𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 13

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Don
Ella me dijo Jonathan, me dijo mi nombre, Joder! Mi entrepierna ya estaba dura pero se puso aun mas en un segundo solo por escucharla decir mi nombre. Me volveré un maldito adicto a su voz.
- Lo siento, no debí llamarlo así Don. - Se disculpó apenada, entonces me di cuenta que yo había dejado de respirar y que la sujetaba con fuerza en su cintura, afloje mi agarre para girarla y montarme sobre ella.
Maldición! Se ve tan indefensa, sus ojos son tan hinoptizantes, como deseo tomarla por completo, deseo estar dentro de ella, escucharla gemir y decir mi nombre una y otra vez mientras la embisto.
- Escucha Chica. - Mientras le hablo intento usar todo mi auto control para no levantarle la playera, romperle su ropa interior y comenzar a deleitarme con ella, siento mi entrepierna cada vez dura, exigiendo que la libere. - Tu, y solo tu serás la única que puede decirme mi nombre, pero solo lo harás en esta habitación, cuando estemos solos tu y yo. Entiendes?
- Si.
- Cuando esa maldita puerta se cierre me hablaras por mi nombre, cualquier cosa que me digas tendrás que decir mi nombre. Quedó claro?
- Si.
- Ahora dime algo. - sus ojos se clavan en los míos, veo cierta indecisión, traga saliva y luego duda pero habla.
- ... Jonathan... - Joder! Mi nombre en su voz se oye perfecto, necesito tomarla, quiero hacerlo pero ella debe pedírmelo, tengo que hacer que me lo pida diciendo mi nombre.
- Si?
- Puedes bajarte?
- ??? "Maldición! Realmente quiero estar dentro de ella"
Me vuelvo a costar a lado de ella pero necesito relajarme o no podré controlarme, me levanto para tomar una ducha con agua fría.
Regreso y mi Chica está dormida, me meto a la cama, me acomodo para abrazarla y duermo como un bebé.
Al despertar la mitad de su cuerpo está sobre el mío, sus labios están en mi pecho su pierna sobre mi erección, puedo ver todo de ella de su cadera hacia abajo, pues la playera que le di se le ha subido; maldita sea el solo verla asi me provocó desearla.
Poco a poco se despierta, se da cuenta que está sobre mí, finjo dormír para saber que hará.
Se levanta despacio para ir al baño, me acomodo en la cama para sentarme y esperarla a qué salga.
Se abre la puerta, Joder, me encanta como se ve con mi playera, quiero que duerma solo con ella no importa si es mi cama o en su cama.
- Buenos días Don. - Me saluda, jajaja se ha ganado un castigo por desobedecer me.
- Te había dado una orden no es así?
- Que?
- Creo que te gusta que te castigue verdad?
- No! Por qué dice eso?
- Creo que tendré que subir el nivel de los castigos.
- Por qué? Que es lo que hice?
- Es lo que no hiciste. No me llamaste por mi nombre.
- Oh! Lo lamento Jonathan.
Lo adoro! Adoro escuchar mi nombre en su boca quiero que lo diga a cada maldita hora.
- Eso no te salvara de tu castigo. - Me levantó para dirigirme a ella, da unos pasos atrás quedando atrapa entre la puerta y mi cuerpo
- Jonathan?... Pregunta con la voz entrecortada. Hasta aquí! Ya no puedo más, necesito algo de ella.
Me acercó hasta que mis labios rozan los suyos, y comienzo a devorarla, tomos sus labios como si fueran un vaso de agua en el desierto, mis manos sujetan su trasero, está tan firme que lo aprieto; pero aún no es suficiente, una de mis manos toca su piel por debajo de la playera y va subiendo hasta tomar uno de sus pechos, son pequeños y no me importa, lo sujeto con fuerza y ella jadea. Ese sonido hace que mi pene quiera explotar. Sigo devorando sus labios, ella no responde nada, solo se queda inmóvil dejándome tomar lo que quiera, me preguntó si me dejara follarla aquí, ahora. Se que puede defenderse, se que puede golperme e irse corriendo pero no lo hace y me alegra que no lo haga, lo que molesta es que no me toca, no me besa, eso me mata.
Tendré que tomarla, ya no puedo más. Mi mano pasa de su perfecto trasero a la linea de su ropa interior,  la deslizo suavemente sin dejar de besarla hasta que sus pantis caen al suelo. Estoy a punto de tocar su sexo hasta que la puerta se abre.
- Amor...
- Largo de aquí! - Una de las colores entra interrumpiendo mi momento, maldita sea la mataré !
- Que? Ella? Que haces con ella?
Me separó de Chica y ella avanza hasta su ropa.
- No es obvio estaba a punto de cogerla! Que quieres?
- Que? Cómo puedes hacerlo, es solo una mocosa?!
- Ja! - Si ella supiera que chica es mayor que todas ellas, se armaría un lío de celos. - A ti que te importa, vete de aquí y cierra la maldita puerta!
Amarillo se va furiosa se que le contará a las demás pero no me importa todas están en mi casa bajo mis reglas yo las hago y las des hago como quiera.
- Jonathan, tengo que irme, debo ayudar en la cocina.
Maldición! Se perdió el momento, no puedo negarme cuando me lo dice con mi nombre.
- Si, vete.
Toma su ropa y se va, necesitaré otro baño frío, estoy por abrir la puerta del baño y veo sus pantis tiradas, las tomo y me las llevo a la nariz. Huele exquisito, apuesto a que sabe mucho mejor y no lo puedo creer estan húmedas. A puesto que si lograba tocarla mis dedos se hubieran mojado al instante, ella estaba tan exitada como yo. Si no hubiera llegado amarillo la hubiera hecho mía.
Luego del desayuno, me dirijo a mi oficina para trabajar, hay mucho papeleo que revisar. Armando y Roberto se estan encargando de investigar lo sucedido en el jardín, estamos a punto de dar con la rata y cuando lo descubra lamentara lo que hizo.
Alguien toca la puerta.
- Adelante.
- Don, hay visitas. - Me informa Sergio uno de mis hombres de confianza.
- Quien es?
- Se trata de Darío.
- Que es lo que quiere?
- Dice que quiere comprar algo?
- Comprar? Que se traerá entre manos? Déjalo entrar y pide que nos traigan algo.
- Si.
Dario es un socio importante el fue uno de los que vinieron a la fiesta, no tengo ni la mas mínima idea de lo que querrá. Entra y toma asiento en dónde le indico.
- Jonatan, que bueno verte en una pieza.
- Que quieres decir?
- Pues luego de que se infiltraran en tu propiedad en tus narices, muchos pensamos que ya estarías muerto o con unos huesos rotos y algunas balas en tu cuerpo.
- Ja! Se necesita más que eso para acabar conmigo.
- Si, lo sé, lo he intentado no es así?
- Igual fallaste, parece que nadie puede matarme.
- Ni el infierno te quiere haya abajo.
- Eso parece. Pero dime, que te trae a mi morada, no me digas que es tu preocupación por mi, porque si es así déjame decirte que me conmueve.
- Jajaja! Si es por eso... En realidad yo quería comprarte algo.
- Que cosa?
La puerta vuelve a sonar, indicó que pasen y es Chica, tiene una bandeja de carnes frías y quesos.
- Con permiso. Dónde puedo dejar esto?
- En la mesa. - La observo con su ropa, se ve bien, exepto por los moretones en su rostro y cuello y la estúpida cinta en su nariz.
- Con permiso.
- Espera! La detiene Darío sin dejar de verla. Que carajos se cree para darle ordenes a mi Chica?! Este hombre quiere una puta bala en su jodida cabeza.
- Si?
- Tu eres la chica que salvó a los niños cierto? Cuál es tu nombre?
- Soy Chica.
- Enserio? Chica?
- Si.
- Que es lo que quieres Darío? Preguntó fastidiado y tratando de controlarme de no tomar el abre cartas y clavarlo en su puto ojo.
- A ella.
- Que carajo?! Abro el cajón en dónde tengo mi arma pero no la tomo.
- Vine a comprarte a ella.
Chica se quedo estática alternando su mirada en mi y en Darío. Yo sentí como mi cuerpo comenzaba a arder de ira, deseaba matarlo. Dario me observo y lanzo una risa irónica.
- Ya veo, así que no está a la venta.
- No! Ella no, es mía.
- Que lastima.
- Que pretendes Darío?!
- Solo...
- Me puedo retirar? Chica nos interrumpe y por su rostro se que está incómoda.
- Si, ve a tu habitación y no salgas hasta que yo vaya por tí. Le ordeno aquello para mantenerla alejada de Darío hasta que sepa sus intenciones, maldito desgraciado como se atreve a fijarse en lo que es mío.
- Si. -Ella sale rápidamente.
- Habla antes de que te meta un disparo.
- Jajaja tranquilo, no es lo que piensas, yo amo a mi esposa y a mi hijo.
- Entonces que buscas en Chica?!
- Mi esposa está embarazada.
- Felicidades y que?
- Quiere a tu chica como niñera para nuestro pequeño, le agarro mucha confianza por proteger a niños que son ajenos a ella, mi esposa se sentiría segura si Chica esta al cuidado de mi pequeño, así que me mandó por ella, eso es todo. No me mal intérpretes Chica es linda pero no es mi tipo y menos cuando amo a mi esposa.
- "Como se atreve a decirle linda a chica, ella es mia".
- Pero en vista de tu reacción se que no está a discusión, verdad?
- Correcto.
- Es una lastima. Ya te la cogiste?
- Eso no es de tu incumbencia.
- Así que aún no, por ello tanto recelo por ella.
- Cierra la boca Darío.
- Jajaja. Toma. - Me extiende un sobre verde lo tomo con curiosidad.
- Que es esto?
- La fiesta de mi pequeño Daniel, su cumpleaños será en dos semanas. Ojalá nos acompañes.
- Estaré ahí.
- Llevarás a todas tu chicas? Preguntó para prepararte una mesa para siete.
- No, prepara una mesa para dos, iré olo con Chica.
- Eso sí que es nuevo, esas mujeres se molestaran.
- Yo me encargo de mis mujeres.
- Bueno, tomaré un queso y me voy.
Se levanta toma uno de los aperitivos y se marcha. Maldito Dario se salvó de una bala. Me siento en la silla y recuerdo a chica, me levantó rápidamente para ir a su habitación.
Llegando no me molestó en tocar la puerta simplemente la abro.
- Don va a venderme?
- "Por qué diablo piensa eso?" No, por supuesto que no. - Veo cierto alivio en su rostro lo que me saca una sonrisa. - A caso quieres dejarme? - Le pregunto cerrando la puerta y acercándome a ella para acariciarle su rostro.
- Yo haré lo que usted me ordene.
-  Enserio lo harás?
- Debo hacerlo no es así?
- Si... Me acercó a ella para tomar un suave beso, Dios! Me encantan sus labios. Ella sigue sin responder mis besos eso me mata Pero se que pronto lo hará, pronto me pedirá que la coja como una bestia.
- Que es lo que quería conmigo ese hombre?
- Te quería de niñera.
- Ohhh.
- Pero entendió que no sucedería. Escucha chica, tu solo eres mía, nadie más puede tocarte ni tomarte, entendiste?
- Si.
- Solo yo. - Me acercó a su cuello y muerdo. - Solo yo puedo tenerte. - Muerdo su hombro. - Quedó claro.
Ella traga saliva y tarda en responder, ja! Se ganó otro castigo. - Pregunté si quedó claro?
- Si Don.
- Bien, pero tardaste en contestar, sabes lo que significa?
- ! Otro castigo?
- Si. - Tomo su cuello lo muerdo, lo besó, lo succionó hasta dejarle una gran marca. - Listo, así recordaras que eres mía. "Y todos sabrán que nadie puede tocarte porque ya tienes a un hombre que lo haga". No puedo resistirme y tomo nuevamente sus labios, por inercia tomo su cara y la muevo para que ella responda el beso. Y lo hace. Maldita sea! Me está besando, siento su labios tomar los míos, mi entrepierna está tan dura que duele. Esto es mejor de lo que esperaba. La quiero, la quiero coger ya!

ㅤ➻ 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂...

ꜱɪ ʟᴇꜱ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇʟ ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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Chica. Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora