Chica. Una nueva vida

Extra

Un cuento para dormir

Chica se había enfermado de gripa, por lo que no podía acercarse a su pequeño Sebastián quien ya tenía un año de edad, Jonathan dejo descansar a chica en su habitación y el se quedó a dormir con su hijo en la habitación del pequeño para estarlo cuidando, Pero Sebastián estaba inquieto por no tener a su madre cerca.
- La extrañas verdad? Solo has estado lejos de tu mami por un día y la extrañas, te entiendo, cuando salgo a trabajar tambien la extraño mucho, es que ella, es maravillosa. Pero hoy estoy aquí y mirá, te leeré un cuento de tú mami, se llama "Una nueva vida"
En un antiguo e inmenso bosque, lejos de cualquier pueblo humano, escondido entre las montañas, habitaban criaturas mágicas de todo tipo, cada raza tenia su propio territorio y no permitían que otras especies entraran en el. El territorio de las hadas era conocido por tener un clima cálido y en el aire se podía percibir el dulce aroma de mil flores. Todas las hadas vivían en armonía, cada una cumpliendo su función y siendo feliz en ese estilo de vida, sin embargo, siempre existirá alguien que desee más. Una curiosa hada aburrida de su rutina diaria decidió explorar más allá del límite de sus tierras, por lo que se adentro a terreno desconocido.
Ella voló hasta que sus alas se agotaran y luego siguió caminado pero al hacerlo ella se confundió en los caminos y se perdió.
Paso la noche fuera de la comodidad de su hogar rogando encontrar el camino de regreso.
Al tercer día mientras intentaba regresar, se topó con un ogro, aquel ser tenía un aspecto temible que podía intimidar hasta el mas valiente guerrero, pero en sus ojos podría ver tristeza y soledad. El hada lejos de alejarse se acercó a él llena de curiosidad.
El ogro vió a la joven quien se veía cansada, hambrienta y sucia, por lo que decidió llevarla hasta su guarida, aunque no sabía cómo tratarla, pues nunca se había encontrado con un ser tan frágil y hermoso.
El hada solo miraba al ogro, sabía que la trataba con delicadeza por su naturaleza pero ella no era tan frágil como el creía, tenía un espíritu rebelde y ese fue el que la llevó a salir de sus tierras.
Pasaron los días y en ellos creció una linda amistad, el ogro le enseñó algunos secretos del bosque y ella le enseñó a preparar ricos alimentos.
En la noche de la luna de cristal, una noche clara y hermosa, ambos amigos decidieron salir a recolectar hongos lunares y mientras los tomaban del suelo no pudieron evitar que sus manos se tocaran, lo que desencadenó sus sentimientos por el otro. Ellos se amaban, amaban sus diferencias y amaban sus corazones.
Una tarde el ogro salió a cazar mientras el hada recolectaba algunas frutas, pasaron las horas y el ogro no regresó.
El hada estaba preocupada por no ver al ogro, así que fue en su búsqueda. Atravesó la parte más oscura del bosque y siguió caminando hasta encontrar un rastro de sangre la cual lo llevo al ogro.
Estaba herido en un costado por una flecha envenenada, el hada rápidamente le quitó la flecha y sin dudarlo llevó sus labios a la herida para succionar el veneno, extrajo lo más que pudo. Luego buscó una flor amarilla para hacerla una pasta en su boca y dársela directamente al ogro en un beso.
Aquel remedio había funcionado el ogro solo necesito de un par de días para estar bien, el quedó agradecido por la ayuda y más por qué el hada en ningún momento se separó de él. Una vez que estuvo mejor El hada y el ogro salieron a caminar, disfrutando de las luciérnagas, lo hacían cada noche bajo la luz de la luna, era su cita preferida. Pero en una ocasión cuando la luna estaba ausente, un aire misterioso se sentía al rededor y una presencia negativa comenzó abrumar al hada. En la oscuridad un brujo envidiaba la felicidad de esos seres, el jamás podría amar a alguien por todas las atrocidades que había hecho, su corazón ya estaba marchito, lleno de envidia decidió separar a la peculiar pareja. Lanzó un conjuro para hacer que sus corazones se odiaran; tanto el ogro como el hada, comenzaron a sentir una presion en el pecho, se sentían distantes, extraños.
El ogro regreso a su guarida sin decirle nada al hada, ella entendió que el deseaba estar solo. Pasaron los días y la comunicacion en ambos era nula, cansados de la indiferencia que sentían decidieron darse un tiempo y el hada regresó a su aldea.
Los días pasaban y ellos lejos de sentirse mejor se sentían devastados, se extrañan mutuamente pues su compañía los complementaban ya que a pesar del conjuro de aquel brujo el hada no podía dejar de pensar en el ogro pues un amor verdadero nunca muere aún con el más fuerte hechizo. Por su parte el ogro se pasaba añorando a su bella hada, deseaba verla, extrañaba su sonrisa, su luz. No pudo soportar su distanciamiento así que se aventuró a la aldea de las hadas. Al llegar le prohibieron la entrada pues no pertenecía a ese lugar. El ogro no quiso escuchar razón así que se enfrentó a las hadas guardianes quienes lograron someterlo y encarcelarlo. El hada al enterarse que su ogro había sido capturado fue tras él para liberarlo y regresar a su hogar, pero sus hermanos no se lo dejarían fácil. Sin otra opción ella tuvo que escabullirse en la oscuridad de la noche para poder liberarlo, ambos escaparon en completo silencio para que los guardias no los persiguieran. El ogro miró con profunda tristeza al hada pues sabía que ella ya no podría regresar a su hogar, pues había preferido al ogro antes que sus hermanas, el hada lo sabia perfectamente, así que sin importarle nada más, ella había elegido al ogro, se habia enamorado de el y lo seguiría a dónde fuera.
Ogro y hada regresaron a la profundidad del bosque en donde vivieron juntos por muchos años, amándose, complementándose y cuidándose.
Su amor por el otro fue tanto y tan fuerte y puro que la madre naturaleza los inmortalizó en una roca y una cascada pues dónde solían vivir ambos dieron su último respiro tomados de las manos y sus cuerpos se quedaron en aquella cueva, la madre naturaleza cerro la entrada para protegerlos y creo una hermosa cascada, la piedra representa al ogro y el agua al hada. Así, apesar de los años, ellos siguen juntos y lo seguirán por siempre. Fin.
- Te gustó el cuento? Tu mami lo escribió. Es muy bonito, verdad?
- Jonathan que haces?
- Chica, no deberías estar levantada.
- Ya me siento mejor, además extraño a Sebastián.
- El está bien.
- Que eso que tienes en la mano?
- Oh, esto es un libro de cuentos infantiles.
- No había visto ese libro.
- No, hoy lo compre.
- Deja de comprarle cosas a Sebastián.
- Pero este es especial. De hecho compré dos, uno para Sebastián y otro para ti.
- Para mí?
- Si. El tuyo está en mi oficina. Vamos?
- Y Sebastián?
- Se quedó dormido, le gustó mucho el cuento.
- Que tiene de especial?
- Ya lo verás.
Jonathan dejo a Sebastián en la cuna, le dió un beso y luego se dirigió a chica para besarla y llevarla a su oficina.
Al llegar él le dió el libro envuelto con un listón.
- Un regalo?
- Si, ábrelo.
Chica rompió la envoltura y tomo el cuento.
- "Los mejores cuentos para niños". Bonito título.
- Ve el índice.
- .... Los tres cerditos, pulgarcito, el perro feliz, una... nueva vida?
- Si.
Chica se dirigió a aquella página y comenzó a leer, sus ojos se humedecieron.
- Este es mi cuento. Cómo?
- Te dije que lo haría un libro. Pero resulta que ninguna editorial quería hacer un libro de cinco páginas, que debe tener más trama más personajes. - Chica se llevó una mano ala boca sonriendo al ver las expresiones de Jonathan. - Así que los amenace, o publicaban tu historia o... O la publicaban, y me dieron está opción.
- Jonathan para publicar un libro debes tener una historia más estructurada, debe ser una novela no un cuento.
- Eso dijeron los de la editorial.
- Los amenazante para que me publicarán?
- Yo, solo ...insistí.
- Jajaja te amo Jonathan, muchas gracias, es un regalo increíble!
- Sabía que te gustaría.
- Guao, nunca pensé ver mi cuento en un libro impreso, es maravilloso, gracias Jonathan, gracias.
- Te dije que haré lo que sea por ti.
- Lo sé, pero deja de amenazar a las personas.
- Si no cooperan debo hacerlo.
- Jajaja te amo.
- Y yo a ti.
- Cuando esté totalmente curada se lo leeré a Sebastián.
- Me encantara escucharte, tienes una voz hermosa.

FIN

ꜱɪ ᴛᴇ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇꜱᴛÁ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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