𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 14

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Chica
El me tomo del rostro para que pudiera seguirle el ritmo del beso, tome sus labios saboreandolos. No sé porque me fascinó, deseaba que continuara, que siguiera tocandome, podía sentir su entrepierna muy dura, se que me desea, desea tomar mi cuerpo pero no lo hace, es una tortura. Derrepente el da un paso atrás dejándome en mi lugar con ganas de más.
- En dos semanas iremos a una fiesta, le diré a Pablo que te lleve a comprar un vestido.
- Que tipo de fiesta?
- Será la fiesta del hijo de Darío. Es uno de los niños que protegiste. El quería llevarte como niñera, obviamente me negue. Chica, lo que te digo es enserio. - Miró mi cuello y sonrió. - Solo me perteneces a mi. Dilo.
- Solo le pertenezco a usted Don. Lanza una sonrisa frustrada, cierra los ojos y mueve la cabeza de lado a lado.
- No, di mi nombre. Me exige con una sonrisa maliciosa.
- Solo te pertenezco a ti Jonathan.
Su sonrisa se agranda más, se acerca a mi me besa suavemente en los labios y luego toma mi cuello por el otro lado, besando mordiendo lo suficientemente fuerte para que lo soporte y luego lo succiona para dejar su marca.
- No estoy del todo satisfecho Pero bastará por hoy. - Acaricia mi mejilla y se va.
Cielos ese hombre hace que mi corazón se acelere por su cercanía y sus besos tan intensos casi provoca que me dé un ataque.
Me dirijo al baño al ver las marcas de sus besos, las marcas de los dedos de quien me ahorco estan casi desvanecidas, ahora tengo dos nuevas que sobre salen. Son dos chupetones más que notorios en ambos lados de mi cuello, nunca antes nadie me había hecho eso, no me gusta tener la piel marcada, pero Diablos, está vez me gusta.
Salgo a la cocina para ayudar, todos me quedan viendo asombrados sin decir nada, que pueden decir? No es como si pudiera decir algo, después de todo estamos en la casa del Don, vivimos bajo sus reglas, hacemos lo que nos diga sin cuestionar... Y si el me pide que me acueste con el? Seré capaz de hacerlo? Trago saliva de solo imaginarlo, sin embargo se que en el momento en que me acueste con el estaré un paso fuera de aquí, ya que solo soy su nueva distracción, tal vez no le guste después de hacerlo y me eche a la calle, si eso sucede yo... Debo comprar un cutter, debo estar preparada.
El resto del día me la pasé limpiando la biblioteca. A la hora de la comida las colores me veían con un odio que hasta dolía, lo haría si me importara, Roberto y Armando se sorprendieron al ver mi cuello pero no dijeron nada. Jonathan estaba de muy buen humor aún cuando le dijeron que la policía casi los había atrapado con un cargamento, el solo sonrió y dijo "No son mas astutos que nosotros" dio un bocado y me miró.
Me acerque a él con la jarra de agua le servi como siempre, de manera sería sin verlo a los ojos, cuando estoy sirviendo no alzó la mirada y no digo, solo me limito a hacer mi trabajo.
- Chica, como va tu nariz?
- Bien, no debo hacer esfuerzos físicos para dejar que solde bien el cartilago.
- Y tus manos?
- Las pastillas me están ayudando, ya casi no siento dolor.
- Y tú cuello? Preguntó con una sonrisa, no sé porque lo hace, a caso quiere que todos sepan que casi me coge? O es que quiere hacer entender que ya lo hizo?
- Bien, solo me quedan las marcas, pero ya son muy poco visibles.
- Me alegro. Dejo de hablarme y siguió comiendo.
- Más agua! -Me exigió negro mirándome con odio.
Le servi, sin mirarla ella tomo el vaso pero "accidentalmente" lo tiró. - Ups, que torpe.
El Don la miro con ojos amenazadores.
- Lo siento Don, fue un accidente.
Me agache a recoger los trozos de vidrio, el Don me tomo del brazo para impedirlo y me puso de pie, luego miro a negro y le hablo con una voz firme.
- Limpialo.
- Que?
- Limpia lo que hiciste.
- Pero Chica lo está haciendo.
- Te acabo de dar una orden. Házlo! Gritó y todos nos sobre saltamos. Negro se puso de pie y comenzó a recoger los vidrios Pero la muy descuidada se cortó.
- Ve a la cocina Chica.
- Si. - Tome la jarra y me retire.
A los pocos minutos negro entraba con los vidrios rotos y escurriendo un poco de sangre. Le extendí una toalla para que se limpiará y luego le di otras para limpiar el agua del suelo, ella no dijo nada, solo las tomo y regresó.
Creo que una guerra está por iniciar.
La cena estuvo más tranquila, ninguna de las colores se atrevió a verme, se portaron muy dóciles, tanto que daba miedo.
A la mañana siguiente después del desayuno, el Don reunió a las colores y a mi en la sala para darnos dinero.
A cada color lo dio una tarjeta y cuando fue mi turno, para mí sorpresa también me entrego una.
- Toma Chica.
- Una tarjeta?
- Si, compra el vestido para la fiesta.
Las colores aún no se habían ido y por lo tanto escucharon.
- Fiesta? Preguntó rojo mirándome.
- Que fiesta? Le siguió verde
- Iré a una fiesta con chica.
- Que! Cómo puedes llevar a esa y no a una de nosotras?! Gritó blanco.
- Creo que olvidan quien es él dueño de esta casa, aquí el único que puede gritar soy yo! Yo decido a quien llevar a quien no? A quien castigar. Blanco devuélveme la tarjeta y te quedas en tu habitación.
- Pero Don...
- Hazlo!
Blanco devolvió la tarjeta temblando y corrió escaleras arriba. Las demás se quedaron calladas observando.
- Puedes usar el auto de blanco.
- No, gracias. Quiero ir con Pablo. - El Don trono los labios y apretó su puño.
- Porque quieres ir con él? A caso te gusta?
- No! Es solo que tengo confianza con él, además no quiero tomar el lugar de nadie, y si pudiera preferiría efectivo. A dónde voy manejan más el efectivo que la tarjeta. Además entrar a un centro comercial viéndome así, empezarán hablar. El Don suspiro y creo que se resigno.
- ... Puedes ir con Pablo, pero usa la tarjeta, compra en dónde quieras y gasta lo que quieras. - Me dijo acariciando mi mejilla.
- Gracias.
Al salir busque a Pablo con la mirada me acerque a él.
- Buenos días.
- Buenos días Chica.
- Pablo podrías prestarme una gorra y un cubrebocas.
- Que? Para que ?
- Es que al verme así, las personas no dejarán de mirarme, no me gusta que me vean fijamente ni por mucho tiempo.
- Espera un segundo, iré a mi habitación.
- Gracias.
Al irse el Don no dejaba de verme, supongo que quería descubrir por qué tardabamos en irnos, pero al parecer una llamada lo hizo entrar a la casa. Unos minutos después regreso con lo que le pedí.
- Toma.
Me entrego una gorra negra y un cubrebocas del mismo color, me los coloque y subi al auto.
- A dónde te llevo?
- Vamos al tianguis.
- Que? Pero ya tienes una tarjeta.
- Si, pero si me ven en este estado llamarán a la policía por violencia doméstica jajaja o por sospechosa, quien entraría en un centro comercial cubriendose casi toda la cara.
- Es cierto. Bien. Vamos al mismo de la otra vez.
- Si.
Me divertí mucho comprando, esta vez escogí un vestido ligero en tono coral y unas zapatillas plateadas. También aproveché para comprar unas gorras y cubrebocas por si acaso, ya que  creo que al don no le gustara que use nada de otro hombre y no quiero meter en problemas a Pablo, es un buen chico y me agrada y lo que menos quiero es que el don lo castigue por mi culpa.
Paseando entre los puestos vi ropa bonita que me llamo la atención, un vestido de manta color azul petróleo, lo compre esperando tener la ocasion para usarlo.
Al terminar comimos en un puesto y luego regresamos, todo estaba tranquilo así que me dispuse a acomodar mis compras para moldelarselas al Don.
Cuando termine estaba un poco aburrida así que recordé mi historia y seguí escribiendo.
🖋️El ogro llevo al hada hasta su guarida aunque no sabía cómo tratarla pues nunca se había encontrado con un ser tan frágil. El hada solo miraba al ogro sabía que la trataba con delicadeza por su naturaleza pero ella no era tan frágil como el creía, tenía un espíritu rebelde y ese fue el que la llevó a salir de sus tierras...
Pasaron los días y en ellos creció una linda amistad...
En la noche de la luna de cristal no pudieron evitar que sus manos se tocaran lo que desencadenó sus sentimientos por el otro...
Cerré la libreta y me fui ayudar a la cocina.
En toda la cena podía sentir la mirada del Don sobre mí, sentía que me devoraba, lo que provocaba un cosquilleo en mi entre pierna.
El día jueves se paso muy rápido solo esperaba la noche para estar un momento con el Don. A mí siempre me tocaba a las 11:30 pm pero a veces el se entretenía con alguna color y termina pasando casi a media noche, esta vez fue muy rápido 11:20 estaba modelando el vestido que usaria en la fiesta.
- Te ves muy bien. Me encanta el color, ojalá para ese día puedas quitarte la cinta de la nariz.
- Creo que sí podré hacerlo.
- Compraste algo más?
- Si.
Le mostré las gorras, el vestido azul y otras compras que hice.
- Eso es todo. - Comencé a guardar todo en sus bolsas.
- Duerme conmigo.
- Eh?
- Toma. - Me dió otra de sus playeras. - Pontela.
No dije nada solo volvía a poner mi ropa en la silla y me puse la playera, me quite el pantalón y luego no se porque algo llamo mi atención en el buró de su cama, junto a su reloj que se acababa de quitar estaban mis pantis perfectamente dobladas, una punzada de calidez lleno mi pecho. Me di vuelta para ocultar mi cara roja, meti mis manos bajo la playera para quitarme el sostén.
- Déjame hacerlo. -Las manos del Don se colaron por debajo de la playera, subieron lentamente hasta mis pechos, los apretó aún con el sostén y luego lo desabrochó, retiro los tirantes suavemente y luego me giro para quedar delante de él. - Este también me lo quedo. - Se lo llevo a la nariz y lo coloco junto a mis pantis del buró, trague saliva y me metí rápidamente a la cama.
El Don se puso su pans de pijama, nuevamente su torso estaba desnudo. Me abrazo por la cintura y comenzó a besarme el cuello dando ligeras mordidas que provocaba humedad en mí, metió una mano bajo la playera para buscar mis pechos, los estrujó provocando que gimiera.
- Ah Jonathan... Y aquí terminó su control, ni el ni yo podíamos esperar más, lo necesitaba, necesitaba sentirlo en mi y el necesitaba estar en mi.
- Ya no puedo más!
Me giro y se montó sobre mi besándome intensamente, mis labios respondieron por si solos y mis manos se enredaron en su cabello. Podía sentir su dura entrepierna presionando mi sexo, quería sentirlo, deseaba que me tomara y lo deseaba Ya.
Cruce mis piernas sobre su cadera para sentirlo más cerca, rozar mi sexo con el de el. El sonrió como si hubiera obtenido una victoria.

ㅤ➻ 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖𝒂𝒓𝒂...

ꜱɪ ʟᴇꜱ ɢᴜꜱᴛᴏ ᴇʟ ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴛᴇ ɪɴᴠɪᴛᴏ ᴀ ʟᴇᴇʀ ᴍÁꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴘÁɢɪɴᴀ:

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               🌸 𝑹𝒖𝒊 🌸
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Chica. Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora