se acercó para sentarse en la cama y quitarle la sábana.
- Por favor no me prives de una hermosa vista.
- Enserio te parece bien mi cuerpo?
- Es perfectamente hermoso.
- Que hora es?
- Casi las 9.
- Diablos! No ayude a Silvia.
- Ya no tienes que hacer eso, ahora eres mi mujer.
- Pero si no lo hago estaré aburrida todo el día.
- Yo podría distraerte.
- Me encantaría, pero se que tienes trabajo.
- Si pero puede esperar.
- Bien, entonces primero lo primero, vamos a desayunar.
- Buena idea. Jonathan se lanzó para besarla.
- Jejeje ese desayuno no, vamos a bajar tengo hambre, me dejas agotada y hambrienta.
- Acostumbrate.
- Lo haré. Le dió un beso rápido y se puso de pie para comenzar a cambiarse.
Al bajar al comedor notó algo que la dejo impactada.
- Que pasa con los demás?
- Que? En la mesa solo estaban desayunando, Armando, Roberto e Ismael.
- En dónde están las colores?
- Ellas ya no vivirán aquí.
- Que, por qué?
- Porque no quiero a ninguna otra mujer.
- En dónde están?
- Cumpliendo sus sueños de viajar a París, a Suecia, a Londres y España, yo que sé, la idea era sacarlas de aquí.
- No entiendo.
- Ellas sabían que estaban aquí de forma temporal, así que las dejé irse. Cómo te dije, no me interesan otras mujeres, solo te quiero a ti, por ello te daré tu lugar como la unica mujer a mi lado. Este será tu lugar. - Le ofreció la silla de su lado derecho. Chica tomo asiento, Silvia rápidamente comenzó a servirle.
- No puedo creer que hiciste esto por mi.
- Por ti soy capaz de muchas cosas.
Chica estaba sorprendida no creía que realmente Jonathan le diera su lugar como su única mujer. Pero donde hay tanto amor también puede surgir un inmenso odio.
-  Descuida Chica, no eres la única que esta sorprendida por todos estos cambios. - Recalcó Ismael, ofreciéndole una sonrisa.
- Todo el personal estará a su disposición señora.
- Que?
- Como dice Armando, usted puede ordenarlos y usarnos como desee.
- Gracias Roberto y a ti Armando.
En los días siguientes Jonathan y Chica fortalecían su relación, ellos se iban conociendo más y más, y con ello su amor por el otro iba en aumento.
Por las mañanas para no aburriste Chica hacia ejercicio y al medio día ayudaba a Silvia en los que haceres  a pesar de que Jonathan le había dicho que no era necesario. Por las tardes se dedicaba a leer, escribir, volvía a entrenar o hacia cualquier cosa para matar el tiempo en lo que Jonathan regresaba de su trabajo; y por las noches se dedicaban a complacerse el uno al otro, el Don nunca se saciaba de Chica, a cada momento la deseaba.
Una noche mientras chica estaba montada sobre Jonathan disfrutando de otra noche apasionada, llegó el hermano de éste a interrumpirlos.
Ismael entro sin tocar a la habitación, en el momento en que se abrió la puerta, Jonathan tomo de la cintura a chica para arrojarla a su lado mientras sacaba una pistola que estaba bajo su almohada, se puso de pie y apuntó. Ismael levantó las manos y gritó.
- Soy yo! Cielos Jonathan que no dejas descansar una noche a Chica.
- Cierra los ojos!!! No veas a Chica. Maldito imbécil casi te vuelo los sesos! Que diablos quieres?
Le preguntó mientras tomaba la sábana y tapaba a chica para que su hermano no la viera, Pero Ismael ya había cerrado los ojos sin bajar las manos.
- Ha ocurrió un problema, hirieron a Roberto y Armando está agonizando.
- Que?
- Alguien nos está siguiendo los pasos, sabían del cargamento y atacaron cuando la seguridad era débil.
- Que?!
- Nos robaron todo.
- Maldita sea!!! Me vestire. Sal de aquí sin abrir tus ojos, porque si descubro que ves a chica  te arranco los malditos ojos.
- Si, si, si, solo date prisa.
Ismael salió cerrando la puerta.
- Debo irme, duerme mucho porque cuando regrese no te dejaré dormir para nada.
- Jonathan, regresa. - Le pidió con una voz casi quebrada
- Regresaré, así que espérame. - Se acercó a ella para besarle la frente
- Cuídate.
- Y tú duerme.
Jonathan se fue junto con Ismael a su bodega en dónde atendían a lo heridos.
- El doctor ya está aquí, está atendiendo a los heridos.
- Muertos?
- El chófer y tres vigilantes.
- Y de los que nos atacaron?
- No encontramos nada. Según informan, dispararon e hirieron tal vez a tres, Pero los mismos hombres se los llevaron.
- Rastreaste el camión?
- Si, lo abandonaron a 20 kilómetros.
- Eso solo significa que.
- Estuvieron vaciando la mercancía en movimiento.
- Malditos, como diablos supieron que saldría hoy?!
- Debemos tener un soplon.
- Investiga quien es.
- Si, me encargaré de él cuando lo descubra.
- No, los traidores son míos, yo mismo los castigare, deben saber que nadie engaña al Don.
- Te daré la información en cuanto la tenga.
Ismael tomo su computadora portátil y empezó a trabajar.
- Doctor, como están mis hombres?
- No pude salvar a uno, los demás solo tienes raspones, Armando recibió una bala cerca de una vena importante, pude detener la hemorragia, además tiene una luxación de hombro estará fuera del campo por un mes. Y Roberto una bala entro y salió de su muslo nada grave pero igual deberá descansar un tiempo.
- Maldición! Puedo hablar con ellos?
- Están dormidos.
- Gracias doctor.
- Estaré aquí hasta estar seguro de que están estables.
- De acuerdo.
- Jonathan hay una cámara que detecto a una Urban sospechosa.
- En dónde?
- Al noreste a cuarenta minutos de aquí.
- Vamos.
- Si.
Los hermanos subieron a su auto para seguir a la Urban, mientras encendían el coche ellos seguian hablado.
- Quien crees que sea la rata?
- Debe ser alguien muy cercano! Y eso es lo que me cabrea. A caso no he Sido amable con mis hombres, no les he dado lo suficiente? Maldita sea deben ser me leales! Soy su Don, su fuente de ingresos.
- Podría ser alguna de las colores que este resentida por como las echaste. Enserio chica se creyó que las mandaste de viaje a dónde ellas querían?
- Se lo dije para no preocuparla.
- Es demasiado ingenua. O es que confía demasiado en ti.
- Ambas cosas.
- Crees que podría ser alguna de ellas?
- No, no son ellas, las colores me tienen tanto miedo que no se atreverían a traicionarme. Además, es imposible que ellas supieran de la salida del cargamento, esto se planeo unos días despues de que ellas se fueran, ya han pasado casi dos meses de ello. Así que es imposible que ellas sepan algo.
- Pues con esto la lista se reduce, están los hombres que vigilan la casa, está el personal, chica y yo.
- Estoy completamente seguro que ni tu, ni chica son. Lo que nos queda los demás; investigalos, revisa sus celulares, quiero saber si se comunicaban con alguien, si hablaron con alguien. Debemos encontrar a la rata.

ㅤ➻ 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂...

ꜱɪ ʟᴇꜱ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇʟ ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴍᴇ ᴀʏᴜᴅᴀʀÍᴀɴ ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪᴇɴᴅᴏ ᴅᴇꜱᴅᴇ ʟᴀ ᴘÁɢɪɴᴀ ᴘʀɪɴᴄɪᴘᴀʟ

ꜱɪ ᴛᴇ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇꜱᴛÁ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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Chica. Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora